LA DIVERSIDAD CULTURAL VERACRUZANA SUSTENTADA EN SUS PUEBLOS INDIGENAS
15032001412 de Noviembre de 2014
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TEMA 3: LA DIVERSIDAD CULTURAL VERACRUZANA SUSTENTADA EN SUS PUEBLOS INDIGENAS
3.1 DIVERSIDAD Y CONTRASTES DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
Las lenguas indígenas de Veracruz pertenecen a diferentes familias lingüísticas, cada una con grandes tradiciones y desarrollo histórico-cultural. Una familia de lenguas, es el resultado de la evolución y diversificación de una lengua madre; es importante resaltar que las lenguas que pertenecen a una familia, mantienen rasgos comunes y conservan una estrecha vinculación entre sí, metafóricamente hablando se encuentran relacionadas genéticamente. Dos o más lenguas se consideran genéticamente relacionadas, cuando muestran correspondencias sistémicas en su estructura, en contenido, o bien por su significado, el cual no puede atribuirse a la casualidad, sino a los préstamos lingüísticos que se dieron por diferentes motivos. Es el caso de la lengua Chinanteca, la mayoría de sus hablantes radica en el norte del estado de Oaxaca, en la región de la Chinantla, aquí se localiza un grupo de idiomas de la familia Chinanteca.
Las lenguas que se hablan en los otros pueblos aledaños son las variantes dialectales de la lengua. La familia de lenguas chinantecas se caracteriza porque las raíces de sus palabras en la mayoría son monosilábicas; es una de las lenguas tonales y cuenta con diferentes características lingüísticas que no comparte con otras familias de lenguas en la región.
En el centro encontramos una variante dialectal del náhuatl o mexicano, concretamente la de Zongolica. En la región sur se hablan las lenguas: popoluca, zapoteca, chinanteca, mazateca, mixteca, zoque, mixe, náhuatl. Entre las lenguas veracruzanas con mayor número de hablantes encontramos la náhuatl, la totonaca, la huasteca y la chinanteca.
Un porcentaje importante de hablantes totonacas se encuentra en el norte del estado de Puebla y un reducido número en el estado de Hidalgo, sin dejar de considerar aquellos totonacas que han migrado hacia el sur de Veracruz. La lengua totonaca y la tepehua guardan una estrecha relación lingüística, ésta última se habla en los municipios de Ixhuatlán de Madero, Tlachichilco, Veracruz; en Huehuetla, Hidalgo; y otros municipios y localidades del estado de Puebla.
La lengua huasteca pertenece a la gran familia lingüística máyense, se habla en varios municipios del norte del estado particularmente en el municipio de Tantoyuca y se extiende a las entidades de San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Querétaro y Tamaulipas, con diversidad de hablas locales y regionales.
La lengua Popoluca forma parte de la familia zoque-mixe, se compone de las lenguas: mixe, zoque y popoluca, se hablan en los estados de Oaxaca, Veracruz y Chiapas; la popoluca, se localiza en los márgenes de la Laguna de Catemaco y el Río Soteapan, en la Sierra de Santa Martha y la Costa del Golfo de México; la mayoría de los pueblos popolucas pertenecen al municipio de San Pedro Soteapan y presenta una unidad idiomática sin profundas variaciones dialectales.
La diversidad de lenguas en el territorio veracruzano muestra una convivencia con gran profundidad en tiempo y espacio; sin que unas desplacen a otras, es evidente que estos idiomas sirvieron y desempeñaron papeles importantes de cohesión y defensa ante la agresión de otros pueblos en distintos momentos de desarrollo histórico. Hoy, la composición multicultural de Veracruz está enriquecida en algunas microrregiones con población negra y migrante de otros países, que nos presentan retos importantes a los cuales debemos enfrentar con estudios e investigaciones históricas, antropológicas y lingüísticas.
3.2 TOTONACOS
Los totonacos no tienen una religión sincrética sino desarrollaron una propia que varía según las zonas pero a la vez guarda elementos comunes. En sus prácticas curativas, pero no sólo en ese ámbito, se manifiesta en gran medida el contenido propio de su religión. La Iglesia católica tuvo que aceptar sus ritos y dejar entrar a los bailadores del volador y del quetzal a las iglesias. La religión de las totonacas no es sincrética ni subordinada al catolicismo, sino que es algo aparte de igual valor. Sus conocimientos históricos, transmitidos en lengua totonaca, guardan su pasado desde los orígenes, a través de los tiempos de la pre conquista, cuando vivían sus reyes, hasta la llegada de los españoles y la revolución. Una cosmovisión completa que explica el orden del universo y de la naturaleza, que da reglas y tabúes para protegerlos, contribuye a que una gran parte de los totonacos se sienta orgullosa de su cultura.
Al norte de El Tajín se encuentran los huasteco-mayas o teenek que conviven allí con los totonacos, si se les pregunta cómo saludan, uno podrá escuchar, en sonidos cercanos al maya peninsular, con el que está emparentada su lengua, la expresión: Jóton ti ulu tam ca tzich, ¿Qué dice entonces tu corazón? O bien, otras que consideran el bienestar ajeno. Hoy, los teenek ocupan una pequeña franja del que fuera su territorio histórico que se extiende por el norte de Veracruz y oriente de San Luis Potosí. Este territorio lo comparten con grupos nahuas .En sus comunidades, la vida de los teenek gira en torno a la agricultura de alimentos básicos, sobre todo de maíz y frijol bajo el sistema de rosa, tumba y quema, y de la fabricación de numerosas artesanías (en especial las hechas a partir del zapupe, como morrales, bolsas, cordelería y estropajos; de la palma real, como sombreros, petates, asientos, sopladores y diversos objetos de cerámica), actividades que se complementan con el comercio en pequeña escala, la cría de ganado vacuno, ejidal y particular, de guajolotes, gallinas y puercos, por casi todas las familias, la producción de algunas frutas y hortalizas, la recolección y la migración de los jóvenes -hombres y mujeres- a las ciudades para trabajar en diversos oficios, en general no especializados.
En el trabajo agrícola, lo mismo que en el artesanal, participan las mujeres y los niños. Entre los teenek, hombres y mujeres gozan de un estatus casi igualitario, pues el trabajo de unos y otras se considera complementario y no excluyente, como sucede entre los mestizos y otros grupos indios del Golfo. Por lo mismo, las mujeres se llegan a hacer cargo de las parcelas, desde su siembra hasta la elaboración y venta de los productos.
3.3 HUASTECOS DE VERACRUZ
UBICACIÓN:
La localidad de Los Huastecos está situada en el Municipio de Pánuco (en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave). Tiene 26 habitantes. Los Huastecos están a 10 metros de altitud.
ANTECEDENTES:
Antiguos huastecos, por su lenguaje, pertenecían al tronco máyense y tenían rasgos culturales similares a los de los grupos del centro de Veracruz. Es probable que entre los años 1500 y 1200 a.C., llegaran al área donde se desarrollaron y fundieron con otros grupos que ya habitaban el territorio y que tenían contacto con los habitantes de la sierra de Tamaulipas. Sin embargo, los huastecos, como cultura claramente definida, comenzaron a tener importancia después de los años 750 a 800 d.C. y cobraron especial relevancia en el periodo Posclásico mesoamericano.
LENGUA:
El idioma huasteco o téenek es una lengua máyense hablada en el norte de la costa del golfo de México, en los estados de San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas. Es la única lengua viva de la rama huasteca de esa familia lingüística. También es la única que se encuentra fuera del gran ámbito territorial de las lenguas mayas
CULTURA Y TRADICIONES:
Durante sus fiestas patronales acostumbran muchas danzas. Una de ellas es malitzin o matlachines, que se interpreta por varias parejas. Es religiosa agradeciendo los beneficios recibidos, la realizan los serranos huastecos fieles a sus tradiciones. Está dedicada a Pulic Paylomlamb, el sol y Pulic Mimbab, la tierra. Veneran también al sol, al fuego, a la lluvia al viento y la muerte. Además reconocían diversas deidades por lo general femeninas, consagrándolas a la fecundidad, "Ix Cuinan", era las más extendida y popular, al agrado después de los Mexicas del Centro de México también le rindieron culto bajo el nombre de "Tlazoltéotl".
Las prácticas religiosas huastecas giran en torno de la planta del maíz, así como sus condiciones de reproducción y de los trabajos que para cultivarla requiere. El maíz es según ellos el principio rector, el eje de ordenamiento de la historia, de la cosmogonía y de la vida cotidiana. Sin el maíz, "an ithith", no se concibe la historia, la fiesta ni la vida.
En las creencias huastecas, la humanidad está hecha de maíz, por lo que exigen respeto a su alma, al "Ipak", personaje que concentra historia, vida y atributos y en consecuencia del grupo mismo.
La pintura huasteca generalmente se conoce gracias a la cerámica que elaboraron. Son también muy buenos artistas trabajando la cerámica, sobre todo en los que están involucrados dibujos café oscuro sobre fondo color crema, las ollas y demás vasijas muestran diseños sintéticos, abstractos delineados en negro o rojo sobre el barro. Fueron así mismo grandes escultores e importantes en la elaboración de tejidos de algodón.
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