Filosofia
sabry_622 de Abril de 2015
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Texto N°1: CONCEPTO CLÁSICO DE FILOSOFÍA: LOS RASGOS DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA .
CONCEPTO ETIMOLÓGICO
“La tradición afirma que fue Pitágoras el creador del término «filosofía», lo cual resulta verosímil, si bien no es algo comprobado desde el punto de vista histórico. Sin duda el término fue acuñado por un espíritu religioso, que presuponía que sólo a los dioses les era posible una Sofía (una sabiduría), es decir, una posesión cierta y total de la verdad, mientras que consideraba que al hombre sólo le era posible una tendencia a la Sofía, una continuada aproximación a la verdad, un amor al saber jamás del todo satisfecho, de donde surge precisamente el nombre de «filo-Sofía», «amor a la sabiduría».
CONCEPTO CLÁSICO
¿Qué entendieron los griegos, en esencia, al hablar de esta amada sabiduría? Desde el momento en que nació, la filosofía asumió de un modo terminante las tres características siguientes, que hacen referencia a: a) su contenido, b) su método y c) su objetivo.
a) En lo que concierne al contenido, la filosofía se propone explicar la totalidad de las cosas, es decir toda la realidad, sin exclusión de partes o de momentos. Por lo tanto, la filosofía se distingue de las ciencias particulares, que precisamente se llaman así porque se limitan a explicar partes o sectores de la realidad, grupos de cosas o de fenómenos. La pregunta de aquel que fue y que es considerado como el primero de los filósofos , « ¿cuál es el principio de todas las cosas?» ya nos muestra la plena adquisición de este aspecto. En consecuencia, la filosofía se propone como objeto la realidad y el ser en su conjunto. Y veremos que a la realidad y al ser en su conjunto se llega mediante el descubrimiento del primer principio, esto es, el primer porqué de las cosas.
b) En lo que concierne al método, la filosofía aspira a ser una explicación puramente racional de aquella totalidad que se plantea como objeto. En filosofía resulta válido el argumento de razón, la motivación lógica, el logos. A la filosofía no le basta con constatar o comprobar datos de hecho, reunir experiencias: la filosofía debe ir más allá del hecho, más allá de las experiencias, para hallar la causa o las causas, precisamente a través de la razón. Este es el carácter que confiere cientificidad a la filosofía. Se dirá que este rasgo también es común a las demás ciencias, que en cuanto tales nunca son una mera comprobación empírica, sino en todos los casos una búsqueda de causas y de razones. La diferencia reside en el hecho de que, mientras que las ciencias particulares son investigaciones racionales de realidades particulares o de sectores particulares, la filosofía, como ya se ha dicho, es investigación racional de toda la realidad (del principio o de los principios de toda la realidad). Con esto queda aclarada la diferencia entre filosofía, arte y religión. También el arte y las grandes religiones aspiran a captar el sentido de la totalidad de lo real, pero aquél lo hace mediante el mito y la fantasía, y éstas, a través de la creencia y de la fe (como hemos dicho anteriormente). En cambio la filosofía busca la explicación de la totalidad de lo real precisamente con el logos.
c) El objetivo o la finalidad de la filosofía, por último, reside en el puro deseo de conocer y de contemplar la verdad. En definitiva la filosofía griega constituye un amor desinteresado a la verdad. Según Aristóteles, los hombres al filosofar «buscaban el conocer con la finalidad de saber y no para conseguir una utilidad práctica». De hecho la filosofía nace únicamente después que los hombres han solucionado los problemas fundamentales de la subsistencia y se han liberado de las necesidades materiales más urgentes. «Es evidente, pues concluye Aristóteles, que no buscamos la filosofía por algún provecho que le sea ajeno a ésta y más bien
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