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Filosofia


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2012  •  904 Palabras (4 Páginas)  •  267 Visitas

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Entorno al problema del hombre

El hombre es un ser contingente. Contingente significa que es pero podría no haber sido, que su existencia es un don, algo recibido gratis, como un valor del que no se puede disponer como dueños. El hombre es un ser contingente porque recibe la existencia, tiene el ser peor no es el ser. La categoría del tener, recibir, exige una razón, un mas allá del ente finito; el hombre no es su existencia sino que la recibe de alguien.

La existencia del hombre, en el cual únicamente el ser se revela, se manifiesta como recibido, consiste en la apertura al principio absoluto. El hombre así no es solamente: ser con los otros existentes, ni solamente ser con las cosas, sino que constitutivamente es también ser abierto a Dios.

Los hombres antes que ir a Dios, Viene de El, o mejor, están viniendo, porque la existencia es un continuo e ininterrumpido recibir del ser.

El Hombre no es feliz

El hombre quiere realizarse según su proyecto, pero muchas veces esto no es posible. Cuantos seres humanos no alcanzaron siquiera un minuto de realización. Cuales son las condiciones que se precisan para llevar a cabo nuestros proyectos.

Siempre, hasta el hombre mas afortunado, queda insatisfecho de lo que es y de lo que hace. Dos soluciones parecen abrirse al hombre insatisfecho: o apagar sus deseos y quedarse tranquilo con lo que tiene, cortar su deseo de plenitud y de infinito y vegetar, vivir o morir, o buscar mas allá del tiempo la realización de su ser.

La primera tentativa no tiene posibilidad de éxito. El hombre siempre espera algo mas de lo que tiene, tiende hacia le felicidad que nunca puede encontrar mientras viva. La muerte inexorable acabaría con toda felicidad.

La segunda tentativa es la que abre al hombre al hombre al ser absoluto, a un sentido ultimo de la existencia

Que podemos esperar

La esperanza podría ser una ilusión, un engaño, una incapacidad para aceptar la realidad de la vida, así como es, un inconsciente cobardía a aceptar lamuerte.

El hombre es un ser finito, contingente, limitado y si se crea ilusiones de plenitud y de felicidad imposibles, él y solo él es el responsable de la inevitables desilusiones.

Queremos en cambio, demostrar, partiendo de la estructura del hombre mismo, que la esperanza que la inquieta nos es un residuo de la infancia, ni de ninguna manera de signo de madurez o cobardía, sino que se revela la misma naturaleza del hombre. Las cosas materiales y las personas que el hombre experimenta a lo largo de toda su vida no cubre la inmensidad del ser. Siempre podemos pensar en nuevos mundos, en realidades mas grandes de las que conocemos.

Detrás del intelecto que tiene un horizonte infinito esta la voluntad como tendencia hacia el bien conocido,

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