Historia De La Belleza

Historia de la Belleza

Umberto Eco

Al parecer la belleza ha sido un elemento importante en el transcurso de la historia de la humanidad. Es un elemento que nos ha ayudado, según Umberto Eco, a calificar de “bueno” o “correcto” a algún objeto e incluso hasta una persona. Muchas veces, lo que creemos bueno o correcto provoca en nosotros un sentido de deseo, creemos que lo que es bueno, debemos tenerlo poseerlo o imitarlo, sin embargo el autor aclara que el deseo no es lo mismo que belleza. El autor pone el ejemplo de el pastel de bodas en el aparador: Sabemos que el pastel es estéticamente bello pero no significa que lo tengamos que querer al instante, posiblemente trataremos de poseerlo en el momento que necesitemos de el.

Hay otras ocasiones, como son las acciones que creemos “buenas” y no siempre queremos imitarlas, ya sea el sacrificar la vida por otra persona o donar nuestras pertenencias. Lo juzgamos como algo bueno y caritativo, pero a pesar de ello no quisiéramos sentir o experimentar dichas experiencias, también suelen calificarse como belleza.

La belleza es algo que a cambiado a lo largo de la historia y va variando según su ubicación geográfica y la época en la que se encuentre, diferentes culturas han tenido una percepción diferente de ella. Para analizarlo, Eco lo hace a través del arte, el cual cree que es una manera de expresión adecuada para la descripción de la belleza. Desde tiempos antiguos se creía que la belleza misma, se encontraba solamente en la naturaleza, de ahí la necesidad de saber apreciarla y querer imitarla. Posteriormente el hombre empezó a encontrar a la belleza en todo lo que podía obtener y hacer de la naturaleza, ya sea madera, hierro, piedras u otros elementos. A esto se le llamo artesanía y cuando en la percepción del hombre aparecen la distinción de estas con las bellas artes, es cuando aprecia al mundo que lo rodea de otra forma y así sucesivamente, la percepción de la belleza va cambiando constantemente a lo largo de la historia o incluso distintos modelos de belleza, pueden coexistir en una misma época, a veces estas resultan ser contradictorias debido al concepto de “belleza del consumo”.

El libro comienza con el antiguo griego, donde la importancia de los sentidos (visual y auditivo) es de suma importancia a diferencia de algunos conceptos de apreciación como los asiáticos donde el tacto también forma parte de algunas esculturas. Para los antiguos griegos, la distancia y la apreciación, sobre todo en la escultura era un estilo de admiración y apreciación a la belleza. “Se mira pero no se toca”.

Posteriormente para la edad media, todo se basaba meramente en los significados místicos, muchas veces otorgado por Dios, que se le atribuían a las cosas. El color era uno de los aspectos más importantes a dar significado y en muchas ocasiones la interpretación resulta contradictorio o va variando según el paso del tiempo. Las interpretaciones eran totalmente variadas. Además de los colores, algunos signos como el de “El León” (a veces Jesucristo o a veces el demonio) podían contradecirse, aunque se podían identificar dependiendo el contexto.

Para el Neoclasicismo, la visión que se tenía de la mujer cambia radicalmente, se lo otorgaba una imagen o una percepción de la belleza totalmente distinto y revolucionario, se pintaba a la figura femenina con más decisión y menos sumisa, obras como las de Jean Jaques-Rousseau, la retrataban de distinta manera, los pechos ligeramente más expuestos y dejando de lado el incomodo “corsé”.

Estos son algunos ejemplos de cómo la percepción de lo que es bello, va dependiendo de cierto tiempo o de cierto contexto, analizarlo completamente sería algo muy complejo y muy difícil ya que como se vio en los ejemplos expuestos en el trabajo, muchas veces se pueden

...