LA MENTIRA Y EL HOMBRE

La mayoría de las personas conocen el término “verdad” y de cada uno de ellos se puede obtener varios sentidos o contextualizaciones, al conocer la verdad se obtienen datos que se convertirán en un saber o un conocimiento y es normal en el ser humano estar en constante búsqueda de él, pues desea entender todo en su ambiente, incluyéndonos, pero la búsqueda del ser humano por definirse ha sido abandonada, debido a que hemos aceptado la contextualización del hombre que nos proporciona la iglesia y la antropología; además, hemos movido a un segundo plano nuestro ser y nos enfocamos a lo que recibimos de nuestros sentidos. En este trabajo, nos ocuparemos de desvelar la ingenuidad del hombre al pretender conocer el mundo sin siquiera conocerse él, mintiéndose a si mismo sobre lo que en realidad conoce, además de abandonar la búsqueda de sus ser para enfocarse en su mente, para finalmente concluir que lo que conocemos podría ser una mentira.

En primer lugar, nos damos cuenta de que el ser humano siempre está buscando el saber para poder entender todo lo que está en su ambiente, para así, lograr un control total sobre su medio, debido a que, le tememos a lo que desconocemos y no podemos manejar, y ese temor se profundizó cuando surgió la duda sobre el ¿Qué somos?, interrogante que nos abrumó, e inmediatamente buscamos una respuesta, desatando una oleada de pensadores que intentaron definirnos, y cada uno dio su punto de vista al respecto, mostrando, un ejemplo común el que nos dio la religión,” somos la imagen y semejanza de Dios”, es la más aceptada por lo tanto, convertida en una “verdad”, pero en realidad no conocemos cuál es cierta o si todas lo son.

De acuerdo con lo anterior, somos la imagen y semejanza de lo que otro "ser" es, pero el problema radica en que ni siquiera sabemos ¿Qué? o ¿Quién? es Dios, pero fue suficiente respuesta para muchos pues dejaron en el olvido su definición y continuaron con su búsqueda del entendimiento de su entorno, pero hay un gran problema, puesto que, al dejar de lado el interrogante de ¿Qué somos?, dejamos un cabo suelto todavía, un hueco en nuestro saber que no permitirá que aprendamos sobre la realidad como en verdad es, es como si en una ecuación matemática se olvidaran de un proceso y la resolvieran así, no estaría correcta la respuesta, eso le pasa al ser humano al no saber qué es él y al intentar definir todo lo demás.

Demostrando así, que el hombre es un ser iluso en la búsqueda de su conocimiento, pues se engañó a el mismo al pretender que su esencia es lo que la mayoría aceptó, aunque en reiteradas ocasiones se logra comprender lo desconocido mediante el entendimiento de lo que lo rodea, un caso muy común, es que logramos comprender el clima de nuestro planeta gracias a que descubrimos el funcionamiento de los astros alrededor del planeta y su influencia en nuestro medio.

Con lo susodicho, todo lo que conocemos podría ser una mentira, pero aceptar dicha realidad causaría un gran carga mental en el ser humano, lo cual nos podría abrumar y llevar a la completa desesperación a tal punto que no encontraríamos sentido continuar una vida de esta forma, así que, optamos por actuar como siempre lo hacemos cuando no podemos entender algo y por más que intentemos no logramos definirlo, es dejarlo de lado y engañarnos a nosotros mismos, diciéndonos que ello nunca pasó, pues el engaño es un mecanismo natural para protegerse, es lo que sucede en la actualidad, dejamos a un lado lo que grandes pensadores intentaron, y nos enfocamos en otros menesteres, como en entender nuestra mente, la forma de cómo pensamos y posteriormente actuamos, la repercusiones que tiene cada uno de los sentidos en nuestra psiquis.

De hecho, nuestro interés se ha volcado casi totalmente por comprender la sinapsis cerebral; es decir: el paso a paso, cada conexión, el por qué de cada pensamiento

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