KARL MARX Y LA ENAJENACIÓN DEL HOMBRE

KARL MARX

Karl Marx, mejor conocido como Carlos Marx, tiene un punto de partida para su pensamiento, este es la concepción de la economía y hace a un lado el concepto subjetivo y trascendente que se tenía de ella.

Así mismo, piensa que el hombre ha llegado hasta donde esta gracias a el mismo, gracias a lo que el se ha ido formando laboralmente, es decir, el hombre es esencialmente un ser de trabajo, ya sea trabajo tangible o universal, es decir el de producción de bienes y el de satisfacción de necesidades, que serian también, los servicios. Esto es el trabajo económico que finalmente es la base de la sociedad.

Por lo tanto Marx comienza su a análisis en el ámbito económico, es por eso que piensa que la esencia del hombre no puede darse solo en la conciencia ni en la espiritualidad, si n que también se vincula directamente con la materia a través del “ser – genérico” del hombre. Así también la economía es vista desde su historia como su dimensión humana.

El dice que en el trabajo se encuentra la paradoja que Marx señala como la clave para entender al hombre y su sociedad, en donde se supone que debería estar el hombre, es en donde se encuentra ausente, esto quiere decir que el trabajo se enajena de la esencia del hombre, que en verdad no es dueño de sí mismo, sino mas bien pertenece a las labores, es decir, pertenece al trabajo.

El hombre se vuelve un “objeto” y/o “mercancía” mas dentro de la economía capitalista, esto es, el hombre no se reconoce en su trabajo, se ha vuelto algo extraño y ha dejado de ser para él, una actividad creativa. Mar resume la enajenación de la esencia del hombre en el trabajo como:

1.- Lo que el trabajador produce es además de ser extraño y ajeno, también son cosas que ellos no disfrutan a pesar de que son ellos los que los producen, ya que estas cosas son utilizadas por alguien más, es decir, el capitalismo, por lo tanto dichas producciones se convierten en algo hostil y el propio trabajador queda esclavizado.

2.- La enajenación no se trata de una cosa o un bien, es más bien la enajenación de la esencia misma de su humanidad esta esencia no es otra cosa que su “ser trabajador”, es decir su actividad como trabajador. Sin embargo, cuando el trabajador vende o alquila su actividad de acción productora para poder sobrevivir, este deja de ser dueño de si mismo, y si se a hablado de que su vida propiamente humana es el trabajo, al ser este enajenado, también se enajena la propia vida, es decir, la condición humana del trabajador.

3.- lo que queda enajenado n el trabajo que es a la fuerza, es el “ser genérico” del trabajador. El trabajo enajenado, es el trabajo condicionado, es decir, aquel trabajo que se hace por necesidad, y que no nos da libertad por que no se hace con gusto, Marx quiere decir con el término “ser genérico”, no solo es individual, sino que también forma parte de la humanidad, misma que es el ser genérico, esto es el carácter humano que existe en cada uno, con “ser genérico” se refiere también al carácter social del hombre. Esto tiene un cambio radical pro que el “otro”, es decir los “otros” seres humanos con los que nos vinculamos no son necesarios para nosotros, porque finalmente son nuestros semejantes, porque no son ajenos. En el “ser genérico” el hombre también se vincula a todo aquel mundo que no es humano a la naturaleza.

“ser genérico” tiene varios significados, por una parte, es enajenar nuestra condición social, esto quiere decir que hay que dejar a un lado a los humanos y entenderlos como algo extraño y ajeno a nosotros, tambien se enajena la legítima propiedad y apropiación de lo humano sobe lo no humano, esto quiere decir sobre la naturaleza.

Alienar al ser humano con un trabajo agobiante y asfixiante, es limitar a la vida extremadamente, es transformar al hombre en un “ser egocéntrico” incapaz de ver la semejanza con los demás hombres y con la naturaleza. Es el ser que no pasa de tener la relación rutinaria que tiene con los demás.

En la enajenación del “ser genérico” lo que se enajena en última instancia es la libertad del hombre, es decir, lo limita a superarse no solo en cuanto a sus necesidades físicas inmediatas, si no la finitud, la esclavitud de la subjetividad de la propia.

Para Marx, la libertad es inseparable de la “sociabilidad del hombre”, esto quiere decir que la libertad y comunidad son necesariamente

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