Filosofia
yulizaruth14 de Julio de 2013
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CASO PARMALAT:
Parmalat era el ejemplo del éxito impulsado por la dinámica de la mundialización
liberal. Pequeña empresa familiar de distribución de leche pasteurizada instalada en
los alrededores de Parma en la década de 1960, se desarrolló gracias a la habilidad
de su fundador, Calisto Tanzi, el cual había heredado una 'delicatessen', Calisto Tanzi
abrió una fábrica cerca de la capital gastronómica por excelencia de Italia. La misión
de PARMALAT era satisfacer las exigencias de una sociedad que se encuentra en
2Mayer J. The accountants war. The New Yorker 2002 April 22 and 29:64–71.
rápida y continua evolución, ofreciendo leches y alimentos nutritivos, sanos y con la
seguridad de una calidad obtenida a través de constantes inversiones en Investigación
y Desarrollo, Marketing y Comunicación.
A partir de 1974 Parmalat se internacionaliza y se instaló en Brasil, después en
Venezuela y Ecuador. Multiplicó las filiales y creó empresas en territorios que ofrecían
facilidades fiscales (la isla de Man, Holanda, Luxemburgo, Austria, Malta), y después
en paraísos fiscales (las islas Caimán, las islas Vírgenes británicas, las Antillas
holandesas).
En 1990 entra en la Bolsa constituyéndose en el séptimo grupo privado de Italia,
ocupando el primer puesto mundial en el mercado de leche de larga duración. Este
coloso empresarial empleaba a más de 37.000 asalariados en 30 países y su cifra de
negocios alcanzaba en el año 2002, 7.600 millones de euros, una suma superior al
Producto Interior Bruto de Estados como Paraguay, Bolivia, Angola o Senegal (Murray,
Don 2004). Este éxito extraordinario le valió a su patrón Tanzi ser considerado como
uno de los personajes del establishment italiano, miembro de la dirección de la
Cofindustria, la organización de los empresarios italianos, las acciones Parmalat
fueron uno de los valores más seguros de la Bolsa de Milán. Entre las claves de su
éxito estuvo el uso de los envases de Tetrapak para sus productos lácteos de larga
vida y la aplicación de la técnica de pasteurización a ultra temperatura. Sobre su
estrategia comercial ha dicho: "fuimos los primeros en hacer de la leche un producto y
en considerarla un servicio".
Tanzi empleó un estilo paternalista. Los empleados lo recuerdan parado al final de la
línea de producción, cuchara en mano, listo para probar las primeras pruebas de un
nuevo yogurt. La familia Tanzi, que controlaban el 51% de la sociedad, apoyaba
generosamente muchas iniciativas sociales y culturales. Don Calisto, como se le
conocía al fundador de Parmalat, y varios miembros de su familia eran muy populares,
entre ellos, su hijo Stefano, que era el presidente del club de fútbol Parma.
El origen de la práctica fraudulenta, sin embargo, se remontaba a 15 años atrás,
Fausto Tonna, el inventor de la ingeniería financiera, confesó en uno de los primeros
interrogatorios que las manipulaciones de los balances comenzaron en torno a 1989,
cuando la empresa atravesó un momento de crisis. Fausto Tonna, se ha revelado una
fuente de información formidable para los fiscales de Parma vista su disponibilidad a
tirar de la manta. Sus revelaciones han conducido a los investigadores hacia varias
pistas que explican como se empleaba la red de empresas para falsear las cuentas,
tapar multimillonarias pérdidas y aparentar una liquidez inextistente. Tanzi y Tonna
eran “las dos personas que tenían poder de decisión en esta empresa”, dice
Paola Visconti, sobrina de Tanzi y miembro del directorio de Parmalat. “Creo que una
de las mayores limitaciones de esta compañía es que se ha quedado como una
empresa familiar, cerrada al mundo exterior a pesar de su naturaleza internacional”.
Poco antes de ser detenido, Fausto Tonna, director financiero de Parmalat hasta
marzo de 2003, rompió un ordenador a martillazos. Era el ordenador con el que había
falsificado centenares de certificados. Tonna, un contable que ingresó en la empresa a
los 21 años, pasaba cada día 14 horas encerrado en su despacho, fines de semana
incluidos, Tonna disponía de más de 80 ayudantes, pero hacía personalmente incluso
las fotocopias, esa costumbre constituía un misterio para los empleados de Parmalat.
no de los contables del grupo italiano Parmalat, Alessandro Bassi, se suicidó al
arrojarse desde un puente a una carretera secundaria en la localidad de Lucignana, en
las cercanías de Parma, según ha informado la Policía italiana. Bassi, de 32 años y
padre de dos niños, era uno de los más estrechos colaboradores de Fausto Tonna,.
Las autoridades judiciales se personaron en el lugar de los hechos para proceder al
levantamiento del cadáver. El contable había sido interrogado como testigo, pero tan
sólo como persona informada de los hechos y no como imputado. Bassi mantuvo una
estrecha relación con otro de los directivos del grupo lácteo, Luciano Del Soldato, que
había sucedido a Tonna como director financiero en marzo de 2003.
La cronología del fraude es que de una primera etapa de simples falsificaciones
contables el grupo pasó, en 1998, a una nueva estrategia financiera, en coincidencia
con la constitución de la filial Bonlat, una sociedad off-shore con sede en el paraíso
fiscal de las Islas Caimán. Bonlat habría sido el eje de toda la construcción financiera,
nacida por la sugerencia de la auditora estadounidense Grant Thornton para poder
seguir ocupándose de la contabilidad de Parmalat, visto que oficialmente había
pasado a otra(Galloni, A. 2004)., Deloitte & Touche, ya que la legislación italiana no
consiente que los revisores sean los mismos pasados nueve años. A partir de 1998,
las irregularidades se hicieron cada vez más descaradas, hasta el punto de que Bonlat
aglutinó las numerosas sociedades off-shore del coloso lácteo.
El Tribunal civil de Parma ha declarado el estado de insolvencia de otras siete
sociedades del grupo Parmalat, cinco de ellas domiciliadas en Holanda y dos en
Luxemburgo. Se trata de Parmalat Netherland, Parmalat Finance Corporation,
Parmalat Capital Netherland, Dairies International, Parma Food Corporation, Parmalat
Soparfi y Olex, según informaron fuentes judiciales. El mismo día de la detención de
Calisto Tanzi, las autoridades italianas encarcelaron también a Gian Paolo Zini,
dirigente de Zini & Asociados (Z&A), la principal asesora legal de Parmalat. Según
declaraciones de los empleados de Z&A al Financial Times, la firma está plenamente
implicada. Allí se había descubierto documentación relacionada con Bonlat, Z&A había
ayudado a crear el fondo de inversión ficticio Epicurum.
Una auditoría llevada a cabo por PriceWaterhouseCoopers puso de manifiesto que
cuatro de los dieciséis pagos realizados por Parmalat a favor de Z&A estaban
relacionados con Epicurum. Esto provocó que se cuestionara el papel que habían
jugado: Citibank, la entidad que había llevado a cabo estas transacciones; el Bank of
American, que había colocado en el mercado americano 500 millones de dólares de
bonos de Parmalat y era el principal acreedor de la compañía; Capitalia, antigua
Banca di Roma, acusada por Tanzi de obligar a Parmalat a comprar dos sociedades a
precios excesivos (que utilizaron el dinero para reducir su deuda con el banco).
Para 2002, Parmalat tenía ventas de más de 7.000 millones de euros al año, en 1995,
Parmalat emitió un bono de US$170 millones. En los ocho años posteriores lanzó 35
emisiones de bonos. Tan sólo entre enero de 2000 y septiembre de 2003, la firma
recaudó más de 4.000 millones de euros, una importante porción de los 6.000 millones
de euros en deuda que la empresa reportó al 30 de septiembre. Pero con la caída de
tasas de intereses en medio de la desaceleración económica mundial, Parmalat
estaba ganando menos dinero sobre su efectivo de lo que pagaba en intereses sobre
sus bonos y préstamos bancarios. Para 2002, eso estaba comenzando a asfixiar a la
empresa por lo que se decidió recurrir a un extraño y arriesgado tipo de inversión para
intentar obtener mayor rentabilidad. Parmalat ya había entrado en una compleja
relación financiera con Citigroup Inc. en el segundo trimestre de 2002, Tanzi oyó
hablar de un nuevo fondo de inversión que estaba siendo montado en las Islas
Caimán, llamado Epicurum, que invertiría en empresas de entretenimiento, viajes y
alimentos. En noviembre de 2002, dos meses después de formado el fondo, Parmalat
invirtió cerca de 496 millones de euros en Epicurum y se comprometió a invertir otros
124 millones de euros. Los principales auditores de Parmalat eran Deloitte & Touche,
pero la sucursal de Milán de la gigante contable Grant Thornton trabajaba con algunas
de las subsidiarias de la empresa, incluyendo Bonlat, una filial financiera. Como parte
de la auditoria, Bonlat envió una carta a Grant Thornton, dándole al auditor permiso de
confirmar con el Bank of America los detalles de una gran cuenta que Bonlat tenía
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