IDEALISMO.FITCHE

[pic 1]

Idealismo de Fichte

En un periodo donde la exaltación del espíritu humano es lo más importante en el ámbito del arte, la filosofía, la literatura y la vida en general. Las actitudes sentimentalistas e idealistas se van haciendo manifiestas en una oleada de varios pensadores que escriben su manera de entender lo bello y lo estético. Lo característico del romanticismo y del idealismo es la exaltación del “yo”.

Johann Gottlieb Fichte llega con su teoría, arrastrando sensaciones románticas, aunque, más bien nos expone su modo idealista de entender que lo infinito es principio de la realidad. Siguiendo un poco el pensamiento kantiano, de que “la razón es la autoridad última de la moral”, la razón es revelada en la conciencia humana. Considerando  el intento metafísico de Kant, de obtener el conocimiento de la realidad, Fichte ve al espíritu humano como la fuente primordial y formal de todo saber concerniente a la experiencia. El espíritu es autocreación, los idealistas le dan poca importancia a los elementos externos de la conciencia, y empiezan a afirmar y creer que la experiencia, era una actividad creadora del sujeto pensante.

Kant, nos dice que el conocimiento parte de la experiencia, del yo pienso, actividad limitada por el material sensible obtenido de las sensaciones, afecciones, solo apariencias, sin ser capaz de crear. Entendemos entonces por Kant, que todo conocimiento, formas y principios racionales vienen del sujeto que informa y determina el material a partir de las experiencias. Para Fichte y su idealismo, todo conocimiento es puesto por el sujeto, aún la materia o el objeto por conocer, donde el yo trasciende como principio metafísico y ontológico, llegando así al yo absoluto y principio supremo de todas las cosas. Este es su idealismo subjetivo.

Su obra principal donde expone sus teorías son: “Bases de toda la teoría de la ciencia”, “Bases de la ley natural de acuerdo con los principios de la enseñanza de las ciencias” en 1796, “El sistema de ética basado en los principios de la enseñanza de las ciencias” en 1798, un artículo de “Revista filosófica” de 1798, su utopía política  “El país del comercio cerrado” en 1800, “Las características de la edad actual”, “El camino hacia una vida bendita” en 1806, y sus celebre “Discurso a la nación alemana” de 1808-09, concluyendo con su última y más célebre obra “El científico”.

Fichte decía: “la clase de filosofía que se elige depende de la clase de hombre que se es”. Su reflexión sobre la naturaleza del saber y el sentido del querer, lo llevan a elaborar la teoría de la ciencia y la ciencia de la moral, explicando su dialéctica del yo. Si partimos del yo como material de conocimiento, el yo se vuelve infinito. Como actividad infinita es posible explicar la realidad externa.

TEORIA DE LA CIENCIA

Tratando de explicar el origen de todo conocimiento del mundo, nos dice que proviene de un principio supremo. Principio supremo que parte de un primer paso, y es que el “yo” se oponga a sí mismo. Fichte se interesa en demostrar la espontaneidad del yo y la expresión dinámica creadora del espíritu. La teoría de la ciencia “constituye absolutamente a priori toda la conciencia común de todos los seres racionales en cuanto a sus trazos esenciales, lo mismo que la geometría construye absolutamente a priori las maneras universales de limitación del espacio por cualquier ser racional”. (l, c., lec. 3 Obras, II, 379).

El sujeto es quien pone la materia, es espíritu, lo es todo, esta es la expresión del idealismo absoluto, la filosofía del espíritu, que se debe considerar como un dios, que lo crea todo de la nada. Para que de una idea se dé una realidad, será insuficiente pensar que del yo se pueda obtener toda la ciencia. Para llegar a esto, es necesario realizar un análisis del cual podamos llegar a lo que oscuramente está escondido en el yo. La teoría de la ciencia nos dice que existe una fuerza enfrentada a todas las fuerzas finitas, el “no yo”, una fuerza opuesta que es simplemente sentida. El anteponer esta fuerza finita del “yo”, con el “no yo”, nos llevara a la determinación del “yo”, la obtención de la ciencia.

Fichte sentía realista su nueva teoría y creía que todas las formas empíricas de la conciencia, son en definitiva deducido del yo. “Partiendo de la suposición de la autoconciencia, como resultado de todas las demás determinaciones de la conciencia, se debe llegar a la determinación de la conciencia, a través de la intuición inmediata, que se da en todo ser racional”. Esto último es la dialéctica del yo, el modo de poder comprender el proceso evolutivo creador del ser. La deducción de estas determinaciones fundamentales de la conciencia se dan con el proceso dialectico en tres fases: tesis, antítesis y síntesis. En la tesis nos auto reconocemos y experimentamos a nosotros mismos, comprendiendo el principio de identidad y la categoría de la realidad. Al llegar a ese punto, nos sentimos tocados por un opuesto, resultado de un proceso inconsciente y libre, el yo produce la antítesis, “el no yo”, que ahora se hace preconsciente, es el resultado de una oposición y negación, surgen aquí los principios de la contradicción y la categoría de la negación, el yo se opone y auto limita. En la síntesis se llega a la superación de la contradicción, reconociendo la unidad y obtención del “yo absoluto”.  Surgen aquí los principios ontológicos de la razón suficiente y la categoría de limitación, y al juntar estos se puede descubrir el fundamento de la posibilidad. Comprendiendo este razonamiento podemos llegar a la auténtica esencia del saber.

...