LA CAUSA DE LOS ADOLESCENTES. François Doltó.

LA CAUSA DE LOS ADOLESCENTES. François Doltó

ADOLESCENCIA  → algunos autores la ubican entre los 14 y los 18 años y la definen como una simple transición a la edad adulta. En términos de crecimiento la describen como un desarrollo muscular y nervioso, hasta los veinte años.

Doltó → fase de MUTACION en donde el adolescente pasa a ser objeto de cuestionamiento cargado de angustia. En esta etapa los padres dejan de ser valores de referencia. La autora plantea una época de debilidad adolescente donde se necesita el apoyo de personas secundarias (ej. educadores). En la adolescencia, momento de extrema fragilidad, se defienden mediante la depresión o un estado de negación. El estado adolescente se prolonga según las proyecciones que el joven recibe de los adultos y según lo que la sociedad les impone como limites de exploración.

SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA → no hay vida sexual si no es a través de la imaginación. Los adolescentes penetran en un falso nivel expansivo de la sexualidad, que depende de lo imaginario: la masturbación que, por un lado, permite hacer de sostén a las pulsiones que le permitirán superar la depresión, y por otro lado, se convierte en una trampa porque se descargan nerviosamente y tienen mayor dificultad para enfrentar la realidad.

        Personas secundarias → son los educadores en el ámbito escolar, deportivo, artístico que deben fortalecer al sujeto pidiéndole su opinión. Este fortalecimiento es necesario porque durante esta etapa, cuando el joven empieza a tener ideas propias y a volcarlas en la conversación con adultos, el padre no quiere que su hijo sea escuchado, el debe tener la supremacía.

PUBERTAD → momento de preparación de la primera experiencia amorosa. Siente un riesgo que  desea y teme al mismo tiempo. El riesgo del primer amor es experimentado como la muerte de la infancia, la muerte de una época.

El hecho trascendental que marca la ruptura con la infancia es la posibilidad de disociar la vida imaginaria de la realidad; el sueño de las relaciones reales. Tras la crisis edipiana el niño comprende que no podrá encontrar su objeto de amor dentro de la familia. Alrededor de lo 11 años se manifiestan los primeros indicios de una sexualidad con un gran componente imaginario.

En el varón se manifiesta en las primeras emisiones del esperma y en la mujer en las primeras reglas menstruales. Los púberes sufren una especie de fiebre psíquica de amor por modelos o ídolos de masa. Se da en el juego de roles, donde lo imaginario desplaza a lo real. En la segunda vida imaginaria los temas de interés están fuera del núcleo familiar, los modelos son exteriores a la familia, que sigue siendo un valor de refugio, pero los adolescentes ponen su empeño en triunfar socialmente con los compañeros y grupos deportivos. Estallará el problema latente, los temas de interés extrafamiliares siguen teniendo a los padres como referencia. La primera vida imaginaria (inicia entre los 3 o 4 años), pone la mira en las personas del grupo familiar. Los niños son de la misma opinión que el padre. La visión del exterior queda obstruida por su interés por la familia y el modo en que esta reacciona ante la sociedad.

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