ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

FiloSOFIA


Enviado por   •  27 de Mayo de 2014  •  4.078 Palabras (17 Páginas)  •  222 Visitas

Página 1 de 17

INDICE:

-Estoicismo Existencial……………………………………………………………….1

-Marco Aurelio…………………………………………………………………………2

-Seneca………………………………………………………………………………...4

-Tiempo…………………………………………………………………………………6

-Muerte………………………………………………………………………………….7

-Situaciones……………………………………………………………………………9

-Bibliografía……………………………………………………………………………10

EL ESTOICISMO EXISTENCIAL

La variante romana del estoicismo tiene sus máximos representantes en los dos primeros siglos de nuestra era, y de acuerdo con el espíritu práctico de Roma, deja de lado los brillantes desarrollos teóricos de sus maestros helenos, insistiendo sobre todo en la dirección moral de la doctrina. Empezando por los que, dentro de una cultura bilingüe, filosofaron y enseñaron en griego, el primero de ellos, Epicteto, es doblemente original, por su condición de liberto de un libreto de Nerón, y porque, a semejanza de su admirado Sócrates, no ha dejado nada escrito en sus ochenta años de vida.

Epicteto nace aproximadamente en el 50, y en el 93, cuando Domiciano expulsa a los filósofos de Roma, se traslada a Nicópolis y allí abre escuela. Se conoce su doctrina moral, gracias a los escritos de uno de sus discípulos, Flavio Arriano, que recoge sus lecciones en los ocho libros de sus Disertaciones, de que sólo se conservan los cuatro primeros. El mismo Arriano resume en el Enquiridión o manual, su enseñanza moral, tan sencilla en sus principios como rica en consecuencias prácticas.

Epicteto inicia su filosofía con un análisis de la existencia o diaíresis. Nuestra vida tiene dos componentes: en primer lugar lo que nos pasa, algo que no depende de nosotros, como no sea para aceptarlo sin perder la serenidad. Los componentes de lo que escapa a nuestro control son la salud, la riqueza, el honor, los elogios o las injurias, la muerte propia o la de los seres queridos. Preocuparse por estos accidentes externos, seguir las opiniones del vulgo, y ser esclavo de la fatalidad es una vida impropia del hombre y del sabio.

Por el contrario, la proaíresis o libertad se proyecta sobre lo que depende de nosotros, lo que hacemos. Hay que saber controlar el deseo de los aparentes bienes externos, la aversión al dolor y a los daños de que no somos dueños, y el temor a la muerte y a cuanto lamentan las opiniones de la masa. El sabio que así vive es lo que decide ser y por tanto el constructor de su propio destino, y su existencia es la propia de los hombres. La moral de Epicteto es la primera y más elemental formulación de una filosofía existencial.

MARCO AURELIO

La otra gran figura del estoicismo romano en lengua griega, Marco Aurelio, nace en el 121 en Roma. A los dieciséis años Adriano le designa futuro emperador y sucesor del que será su padre adoptivo, Antonino Pío. En el 161 y hasta su muerte en 180, hereda el imperio en circunstancias muy difíciles –son años de guerra casi continua, primero contra los partos en Oriente y más tarde contra los germanos que amenazan la frontera del Danubio. No tiene, desgraciadamente, el genio político de Adriano, el creador de la edad de oro del imperio, y nombra sucesor a su hijo Cómodo, con el que Roma inicia su decadencia final. Marco Aurelio sólo escribe un breve libro –sus pensamientos o meditaciones– compuesto por una serie de apuntes, hechos probablemente en sus últimos años.

El libro se inicia con el recuerdo de un conjunto de personajes, familiares y educadores del emperador, a los que debe su carácter, su formación filosófica y la misma composición de su obra. En este apartado de agradecimientos, Marco Aurelio elogia la serenidad de su abuelo, la discreción de su padre, la generosidad y la frugalidad de Domicia Lucila su madre, la largueza de su bisabuelo y sobre todo las virtudes de Antonino, su padre adoptivo, modelo de firmeza, de amor y perseverancia en el trabajo, de sagacidad política y de tolerancia.

Aparecen después sus maestros estoicos, Rústico, Apolonio de Calcis, Sexto de Queronea, Catulo y Máximo, el retórico Frontón y Alejandro el gramático. Prolonga a lo largo de las Meditaciones esta galería de personajes ilustres con figuras eminentes del pasado de Grecia y de Roma, a las que dirige la pregunta nostálgica –y existencial– ubi sunt? Esto le hace reflexionar continuamente sobre la caducidad de la vida en vista de que ya han desaparecido Hipócrates y Alejandro, Pompeyo y César, y hasta ciudades enteras, como Hélice, Pompeya y Herculano: Dentro de poco no serás nada, igual que no son nada ya, Adriano y Augusto.

Otra vez el libro sexto manda pensar en la muerte, que ha llevado a tan gran número de filósofos, a tantos héroes, generales y tiranos, y al terminar el cuarto repite y generaliza esta idea: Mira detrás de ti el abismo de la eternidad y delante de ti otro infinito. Viendo esto, ¿en qué se diferencia el niño, que ha vivido tres días y el que ha vivido tres veces más que Geneseo? …aunque vivieses tres mil años y otras tantas veces diez mil, recuerda que nadie pierde otra vida que la que vive, ni vive otra que la que pierde. La filosofía del gozo de vivir de Epicuro, queda así sustituida en Marco Aurelio y los estoicos por la dura ética de resignación ante la muerte.

El resto de las Meditaciones de Marco Aurelio reproduce con bastante fidelidad los lugares comunes de la teología física de los primeros estoicos griegos, que sus maestros en filosofía le han enseñado. El mundo es un ser viviente único, y como contiene una sola sustancia y una sola alma, todo cuanto acontece en él es solidario. Está compuesta de causa formal una razón que es fuego y aire activo y de materia, hecha de tierra y agua, pero ambos principios se someten al orden y a la mezcla. Ninguno de los dos elementos empieza ni termina en el no ser, pues cada una de las partes del universo se trasformará en otra en un proceso infinito.

En consecuencia todas las cosas están entrelazadas,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24.4 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com