ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fére Alter ego


Enviado por   •  21 de Mayo de 2019  •  Monografías  •  2.100 Palabras (9 Páginas)  •  163 Visitas

Página 1 de 9

[pic 1]

Fére
Alter ego



[pic 2]

Exordio

El hilo negro. Es inútil creer que lo que escribas nadie lo habrá escrito, o que, sea de lo más original y no se le parezca a ninguna obra.  Pero, ¿qué escribir cuando todo está escrito o se le parece? El infinito representado con monos. Un mono inmortal tecleando aleatoriamente durante una eternidad, tarde o temprano, acabará por escribir al pie de la letra todas las obras de Shakespeare, no solo eso, sino, todo lo escrito y por escribirse.

El sentido de escribir está en que no tiene sentido, ¿algo lo tiene? Si lo tuviera, no estaría escribiendo acerca de si tiene sentido o no. Si algo tuviera sentido nadie se preguntaría si lo tiene. ¿Cómo es que pasamos del existencialismo a admitir la vida como un absurdo?

Tal vez crea que soy bueno escribiendo (me gustaría aprender a hacerlo), como la mayoría, o tal vez mi fragmento nunca sea leído, quizá nadie lo comprenda, quizá solo lo entienda mientras lo escribo y después, ni yo sea capaz de descifrar mis pensamientos difusos. Pensamientos sin orden y sin causa. Bukowski menciona la diferencia entre los intelectuales y los artistas “El intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple”. Soy el primero, me gusta hacer las cosas difíciles, misteriosas, sin llegar al punto (aunque a veces lo haga de forma abrupta). Pienso que es más interesante.

Me pregunto ¿quiénes serán mis personajes? Un escritor decía que jugaba a esconderse en el personaje principal. Por ventura, haga esto, o no. Quizá plasme la cotidianidad que todos viven, o quizá haga una historia cliché y tonta.  

Así escribo, ergo ¿qué escribir…? 


Initiumn

Me hallaba en una especie de clase de matemáticas, una clase que en la preparatoria todos pretendían prestar atención, pero en realidad nadie lo hacía. A mi desde siempre me ha gustado las matemáticas, me parece maravilloso como en la naturaleza se presentan tales proporciones, el número áureo, phi, la divina proporción, el número de oro. Posiblemente aquí nadie le importe el número áureo, pero quizá les interese saber que el largo de sus brazos estirados es equivalente a su estatura, o lo que esconde tu ombligo, todo esto lo explica Da Vinci en una imagen, . Tal vez deberían enseñar matemáticas como son en realidad, arte me dije a mi mismo, y aunque no soy buen en matemáticas me gusta creer que si, por saber un poco más que la mayoría y es que, entre más sabes algo, menos crees que sabes y viceversa, mientras menos conoces, más crees saber.

No le hablo mucho a la gente, aunque se cómo entablar conversaciones. Mecanizo a la gente, sé de qué hablarles para que ellos hablen y solo tenga que hacer preguntas (¿No había pasado algo así la semana pasada?) para que el sujeto hable y hable. Me gusta la psicología (aunque soy un hombre exacto) pero es pseudociencia. Había visto un artículo acerca de que las personas serias son propensas a ser mejores psicólogos, por el hecho de que se la pasan mirando y escuchando a la gente.

Mi trabajo consiste en separar papeles en una máquina para imprenta, es muy grande y necesita mucho papel diario. Separo los papeles reciclables y viceversa. A veces los leo y me sorprende lo que hay dentro. Generalmente son papeles de libretas o diarios, ya que estos son los más difíciles de separar. Las hojas de máquina se las dejan a los nuevos, solo hay hojas blancas que sirven y no sirven, es muy facil hacerlo, ni siquiera tienes que preocuparte si pones una hoja mala pues la máquina nunca se atascaría.

Trabajo solo. A veces lo asemejo al Ministerio de la Verdad de la obra de George Orwell porque arrojo las ideas de las personas a la basura y solo dejo las ideas en blanco. El viejo me dice que ponga algunas hojas no reciclables en la máquina, que no pasa nada, que solo sale un poco grisáceo el trabajo, pero igual no le hago caso y siempre lo ignoro, aunque me grite.

No suele haber cosas interesantes aquí, aunque en temporada alta, en mayo o en noviembre, contrataron a una chica argentina, algo curioso nunca me lo esperé. La pusieron a unas cuantas máquinas de mí, aunque no duró mucho ahí pues se descompuso la suya. No creí que la fueran a poner en mi máquina, junto a mí, y no suponía hablarle, pero bueno, mi máquina falló.

Odio cuando esta cosa se descompone, es tan vacilante que no se le puede dar un diagnóstico.
Mi diagnóstico es sencillo, sé que no tengo remedio.1Valla, que presentación, pensé. No le hablé más ese día.

Lo de la máquina ya tenía tiempo, y ella empezaba a adaptarse al monótono trabajo. No hablaba mucho y lo que logré averiguar de ella es poco, como que dicen que es satánica (cosa que no es cierta, solo no cree en un Dios), que es del tipo de persona qué en el camion, moja el asiento de al lado para que no se siente nadie junto a ella e incluso dicen que es vagabunda. No creí la mayoría de las cosas que me dijeron ya que solo son rumores.

Levanté mi periódico y vi una nota acerca de un pederasta, entonces pensé, que podía aprovechar para hablarle y saber su dictamen sobre la religión, ya que la gente habla un montón cuando se les menciona el tema.[pic 3]

Mira esto le acerqué el periódico hacia donde estaba sentada.

Levantó la mirada de su libro extrañada, tomó el periódico y lo leyó durante diez segundos, luego me lo devolvió y dijo.

 Entre más conozco a los hombres, más quiero a mi perro.2
Diógenes, el filósofo cínico. Claro ejemplo de irreverencia. El vago que quería ser vago.

Lo que obtuve no fue su opinión, sino algo mejor. Supe que se refugiaba en la lectura y eso me agradó.

Los perros tienen pulgas,  dije las personas tienen problemas.3
¿De qué vas?
La frase, la que citaste ayer ¿no lo recuerdas?
Ah, claro.

Tal vez no la recordó en el momento, lo digo porque minutos después levantó la mirada con cara de eureka y supe que estábamos en la misma sintonía.  


[pic 4]

Discooperire

Su máquina la habían reparado, pero no duró mucho tiempo en descomponerse y de nuevo, la mandaron conmigo. Efectivamente es una persona que lee mucho, esa clase de persona que prefiere leer a dialogar. Siempre tenía en sus manos algún escrito de Nietzsche, un filósofo alemán, conozco muy poco sobre él. Dicen que somos lo que leemos, poco a poco me daba cuenta de ello, me encontraba cara a cara con el arquetipo nihilismo.4

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.2 Kb)   pdf (191.3 Kb)   docx (18.7 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com