INVESTIGACIONES SOBRE EL EMBRIÓN HUMANO - JACQUES TESTART

INTRODUCCIÓN

Para entrar en este campo es importante señalar en un primer momento que se halla vinculado estrictamente con la paradoja existente entre la investigación científica con fines de desarrollo humano-genético en la búsqueda del conocimiento y realización de la perfección humana y en el campo de la ética humanista que fundamentada en la dignidad de la persona humana desde su concepción hasta su final, busca defender a toda clase la vida y evitar a toda costa la intervención científica degenerativa sobre el embrión humano.

La libertad de la investigación está considerada algunas veces, y especialmente en los países anglosajones, como un principio tan fundamental que justificaría una autonomía total de la ciencia en el seno de la sociedad, y una organización de prácticas sociales fundadas sobre los datos de la ciencia .

OBJETIVO

Por medio de esta investigación quiero tomar como guía el artículo de Jacques Testart, (“Investigaciones Sobre el Embrión Humano”, ubicado en Revista de derecho y genoma humano, ISSN 1134-7198, Nº 12, 2000, págs. 225-236), hacer un recorrido y una profundización académica en cada uno de los postulados presentador por el autor, trayendo a colación diferentes posiciones que se oponen o justifican la investigación sobre embriones humanos.

INVESTIGACIONES SOBRE EL EMBRIÓN HUMANO

¿EMBRIÓN, HUMANO O PREHUMANO?

El ciclo vital de un ser humano se inicia a partir de una célula única, cigoto, formada por la fecundación de dos gametos, femenino y masculino. A partir de aquí surge el primer problema concerniente en que esa célula, y durante su desarrollo, puede empezar a llamarse ser humano, y esto está estrechamente relacionado con el problema de la individualización de la nueva vida humana que a su vez se basa en las propiedades de unicidad, único e irrepetible, de unidad, ser uno solo, e incluso de mismidad, identidad genética.

En referencia a la individuación del ser vivo, dependiente de las características de unicidad y unidad, estas características no se dan previas a los 14 días tras la fecundación por tanto: la unicidad no se da, puesto que se dan casos de gemelos monocigóticos, en los que existe identidad genética venida de la división del embrión en etapas previas a la formación de la línea primitiva; respecto a la característica de unidad (ser solamente uno), tampoco se da el caso antes de los 14 días ya que existen casos de fusión de dos embriones distintos (quimeras); por último, en relación a la mismidad del nuevo ser, ¿cuándo en el individuo se manifiesta su identidad o mismidad genética? Tal evento no se presenta hasta que los genes que contiene se expresen y sinteticen las proteínas correspondientes .

Por el contrario, hay quienes consideran que desde la concepción, la unión de los dos gametos ya se puede hablar de una persona humana:

En relación con la autonomía teleológica y el estatuto del embrión humano, cabe recordar, desde el punto de vista de los aspectos descriptivos de la embriología humana, que se confirman los hechos objetivos y verificables de la coordinación, continuidad y gradualidad con que el proceso de desarrollo embrionario tiene lugar. Luego de la fecundación, con la fusión de los gametos, se ha dado inicio a una nueva vida, la de un individuo diferente a sus progenitores; cuando acontece que aquellos gametos corresponden a los de padre y madre de la especie humana, el cigoto resultante, la nueva realidad individual y existente, es un miembro de una especie no diferente a la de sus progenitores, la humana .

LAS INVESTIGACIONES

Con la fecundación in vitro, donde la existencia se desarrolla fuera del cuerpo femenino, la perspectiva de intervención directa sobre estos han ido apareciendo debido a una serie de fenómenos, por el aumento de los embriones disponibles debido a: 1) Número de mayor de embriones producidos, por el aumento número de parejas tratadas con

fecundación in vitro, por el número de óvulos extraídos y por el aumento de la proporción de embriones obtenidos; 2) por la disminución de número de embriones transferidos, y 3) por la posibilidad de conservar por más tiempo los embriones no trasferidos.

1. Qué uso se le puede dar a esos embriones

En 1994, durante la reflexión nacional en la que se adoptaron las leyes de la bioética, se hicieron propuestas concretas de investigación sobre el embrión.

1.1. Cinco proyectos clásicos

1. Investigación para conocer las causas de la mayoría de la mortalidad embrionaria particularmente elevada en la especie humana. Esta mortalidad especialmente se da por defectos cromosómicos de los gametos, puesto que un tercio de los óvulos y un 10% de los espermatozoides presentan tales defectos.

2. Investigaciones que permitan comprender por qué el embrión humano es capaz de implantarse en la trompa.

3. Investigaciones que permitan la búsqueda de nuevas formas de contracepción, en particular por inhibición de la fecundación, es decir nuevas técnicas que eviten eficazmente la unión del esperma con el óvulo y de esta manera no atacar al zigoto en desarrollo sino a los gametos potenciales.

4. Investigación sobre el origen de las anomalías fenotípicas del espermatozoide humano, ya que esta es una condición exclusiva de la especie humana y cada vez más frecuente.

5. Investigaciones que permitan el desarrollo de técnicas de intervención con fines médicos. Intervenciones sobre el óvulo o sobre el embrión. Se trata de prácticas de aprendizaje individual o de ensayos tecnológicos, actividades desprovistas de cualquier incidencia cognitiva.

1.2. Los Nuevos proyectos:

En 1998 la Academia de Medicina declaraba que “la investigación sobre el embrión humano es capaz de mejorar el pronóstico de fecundaciones extracorpóreas, permitiendo la identificación de los embriones portadores de anomalías letales”. Esta afirmación logra confundir la investigación sobre el embrión humano y la identificación individual de embriones, práctica que tan solo aporta información sobre la progenitura de una pareja.

El objetivo de estas investigaciones no es únicamente el de mejorar las técnicas existentes de la AMP (Asistencia Médica para la Procreación), sino de contribuir al desarrollo de terapias susceptibles de aportar respuestas a enfermedades muy graves, a menudo incurables. Se trata de producir celular o tejidos para injertos a partir del cultivo

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