ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ideología, La ética Y La Política En Trabajo Social


Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  5.762 Palabras (24 Páginas)  •  431 Visitas

Página 1 de 24

Reflexiones sobre la ideología, la ética y la política en Trabajo Social*

Profesora Susana Cazzaniga

1.- Presentación

Publicaciones y disertaciones, tema de congresos y jornadas, eje de foros: la cuestión del proyecto ético político ha hecho irrupción como parte del debate dentro de Trabajo Social. Significativamente la preocupación es compartida tanto por las asociaciones de profesionales como las que congregan el espacio académico, convirtiéndose además en una problematización que recorre otros países latinoamericanos. En lo que sigue intentaré realizar algunas reflexiones con la intención de contribuir a esta discusión, líneas que están imbuidas del propio recorrido personal por este oficio que he abrazado hace ya un tiempo, por la intervención profesional, la docencia en Trabajo Social, la investigación y la extensión.

Dentro de este contexto creo conveniente expresar algunas inquietudes que me origina la “forma” en que el tema está circulando y que se constituyen, de alguna manera, en los ejes desde los cuales enlazo estos aportes. En primer lugar me preocupa que este tópico sea considerado como algo “nuevo” en el campo disciplinar, en segundo lugar que se piense que porque no se lo explicite como tal, no existe vinculación entre Trabajo Social y lo político, y en tercer lugar que sea tomado como una “moda”, o como una consigna que termine como cascarón vacío de contenidos efectivos. El tema entonces adquiere relevancia y remite a una exigencia de profundización teórica a fin de no quedar “entrampados” en repeticiones cristalizadas aunque percibo que en esta línea de superación se están intentando los esfuerzos a partir de los muchos foros de discusión que la cuestión está convocando en estos últimos tiempos.

Para introducirnos al tema y desde la honestidad intelectual que anima la intencionalidad de estas reflexiones vale la pena destacar que han sido los colegas de Brasil quienes han abordado con rigurosidad el tema, y resulta interesante observar —por lo menos desde la lectura de las diversas y numerosas publicaciones al respecto— cómo el mismo es recuperado desde la trayectoria que la categoría fue realizando en relación con el proceso político de la sociedad brasilera a partir de la segunda mitad de la década de 1970 , anudado a la propia consolidación organizativa y a la búsqueda de la calificación teórica de sus cuadros profesionales , aspectos éstos que cimientan la dimensión política; el debate sobre la ética desde estas bases durante los 90s pone el norte en términos de lineamientos estratégicos como proyecto que enfrente a partir de “… objetivos práctico – estratégicos (…) la radicalidad de la cuestión social” como plantea Marilda Iamamoto. En pocas palabras la voluntad por la construcción de una hegemonía en determinada dirección dentro de la profesión en aquel país, ha sido producto de un recorrido que fue definiendo un proyecto ético – político.

Estas últimas y brevísimas referencias —por las que pido disculpas a los colegas de Brasil si incurro en errores de interpretación— están tomadas en el sentido comparativo, más precisamente para dar cuenta de cómo se expresan los procesos particulares, a fin de poder poner el debate en nuestro país en los términos que corresponden, o sea en el contexto de las propias circunstancias históricas. En este sentido nuestro derrotero mantiene con Brasil diferencias, entre las cuales la feroz dictadura militar que hemos padecido tiene su peso como dispositivo desarticulador que se prolonga incluso durante los períodos democráticos que le suceden, sumándosele en éstos últimos años, la instalación de las políticas neoliberales. Esto no significa que el Trabajo Social argentino no ha buscado sus consolidaciones, todo lo contrario, sólo que lo fue haciendo dentro de las condiciones en que se debatía la sociedad argentina y justamente por estas razones es que no es casual que hoy nos encontremos discutiendo sobre el proyecto ético político, como tampoco que se nos abran tantas interrogantes al respecto, sin dejar de lado por cierto que la participación en encuentros latinoamericanos —sólo posible pos dictadura— permitieron ponernos en contacto con las producciones de otros países entre ellos, Brasil.

En síntesis, que el tema haya ingresado a la “agenda” de los trabajadores sociales resulta, por lo menos, auspicioso en tanto se convierte en un mojón sustantivo de afianzamiento disciplinar. Con todo, vale orientar la discusión en torno a algunos ejes con el propósito de otorgar inteligibilidad a este contenido y pueda ser asumido como preocupación y ocupación de conjunto, en tanto por definición lo político expresa la intersección de lo público y lo colectivo.

2.- Trabajo Social y lo político: una mirada hacia la trayectoria

Los campos disciplinares y las profesiones que en ellos toman cuerpo, son producto de los procesos sociales históricos y como tal reproducen, con sus necesarias particularidades, las disputas que se dan en el seno mismo de la sociedad por los diferentes proyectos societales. Así por “acción u omisión”, por convicciones argumentadas o vacíos de reflexión crítica, Trabajo Social desde su misma emergencia en la escena pública como práctica específica ha desplegado una “acción política” de adhesión o impugnación de aquellos proyectos. No obstante serán los años de gran movilización social que se suceden en las décadas de 1960 y 1970 —tanto en nuestro país como en el nivel internacional— los que permitirán incorporar la problemática de la política dentro del colectivo dividiendo aguas en términos de posicionamientos más o menos de conjunto. Para el caso de nuestro país un primer intento de definiciones —todavía involucradas en el marco del funcionalismo que impregna a las ciencias sociales de fines de los años 50 en el contexto del desarrollismo— se da en la oposición “tradicional/moderno”. Estas designaciones acerca de las características de Trabajo Social se incorporan a partir de la llegada de la experta de Naciones Unidas, Asistente Social Valentina Maidagán de Ugarte a pedido del gobierno nacional en 1957 y que queda plasmado en el documento “Información acerca de las Escuelas de Servicio Social. Anteproyecto de Recomendaciones” elaborado por ella. La introducción del Trabajo Social “moderno” es puesta en debate como línea de demarcación en las primeras editoriales y artículos de la Revista Hoy en el Servicio Social. En efecto, la nota editorial del número 4 y 5 de febrero de 1966 lleva como título "¿Caza de brujas en nuestra profesión?", y en ella se denuncia por

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (37.2 Kb)  
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com