Flisofia Con Niños

25 DE MAYO

GLOSAS

El camino a la libertad se iniciaría una mañana fría y lluviosa de otoño, con el pueblo reunido en la actual Plaza de Mayo. Los minutos pasaban y la impaciencia crecía: la multitud, que no tenía noticias de lo que ocurría dentro del Cabildo, golpeó las puertas al grito de: “Señores, el pueblo quiere saber de qué se trata”.

Cisneros no quería renunciar, pero ante la inminencia del hecho y la falta de apoyo militar, decidió dejar el Cabildo. La alegría popular saludó con entusiasmo la salida al balcón del Cabildo de los integrantes del Primer Gobierno Patrio que se acababa de formar.

ENTRADA DE LAS BANDERAS DE CEREMONIA

Renovemos nuestros vínculos con la historia y con la patria para celebrar un nuevo aniversario de aquel 25 de mayo que nos une y nos compromete. Para presidir este acto, recibimos a las banderas de ceremonia.

Bandera Nacional

Abanderado………………………………………1° esolta……………………………………2° escolta

Bandera Provincial

Abanderado…………………………1° escolta………………………………2° escolta

HIMNO NACIONAL

En este contexto de libertad se escribió nuestro Himno Nacional. Entonemos con respeto, entusiasmo y firme voz sus estrofas.

PALABRAS

“Las brevas aún no maduraron”, solía responderles Saavedra al grupo de criollos que se acercaba a pedir su intervención para acabar con el gobierno de los españoles. El jefe militar, quién también quería la emancipación, se caracterizaba por la prudencia y les aseguraba a los más inquietos que actuaría en el momento oportuno. Pero el tiempo de las brevas no tardaría en llegar …..

Nuestra historia contiene diversos acontecimientos que no solo marcaron las diferentes épocas vividas en el país, sino que también permitieron el crecimiento.

La semana de mayo es uno de esos acontecimientos, porque dicha etapa y señala el paso previo para lograr la proclamación de la independencia. Por ese entonces, nuestro país le pertenecía al rey de España, pero los criollos querían independizarse, deseaban ser dueños de la tierra en donde habían nacido.

Este malestar crecía día a día, se incrementaba cada vez más y se le sumaban noticias provenientes de España: Napoleón había tomado prisionero al rey de España, en consecuencia, la colonia estaba en plena acefalía.

Fue así que, de este lado del Río de La Plata, las opiniones comenzaron a dividirse: por un lado, estaban aquellos que apoyaban la libertad e independencia de España y, por el otro, quienes juraban lealtad al país europeo.

Los primeros argumentaban que, sin rey, el pueblo sería quien gobernase, los segundos, sostenían que la situación que se vivía en Europa era pasajera y que España, en poco tiempo, restablecería el orden.

En este clima se gestaron

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