Keynes y Neoclásicos

Neoclásicos

Los neoclásicos suponen que la economía está siempre en pleno empleo del trabajo y de los factores productivos. Las máquinas tienen que estar siempre trabajando. La situación normal es un equilibrio del empleo total. Si no hay pleno empleo es porque alguien está interviniendo en la producción o en el capital, por ejemplo: los gobiernos, los monopolios privados, los huelguistas, etc. La política que garantiza el pleno empleo normal es el Laissez Faire (“dejar hacer, dejar pasar”), la ausencia de intervención estatal. 

Las fuerzas del mercado son la oferta y la demanda. Éstas determinan los valores de los elementos de producción y de las mercancías. Estos valores son los precios y el sistema que los fija es el mismo mercado (mecanismo inconsciente de maximización).

Todas las mercancías tienen un precio que iguala la oferta y la demanda. Lo mismo pasa con el capital.

Si sube la tasa de interés habría poca demanda de inversión y mucho ahorro, y si baja la tasa de interés sube la inversión y hay menos ahorro.

Pero va a haber una tasa de interés que iguala a la oferta de trabajo.

La aceptación del pleno empleo se justifica en el supuesto de que “toda oferta crea su propia demanda” (Ley de Say). La producción mal encauzada puede originar una superoferta temporal, pero mientras la oferta cree su propia demanda no puede haber superproducción (negación de la posibilidad de una deficiencia de demanda).

Presuposición de que consumir menos hoy, significa consumir más en una fecha posterior. Se ahorra hoy para invertir ese capital en una compra futura. No se reconoce que una disminución del consumo puede conducir a una disminución de la demanda y por lo tanto al paro. Tampoco reconoce a la propensión al ahorro por el simple deseo de riqueza.

Presuponen que no existe el paro involuntario. El para voluntario existe cuando los obreros no quieren aceptar salarios inferiores a los corrientes. Ejemplo: los obreros en huelga por salarios superiores. Podrían estar empleados si aceptan salarios inferiores.

Paro por fricción: dejan de trabajar temporalmente por imperfecciones en el mercado

Si la distribución de las mercancías se decide en el mercado, la distribución del capital también. En una economía donde haya alta oferta de los trabajadores, el salario va a ser alto. No existe lucha de sectores. Si un trabajador gana poco es porque su productividad es decreciente, y si gana mucho es porque la cantidad marginal de capital en ese sector es más grande que en otros sectores. Retribución de acuerdo a las cantidades marginales de cada trabajo. No puede haber paro si los obreros aceptan lo que merecen. Los obreros pueden encontrar trabajo aceptando reducciones de salarios que otros obreros se rehúsan a aceptar, pero muchos prefieren permanecer ociosos.

En tanto haya alguien parado, se ofrecerá para trabajar y hará bajar los tipos de salarios hasta que sea lucrativo para los empresarios, emplear a todos los que quieran trabajar.

Keynes: 

Todas las economías deciden poner punto final al patrón oro. Se devalúan de manera importante las monedas, y el proteccionismo pone barreras a la libertad de importaciones y exportaciones (altos aranceles). Proteccionismo importante en la década del 30.

El esquema keynesiano es el que rompe con los clásicos de las teorías del valor, es decir:

-Las elecciones de los consumidores y productores son los que van a equilibrar el mercado.

-Factor de pleno empleo de los factores productivos. Tasas de interés en equilibrio.

-Ley de say: toda buena oferta crea su propia demanda. 

Todo esto es desmentido por los Keynesianos. Todos los productores actúan con racionalidad y actúan por la búsqueda de beneficios. Esto puede desembocar en una crisis por las expectativas, ya que cada uno actúa en base a su racionalidad (microeconómica).

Racionalidad macroeconómica: este va a ser el actor que va a sacar al capitalismo de la crisis y este actor va a ser el Estado y su intervención en el mercado.

Los Keynesianos van a decir que el desequilibrio de la producción se puede dar en una sociedad con o sin pleno empleo. No es necesario que haya oferta de trabajo para que haya pleno empleo.

El desempleo es involuntario. El problema va a ser que no existe una demanda suficiente de consumo y producción y no llegue a equilibrar la economía. La culpa es del sistema.

Esto se soluciona según Keynes, con una mayor inversión productiva.

Los empresarios no demandan más trabajadores porque el salario sea bajo, sino que los demandan si realmente los necesitan.

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