LA FILOSOFÍA

REFLEXIÓN FINAL

INTRODUCCIÓN

La filosofía es el amor a la sabiduría, pero no se refiere este término a que tal persona sea sabia o tenga los conocimientos del mundo, sino es aquella persona que cultiva el conocimiento, que resuelve problemas, que analiza su entorno y hace propuestas para cambiar el estado de cosas existentes.

Desde tiempos remotos el hombre ha cuestionado su paso por esta vida, su influencia en su entorno social intentando dar una respuesta definitiva, verdadera, ineludible a toda duda que se genera constantemente en el pensamiento, en el cerebro humano. Preguntas como ¿Quiénes somos? ¿Qué es la vida? ¿Qué es el espíritu, el alma, el silencio?, etc., temas básicos que es necesario buscar una respuesta convincente para tratar de explicar el mundo en que vivimos.

Las demás teorías científicas basadas en experimentos no puede ofrecer una respuesta a todo los fenómenos que se presentan en la naturaleza, sino que su objeto de estudio se centra en particularidades de esa naturaleza y que podría pensarse que su estudio no es a profundidad tal como lo queremos ver, sino de manera superficial, ejemplo de ello es la medicina que estudia una parte del cuerpo humanos sea el ojo, el cerebro, etc., pero no se ocupa sobre la voluntad, los sentimientos de las personas.

La filosofía asume un papel muy importante porque su estudio no se restringe al estudio de ser por el ser, sino que abarca hasta los estudiado por otras ciencias, es universal, total. La filosofía no alcanza una definición exacta porque es ella misma, filosofía es el arte de filosofar, es conocimiento que se interpreta asimismo.

La filosofía es un conocimiento que no se capta solamente en los libros, sino que lo da la vida cotidiana y el ser humano lo expresa mediante aforismos, frases, parábolas, refranes, etc., solo mediante ella se manifiesta la profundidad de los fenómenos

Desde la antigüedad la concepción de la filosofía se ha ido fortaleciendo con nuevas teorías, tanto que los griegos le llamaban filosofía a todas las ciencias, porque utilizaban el plural para designarlas a todas sobre el campo filosófico, Descartes lo utiliza como filosofía primera y fue ya en la época moderna en que se le toma como ciencia. Para Martin Heidegger, la filosofía no es absolutamente una ciencia, porque no se toma como tal, sino un conocimiento supremo de todas las cosas, materiales e inmateriales.

Las reflexiones filosóficas se relacionan con otras ciencias, pero aquella representa la profundidad de la esencia de todo lo que existe, es más que una ciencia diría Heidegger, porque se define asimismo y es universal.

Es importante dejar claro que existen dos conceptos opuestos, lo material y lo inmaterial, lo que vemos y tocamos y lo que los demás sentidos ni siquiera tienen esa sensación, por ejemplo, el alma no se puede ver, tocar, oír, oler, gustar, lo mismo que el pensamiento, los números, la voz, etc., pero la aprobación general es que son elementos que si existen, estamos motivados por creer que existen y ello representa en el contexto individual un tema todavía a descubrir y que hasta ahora en pleno siglo XXI no estamos seguros de haber llegado a una aceptación verdadera e infalible de su existencia.

Ahora bien, todo lo que existe se proyecta de una forma y lo vemos de distintos ángulos; conforme nos movemos cambia la exceptiva de la vista y resulta que en la primera observación habían detalles del objeto que en la segunda observación ya no se ven, en suma es la apariencia del objeto pero diferente de lo que en realidad es, puede ser que una persona observe un cuadro de pintura y sea tan cuidadoso en observar los detalles, para ese entonces ya formuló un concepto de idea pero si hay otro espectador viendo el mismo cuadro seguramente va a diferir sustancialmente del primero y donde este vio un detalle de importancia el otro no notó ninguna diferencia, esto ocurre porque todos pensamos de diferente manera, porque tenemos diferencias y de allí nacen los problemas.

Es interesante aclarar estos cuestionamientos ya que forma parte de la tarea de filosofar, es decir, cultivar nuestro intelecto, que no por eso se piense que lo sabemos todo, sino la capacidad de discernir sobre contextos definidos que repercute en lo individual y social.

Cuando hablamos de filosofía y de temas filosóficos nos parece una materia que no tiene sentido, carente de toda lógica en el ser humano, sin embargo cuando profundizamos en la temática, nos encontramos con un mundo que nos hace cambiar la perspectiva que tenemos del mundo en que vivimos y del cual formamos parte, nos cuestionamos ¿Qué es la realidad? ¿Será que la realidad es la verdad? O ¿Qué es la verdad? ¿Cuál es límite de la ignorancia y el conocimiento de las cosas?, problemas tan profundos que en

...