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LOS ARTEFACTOS TIENEN MEMORÍA


Enviado por   •  17 de Marzo de 2015  •  1.464 Palabras (6 Páginas)  •  335 Visitas

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LA TECNOLOGÍA Y LOS ARTEFACTOS, INVENTOS PARA ALTERAR LAS FORMAS DE AUTORIDAD Y PODER EN EL MUNDO

Winner, L. (1983) ¿Tienen Política los Artefactos? Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura.

Por: Laura Daniela Wilches Torres

Langdon Winner, es un politólogo estadounidense y doctor en ciencias políticas de la universidad de California, catalogado como “El académico líder en la política de la tecnología”, debido a las temáticas que aborda y expone en cada una de sus obras, mediante argumentos y criticas orientadas principalmente a problemáticas sociales y políticas generadas por los inventos y adelantos en materia de tecnología, haciendo énfasis en diferentes temáticas como: El pensamiento político en la actualidad, valores y políticas públicas, la experiencia humana y la tecnología, (y) la perspectiva humana entre otras.

En su escrito ¿Tienen Política los Artefactos?, el cual es el punto central de la presente reseña; Winner argumenta que los avances tecnológicos (Artefactos, Maquinas Y Estructuras) no deben ser juzgadas únicamente por sus usos o beneficios, sino también por la capacidad que estos puedan tener para influenciar o encaminar pensamientos, ideologías o formas de poder. Por lo anterior, y en relación con el título de la obra, el autor plantea 2 maneras en que los artefactos pueden tener características o propiedades políticas:

1. La primera forma radica en la creación y diseño de un instrumento o sistema que se convierte en un medio para cumplir con un objetivo dentro de una comunidad.

2. En segundo lugar, se encuentran los casos donde se encuentran las denominadas “tecnologías inherentemente políticas”, las cuales son creadas con el fin de que estas sean compatibles con cierto tipo sistemas o relaciones sociales.

Para dar a entender estas formas de un modo más claro y preciso, Winner ha citado algunos ejemplos reales que se ajustan a cada uno de estos 2 fenómenos.

Para el primer caso, los ejemplos son comunes y de fácil comprensión; un invento que ha sido creado para cumplir con una función benéfica para la sociedad, sin ningún tipo de influencias o intereses apartados de la finalidad principal. Sin embargo para el segundo caso, los ejemplos son mucho más complejos, dado que pueden confundirse con el primer fenómeno, si no se analiza a fondo de dónde, cómo y con qué finalidad se hace una invención.

De este modo, el autor expone el caso de las avenidas de Long Island en New York, donde su constructor Robert Moses, elaboró los planos y diseños, teniendo siempre presente que quería que su obra tuviera un efecto social, así Moses construyó Long Island teniendo presente que los pasos elevados de este, restringirían el paso de autobuses por estas avenidas lo que se traduce en que sólo las personas con capacidad para adquirir un auto, podían hacer uso de estas obras; este argumento tomó más fuerza cuando se comprobó el sesgo clasista y los prejuicios raciales de Moses. Este ejemplo, refleja como Robert con la construcción de una obra que debía ser diseñada para el beneficio de toda una comunidad, generó una desigualdad más marcada, limitando el acceso de las minorías a las grandes estructuras diseñadas por él. Sin embargo, este tipo de situaciones han pasado desapercibidas a lo largo del tiempo, ya que muy pocos se toman la tarea de analizar las verdaderas consecuencias que trae consigo este tipo de creaciones que en teoría son realizadas con el propósito de mejorar los niveles de vida y disminuir la brecha entre clases sociales; para el caso particular las obras de Moses que en algún momento fueron símbolo de desigualdad y clasismo, hoy en día sólo son vistas como parte del paisaje.

Al igual que el ejemplo mencionado, la historia de la mecanización industrial no es ajena a este tipo de situaciones; en 1885 la planta Cyrus McCormick de Chicago, incluyó modernas maquinas neumáticas de forja, de las cuales se esperaba que lograran optimizar el proceso de elaboración de segadoras en la empresa, sin embargo su eficacia no había sido comprobada y sus costos si eran cercanos a los 500.000 dólares. En el momento nadie entendía el por qué se había incluido dicha maquinaria en la planta con costos tan altos y beneficios tan poco probables. No obstante el historiador Robert Ozanne demostró que en estas situaciones debe analizarse el contexto real; justo en ese momento, la empresa Cyrus McCormick pasaba por una situación de lucha constante contra el sindicato nacional de forjadores. Por lo anterior, las maquinas fueron incluidas en la empresa con el fin de acabar con los trabajadores especializados quienes conformaban el sindicato; luego de la salida de dichos trabajadores, las maquinas fueron manipuladas por trabajadores sin experiencia lo que generó peores resultados para la empresa y posterior eliminación de la maquinaria.

Los 2 casos mencionados, son ejemplos claros de como los avances tecnológicos traen intrínsecamente un conjunto de motivos y razones humanas entre las que se encuentra el deseo de poder y dominio sobre un grupo, sin importar las implicaciones económicas (Caso de la fábrica Cyrus McCormick), sociales (Caso Long Island) y políticas, aplicando métodos para conseguir más, haciendo menos.

Con base en lo anterior; Winner establece a lo largo de su escrito que la la tecnología, la industria y las comunicaciones han alterado las formas de mando y poder alrededor del mundo, por tanto se atreve a afirmar que los artefactos evidentemente tienen política, pero a pesar de esto, aclara que lo que importa no es la tecnología o los inventos en sí, sino lo que estos inventos quieren representar o encarnar dentro de una sociedad.

De acuerdo con la forma tradicional del pensamiento humano, se percibe la tecnología como una herramienta neutra que según el uso que se le dé podrá ser vista como algo bueno o malo; por tanto el autor plantea que las innovaciones y avances tecnológicos están orientadas a conducir y ordenar la cotidianidad de la vida y de esta forma poco a poco dichos avances son vistos como leyes o fundamentos políticos, pero no se les da la importancia que se le daría a una regla o norma, por tanto la verdadera intención de un invento no logra ser percibida como tal, sino como su política intrínseca quiere que sea vista socialmente.

Frente a la tesis expuesta por el autor, considero que es evidente que los artefactos tienen política; cada invento, avance o desarrollo que en teoría pretende beneficiar a la sociedad, tiene una segunda intención, que se enfoca básicamente a tener el control sobre los demás, a encasillarlos es un sistema o modelo bien sea político, económico y/o social, que los lleve a pensar, actuar y estar de acuerdo con ciertos parámetros creados bajo la premisa de “ Toda causa y consecuencia de un avance tecnológico debe ser aceptable”.

Sin embargo en pleno siglo XXI, sería absurdo ser ajenos al desarrollo, la tecnología y la velocidad de la globalización; la verdadera problemática es la dependencia que este fenómeno ha creado a los individuos. Realmente los inventos no se crean con el objetivo de dar solución a una necesidad existente en el entorno, los creadores de estos artefactos simplemente se dedican a crear necesidades y posteriormente tener la solución a esta necesidad al alcance de todos, aunque realmente esta afirmación no se cumple del todo.

Como mencionó el autor, el desarrollo tecnológico y de artefactos es una herramienta de poder, utilizada para crear sistemas y modelos de sociedades que respondan adecuadamente a lo que unos pocos quieren; y evidentemente es así, aunque muchos se enorgullezcan al decir que no son influenciables por nada, que ni los medios de comunicación, la tecnología o la política, no logran ningún efecto en ellos; posiblemente y sin querer hacen parte de un sistema social que ha venido manejándolos desde hace mucho.

Para concluir, resalto el hecho de que las comunidades y en general la sociedad, son totalmente vulnerables a ser sistematizadas, mandadas y modificadas sin que este hecho sea evidente, mediante factores como la tecnología y el desarrollo, que sólo nos han vendido la imagen de querer contribuir al progreso del mundo, pero sin indicar a qué precio. Es claro, no solo los artefactos sino todo lo que está en el mundo tiene política, si esto no fuera así, no tendría razón de ser, su verdadera finalidad no se cumpliría; aunque muchos son conscientes que las comunicaciones y la velocidad a la que va el mundo nos está consumiendo y moldeando a sistemas que no podemos controlar, simplemente cada quien se acostumbra al modelo con el que se sienta menos manipulado.

REFERENCIAS:

• "Do Artifacts Have Politics?" (1983), en: D. MacKenzie et al. (eds.), The Social Shaping of Technology, Philadelphia: Open University Press, 1985

• Sánchez, L. (2006). Saber Escribir. Instituto Cervantes: Ed. Aguilar. Universidad de los Andes. Centro de español. Guía de reseña. Disponible en: http://programadeescritura.uniandes.edu.co/images/Recursos/guias/GRs.pdf

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