ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Filosofia


Enviado por   •  6 de Marzo de 2013  •  2.481 Palabras (10 Páginas)  •  381 Visitas

Página 1 de 10

Resumen de VIGILAR Y CASTIGAR: Los cuerpos dóciles

FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar. Madrid: Siglo XXI, 1999. pp. 137-174 (resumen).

LOS CUERPOS DÓCILES.

En el siglo XVII la figura del soldado se caracterizaba por su valentía, su altivez, su vigor. En el siglo XVIII, se convirtió en algo fabricado caracterizado por el automatismo de sus hábitos.

Ha habido en la edad clásica un descubrimiento del cuerpo, a su manipulación, al que se le da forma, se educa, se obedece, responde, se vuelve hábil o cuyas fuerzas se multiplican. El hombre-máquina de La Mettrie es una reducción materialista del alma y una teoría general de la educación, dominando la noción de “docilidad” que hace al cuerpo manipulable. Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, utilizado, transformado y perfeccionado.

En esta técnica hay varias cosas nuevas:

La escala de control: no es un cuerpo en masa sino gestos, actitudes, poder sobre el cuerpo activo.

El objeto de control: no los elementos significantes de la conducta sino la economía, la eficacia de los movimientos. La coacción sobre las fuerzas más que sobre los signos. Lo que importa es el ejercicio.

La modalidad implica una coerción ininterrumpida, constante, que vela sobre los procesos de la actividad más que sobre su resultado y se ejerce según una codificación que reticula con la mayor aproximación el tiempo, el espacio y los movimientos. A estos métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la docilidad-utilidad se denomina disciplinas. Muchos de estos procedimientos disciplinarios ya existían en ciertos ámbitos como en conventos o ejércitos, pero han llegado a ser en los siglos XVII y XVIII unas fórmulas generales de dominación.

Así se forma una política de las coerciones que constituye un trabajo sobre el cuerpo, una manipulación calculada de sus elementos, de sus gestos, de sus comportamientos. El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. Una “anatomía política” que es igualmente una “mecánica del poder”. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos dóciles. La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo, en términos económicos de utilidad y disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos de obediencia).

La invención de esta nueva anatomía política se debe a una multiplicidad de procesos, de origen diferente, de localización diseminada, que coinciden, se repiten o se imitan. Se los encuentra actuando en las escuelas, luego en los hospitales y en la organización militar. Se han generalizado así técnicas minuciosas que definen cierto tipo de adscripción política y detallada del cuerpo, una nueva “microfísica del poder”. Como no han cesado desde el siglo XVII han invandido dominios cada vez más amplios, como si tendieran a cubrir el cuerpo social entero. Son los que han causado la mutación del régimen punitivo en el umbral de la época contemporánea.

La disciplina es una anatomía política del detalle. El detalle era desde mucho tiempo atrás, una categoría del a teología y del ascetismo. En esta tradición del detalle vendrán a alojarse todas las meticulosidades de la educación cristiana, de la pedagogía escolar o militar, de todas las formas finalmente de encauzamiento de la conducta.

Una observación del detalle, y la consideración política de éstas, para el control y la utilización de los hombres, se abren paso a través de la época clásica, llevando consigo todo un conjunto de técnicas, todo un corpus de procedimientos y de saber, de descripciones, de recetas y de datos. Y de estas fruslerías ha nacido el hombre del humanismo moderno.

EL ARTE DE LAS DISTRIBUCIONES.

La disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio:

Clausura: especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo. Lugar protegido de la monotonía disciplinaria. Por ejemplo en los internados, los cuarteles.

Principio de localización elemental o de división en zonas: a cada individuo su lugar y en cada emplazamiento un individuo. Trata de evitar las distribuciones por grupos descomponiendo las implantaciones colectivas. El espacio disciplinario tiende a dividirse en tantas parcelas como cuerpos o elementos que repartir hay. Para dominar y utilizar las disciplinar organizan un espacio analítico. Por ejemplo en las celdas de los conventos. El espacio de las displinas es celular.

Regla de emplazamientos funcionales: va a codificar un espacio que la arquitectura dejaba disponible y dispuesto para varios usos. Crea un espacio útil, compartimentando y distriuyendo el espacio con rigor. Un ejemplo proviene de las fábricas, cuando a partir del siglo XVIII la divisioón en zonas individualizadas se complica.

Rango: la unidad no es ni el territorio ni el lugar sino el rango, lugar que se ocupa en una clasificación. Individualiza los cuerpos por una localización que nos los implanta, pero los distribuye y los hace circular en una sistema de relaciones. Por ejemplo en los colegios jesuitas había una organización binaria y masiva. El rango en el siglo XVIII, comienza a definir la gran forma de distribución de los individuos en el orden escolar, por ejemplo hileras de alumnos, rango atribuído a cada uno según su tarea, etc. La organización de un espacio serial fue una de las grandes mutaciones técnicas de la enseñanza elemental, que ha hecho funcionar el espacio escolar como una máquina de aprender, pero también de vigialr, de jerarquizar.

Al organizar las celdas, los lugares y los rangos, fabrican las disciplinas espacios complejos: arquitectónicos, funcionales y jerárquicos a la vez. Son unos espacioes que establecen la fijación y permiten la circulación, recortan segmentos individuales e instauran relaciones operatorias, marcan lugares e indican valores, garantizan la obediencia de los individuos pero también una mejor economía del tiempo y de los gestos. Son espacios mixtos: reales pero ideales.

La constitución de cuadros ha sido uno de los grandes problemas de la tecnología científica, política y económica del siglo XVIII. Es a la vez una técnica de poder y un procedimiento de saber. Se trata de organizar lo múltiple, de procurarse un instrumento para recorrerlo y dominarlo: se trata de imponerle un orden. Táctica, ordenamiento espacial de los hombnres, taxonomía, espacio disciplinario de los seres naturales, cuadro económico, movimiento regulado de las riquezas.

La forma de distribución

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com