Filosofia. Sócrates. Platón

Sócrates: Para él, el conocimiento es el concepto de lo general, y los conceptos generales son una noción abstracta  y estos son inmutables e innatos; a estos conceptos los llama logos  y a través del logos descubrimos la verdad y la ciencia. Según su teoría,  el conocimiento de lo general se pone de manifiesto por la definición, la cual se obtiene mediante un dialogo / conversación progresiva, en la cual  nos acercaremos a una conclusión general  o sea a una definición- la verdad-. Mediante esta práctica llega a conocer los conceptos universales , que se hallan presentes en el hombre, y que son innatos , por ello considera Sócrates que hay ideas que son innatas y son la fuente de nuestro conocimiento a priori

El conocimiento verdadero  para él era el saber práctico, útil para el hombre, fijo quieto y estable. Y el concepto universal, es la definición de los objetos, a la cual se llega utilizando el método conocido como mayéutica – haciendo referencia al oficio de su madre, partera-  en la cual mediante el dialogo va guiando a su interlocutor a dar definiciones partiendo de lo particular, hasta llegar a una precisa o universal.

Platón: Para él el verdadero conocimiento se caracteriza por ser infalible y por tener por objeto lo que es, al igual que Socrátes toma como conocimiento verdadero aquello . Pone como ejemplo la existencia y la inexistencia, al suponer que “un hombre ve un espejismo, la percepción sensible no puede informarle la existencia o no de lo que percibe, solo se lo puede decir la reflexión personal”; por lo tanto la experiencia sensible no es fuente de conocimiento.  El objeto del verdadero conocimiento debe ser estable y permanente, y tiene que permitir dar una definición clara. El conocimiento universal es el conocimiento más elevado. Por ello concede una realidad objetiva a ese universal en las ideas-formas o modelos arquetípicos de todo lo que existe-; estas ideas nos son necesarias a fin de conocer las cosas como lo que son.

Platón nos habla de un mundo supresensible, o sea el mundo que nos rodea, el cual no tiene una realidad aparente, conteniendo objetos de opinión pero nunca de verdadero conocimiento. A la par no exhibe un mundo inteligible, de verdadera realidad, en cual el desarrollo de la mente del hombre , partiendo de la ignorancia hasta llegar al conocimiento atraviesa la etapa de opinión  y la de conocimiento , el cual recibe el nombre de saber.

Para él hay conceptos universales  e innatos en el alma del hombre, y el aprendizaje consiste en la reminiscencia: o sea consideraba que el verdadero conocimiento se adquiría tras la muerte, cuando el  alma se separaba del cuerpo, y en el mundo de las ideas conocía , lo verdadero ,para luego en la vida mediante el recuerdo,  traía todo lo que había visto allí.

Aristóteles: Fundamentaba los conocimientos  humanos en la experiencia, puramente empirista.

No acepta la existencia innata de las ideas, el habla del alma como una hoja en blanco donde no hay nada escrito, y el hombre a través de las experiencias,  va adquiriendo información que llena esa “hoja en blanco”. Según él las cosas sensibles de este mundo son las que nos acercan al verdadero conociemiento

Distingue el saber en dos grados, el inferior  que compartimos con los animales es la sensación, un conocimiento inmediato; y hay otro conocimiento superior de saber que tiene el hombre, , generado por la experiencia como resultado de la memoria. Considera a la  ciencia el más alto grado del saber. Para ser considerado como tal  el conocimiento de la causa debe conectarse con el efecto.

Para él la ciencia es el conocimiento verdadero, y este no es más que obra del entendimiento y reclama como objeto el universal, ya que solo este se necesita. Para él el universal se encuentra inmerso en los individuos a diferencia de Platón  que consideraba que tenía existencia separada. Por ello para alcanzar ese universal es necesario recurrir a la experiencia. Y va a ser por medio de la inducción  que llegamos a encontrar ese universal como acto de nuestra intuición a través de los sentidos. Recurriendo a un silogismo que parte de premisas verdaderas e inmediatas, para llegar a una conclusión.

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