LA LOCURA Y PERCEPCIÓN EN UN MUNDO DE ORIENTACIÓN RACIONAL

Con el paso del tiempo, diferentes cambios de dan en múltiples aspectos. La mentalidad de los sujetos cambia constantemente y con el cambio del pensamiento, se genera un cambio de sociedad, las visiones sobre el mundo, la ética, la moral puede verse desde un punto de vista del que antes no se hacía. La filosofía, la ciencia, el deporte, en fin todo es susceptible a cambios, sin embargo, durante varios siglos hay algo que se ha mantenido constante. Desde la época medieval, la salud mental de los individuos de las sociedades ha sido motivo de estudio y preocupación. Ya en la edad media, el estado de las personas se explicaba según su relación con Dios u otra deidad, si estaba cuerdo y sin enfermedades, tenía una buena relación, por el contrario si padecía de locura u otra enfermedad, se trataba de un pecador. Pese a todos los presagios que sufrió la conducta del denominado loco, actualmente se tiene una noción muy diferente a la del medioevo. Hoy en día se considera al loco a la persona que no sigue la conducta de ese grupo de personas con características culturales similares denominada sociedad, según la Real Academia Española se considera loco al “Que ha perdido la razón” o “De poco juicio, disparatado e imprudente”. Se es loco cuando se rompen los esquemas de actuación y las conductas establecidas a priori en determinada sociedad. Es considerada como la verdadera conducta de libertad, cuando la mente actúa sin limitaciones de moral ni ética y todo es posible, en este estado el individuo se desvía del pensamiento común y actúa según su parecer.

En el siguiente texto analizaremos como las concepciones que se tenían del loco han influido en las reacciones y la posición negativa que hoy en día vemos que la mayoría de personas tiene frente al individuo que padece de locura. Para ello, analizaremos primero como ha sido el despliegue del pensamiento en torno a la locura para llegar a lo que hoy se considera, pasando por épocas de opresión religiosa como el Medioevo, y otras influenciadas por el auge del pensamiento Racional como la Clásica. Posteriormente, analizaremos como la locura ha pasado de ser considerada como un castigo divino y algo digno de repudio a una patología clínica como enfermedad mental. Al finalizar este comentario podremos analizar ciertos pensamientos a favor de la conducta del loco

Desde el medioevo, la concepción que se tenía de loco era despectiva frente al hombre que “padecía” de locura. Y es que no se debe examinar mucho, basta con solo ver las obras de arte y tomar como ejemplo la pintura “La nave de los locos” de El Bosco. En ella observamos claramente la concepción que se tenía del loco, vemos a este personaje como un ser humano que ha dejado florecer sus placeres y ha decidido emprender un camino hacia la independencia de pensamiento. Sin embargo el absolutismo religioso que predominaba en la época, decidió censurar este tipo de conducta. Pues era una forma revolucionaria de pensar y que en su mayor parte iba en contra de las conductas preestablecidas por la sociedad y el clero. Por ende era necesario deshacerse de cualquier conducta que afectara la forma de gobierno, pues se consideraba inapropiado y como un castigo por parte de Dios. Por eso los “locos” eran aislados de la sociedad en ciertos barcos que sin capitán iban a la deriva sin rumbo fijo.

Ya en la época clásica, este problema no se tomaba como un castigo divino, sino más bien como la afectación según determinada condición. Sin embargo, en una sociedad plagada del pensamiento racional, gracias a Rene Descartes, era difícil la aceptación del ser humano en condiciones mentales diferentes a la que era dictaminada por la razón. Se creía entonces que el ser humano se encontraba en óptimas condiciones cuando sus actitudes frente a la sociedad y su manera de actuar se encontraban de acuerdo a esta, por eso cualquier conducta contraria determinaba que no se era normal y que por ello no se podría ser útil para la sociedad. Varios autores criticaban dicha postura exponiendo su opinión al decir que fue “percibida a través de una condenación ética de la ociosidad y dentro de una inmanencia social garantizada por la comunidad del trabajo.” .

Poco a poco se fue tomando una percepción bastante diferente a la que siglos atrás se tenía.

Todas las diferentes pasiones que pueden afectar a los hombres, deben enlistarse como causas de locura... el amor, los celos que casi son inseparables; la cólera, la ambición, la venganza, todas pasiones fogosas, con frecuencia producen locos furiosos; mientras que la ternura paternal o filial, la de los esposos, la amistad...la envidia, la religión, el estudio, la contemplación y las otras afecciones suaves, al contrario, producen locos tranquilos, imbéciles, o causan locuras en las que el enfermo permanece durante lapsos bastante largos en calma, sensatez y razón.

Se adentra así a la locura al mundo de las patologías. Ya la locura se reconoce abiertamente como una enfermedad mental, sin embargo todavía no era un estudio

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