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GUIA PARA ELABORAR UN ENSAYO


Enviado por   •  12 de Mayo de 2014  •  3.765 Palabras (16 Páginas)  •  225 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En esta obra, Sigmund Freud desarrolla un revolucionario modelo de la psique y de su funcionamiento, nombrado como “modelo estructural del aparato psíquico”, en el que la vida psíquica en su conjunto se define por las relaciones entre tres entidades o instancias diferenciadas: el Ello, el Yo y el Superyó.

Es este modelo estructural, conocido como la "segunda tópica freudiana" el que dominará independientemente de las críticas o divergencias entre las diversas escuelas, el desarrollo ulterior de la teoría.

Una vez efectuada su anatomía de la psique, Freud pasará a estudiar sus implicaciones: la relación entre las partes de la psique y las dos clases de pulsiones, y las relaciones que dichas partes mantienen entre sí, con especial atención al sentimiento de culpa.

RESUMEN

Para comprender la complejidad de la teoría psicoanalítica desarrollada por Sigmund Freud, describiré los diversos procesos que se generan de forma simultánea y que crean una complicada integralidad. Inicialmente, Freud desarrolló tres ejes de trabajo:

1) Dinámico, se refiere a la movilidad entre estructuras e función de lo que se reprime o no (un recuerdo que se moviliza del inconsciente al preconsciente, por ejemplo)

2) Tópico, remite a las instancias como estructuras (por una parte, Ello, Yo, superyó y por otra, Inconsciente, Preconsciente y Consciente)

3) Económico, el intercambio entre las fuerzas (llamadas pulsiones) que se acumulan en el Ello, Yo o Superyó.

Estos ejes fueron desarrollados a lo largo de décadas de trabajo, por tanto existen lecturas complementarias y, en ocasiones, aparentemente contrarias.

Asimismo, Freud describe el aparato psíquico, con el que sugiere cierta organización interna y le atribuye diferentes funciones a lugares psíquicos específicos, de ahí se deriva la categorización del Ello, Yo y Superyó.

La teoría estructural desarrollada aquí plantea una hipótesis acerca del funcionamiento mental ya que supone partes que constituyendo un todo (Yo, Ello, superyó), que al mismo tiempo se vinculan entre sí de modo que una modificación en una de las partes, produce modificaciones en las otras.

La expresión “el Ello”, fue tomada de Goddeck, pero su uso se remonta a Nietzche, con esta expresión, Freud plantea que los sujetos nacemos con un Ello en el que confluyen las pulsiones, otras demandas somáticas y las disposiciones filogenéticas.

El Ello se concibe como el gran reservorio de la energía pulsional (pulsiones de vida y de muerte). A partir del Ello se constituye el Yo a través del maternaje y la vinculación con los otros sujetos de quienes dependemos, aunque para Freud el vínculo primordial es el que se establece con la madre quien ayuda a la constitución del sujeto.

Así, Freud define en general al Ello como una estructura que carece de organización, y da sus caracteres por lo negativo (por lo que no tiene). Lo define por oposición de las características del Yo. Le asigna todas las características que le atribuía al inconsciente (Identidad de percepción, atemporalidad, no contradicción, no hay lógica formal, una cierta energía libre que carece de organización).

Las nociones pulsionales contradictorias coexisten sin excluirse mutuamente. La génesis para Freud de las distintas estructuras, la conceptualización, es como una distinción progresiva. Quiere decir que en el desarrollo del aparato, una estructura se va desprendiendo de la otra (cuando nacemos por ejemplo somos puro Ello por distinción progresiva sale el Yo, luego el superyó).

La otra instancia que conforma el aparato psíquico es el “superyó” que en gran parte está constituido por el “Ideal del Yo”, por Ello es una instancia crítica y reguladora, normativa en cuanto a la estructura social, pues dicta lo que está permitido y lo que no en el contexto social.

La relación del Ello con las otras estructuras es, en relación con el Yo, su límite es poco, al respecto señala: “El Yo no está netamente separado del Ello en su parte inferior se mezcla con él. Pero lo reprimido se mezcla también con el Ello del cual es sólo una parte. Lo reprimido sólo se separa de un modo tajante del Yo por las resistencias de la represión y se puede comunicar con él a través del Ello”1

Freud, S. (2006). Obras completas: El Yo y el Ello. Pp. 42

1.

Tampoco el superyó es claramente autónomo, pues menciona que es en gran parte inconsciente, “el Ello está abierto en su extremo a lo somático”.

En cuanto al Yo, Freud hace de él 2 usos principales:

1- Designa con este vocablo el “sí mismo” o “self” de una persona, refiriéndose al mismo como la representación que tiene uno de toda persona y que hace que uno se diferencie de los otros

2- Hace referencia a una parte determinada del aparato psíquico que se caracteriza por ciertos atributos y funciones específicas. En esta acepción lo usa y lo trata en este sentido:

Para Freud hay un tiempo que no hay un Yo, somos todo Ello, y tampoco hay representación de objeto. En este artículo destaca la importancia de la percepción, porque coloca el núcleo del Yo en el sistema perceptivo. El conjunto de huellas mnémicas que se forman como consecuencia de la percepción interna y externa van a comenzar a constituir el Yo. El cuerpo para Freud tiene una importancia fundamental en el Yo, porque es fuente de percepciones tanto internas como externas. Para considerar que existe un Yo debe haber una asociación entre las huellas mnémicas, es decir que tiene que comenzar a actuar la función sintética. (Freud no aclara nunca cuando empieza el Yo). “Para el Yo la percepción cumple el papel que en el Ello corresponde a la pulsión”.

En este texto, Freud le atribuye al Yo las más diversas funciones: control de la motilidad, la percepción, el examen de realidad, el juicio, el pensamiento racional.

Pero a su vez también dice cosas contrarias, le atribuye desconocimiento de muchos aspectos que ocurren en el aparato, la función de la defensa. Algunos autores piensan que estas funciones que Freud atribuye al Yo se pueden clasificar en pares antinómicos, por ej.: oposición a la pulsión y satisfacción de la pulsión; conocimiento objetivo y deformación sintomática; resistencia

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