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LOS RASGOS SUPRASEGMENTALES DEL ESPAÑOL.

porlamarTrabajo25 de Abril de 2013

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INTRODUCCIÓN

Prosodemas es la unidad lingüística de carácter prosódico, como el acento y la entonación, que se realizan sobre otras unidades significativas. Como breve explicación tenemos que dichos rasgos son la característica del habla que ocurre a un nivel encima del de los segmentos (fonemas), tales como ritmo, duración, entonación, intensidad.

(La posición del acento oral, la variación de la melodía de la lengua,

Es por ello que la emisión de los sonidos del lenguaje, así como la percepción de los mismos, es una combinación de estas dimensiones y la ciencia todavía no ha llegado a establecer claramente cuál es la fundamental y cuáles secundarias en el proceso de emisión-percepción del acento. Por lo que se refiere al acento español, las opiniones se dividen según que se considere prevalente uno u otro de los elementos que componen el estímulo sonoro, considerando secundarios los demás.

Por otro de estudio es la entonación y la pausa como rasgos a nivel de frase, la fuerza o intensidad (correspondiente a la percepción de la intensidad, que físicamente esta basado en la fuerza espiratoria empleada en una unidad fónica), de tono (correspondiente a la percepción de la altura musical, basado físicamente en la variación de la frecuencia en una unida fónica) y de cantidad (correspondiente a la percepción de la duración, que esta físicamente basado en el tiempo empleado para la producción de una unidad fónica).

LOS RASGOS SUPRASEGMENTALES DEL ESPAÑOL.

La fonología realiza una división entre los fonemas (o fonemas segmentales) y los prosodemas (o suprasegmentos), estos fenómenos fonético-fonológicos que no pueden segmentarse como los fonemas, porque actúan simultáneamente sobre más de un segmento (al menos sobre la sílaba), estos fenómenos reciben el nombre de suprasegmentos y son tres:

• El acento.

• El tono (o la sucesión de ellos, es decir, la entonación)

• La duración (o cantidad).

El conjunto de estos tres elementos suprasegmentales se denomina prosodia. Entre segmentos y suprasegmentos hay una diferencia de clase que resulta a priori evidente: los fonemas son segmentables, uno a uno, mientras que los prosodemas afectan o pueden afectar conjuntamente a varios. Sin embargo, en la realización de los suprasegmentos intervienen índices acústicos y articulatorios que también están presenten en la realización de los segmentos: La vibración de las cuerdas vocales es la fuente de sonoridad de los segmentos sonoros, y también del movimiento del tono fundamental que puede utilizarse en la distinción de las palabras (tono) o de oraciones (entonación).

Todo segmento tiene una dimensión temporal, es decir, una duración. Ésta, además, puede desempeñar, en determinadas lenguas, una función distintiva.

Todo segmento, al realizarse, ha de tener alguna intensidad. Ésta, además, puede desempeñar en algunas lenguas una función distintiva (acento).

Así pues, "los mismos índices articulatorio y acústicos están presentes en los segmentos y en los suprasegmentos: en los primeros, los mencionados índices conforman determinados rasgos que son inherentes a cada fonema, y sólo a él; en los suprasegmentos, el rasgo prosódico afecta, normalmente, a más de una fonema (sílaba, palabra, oración)" (QUILIS: 1993, 386).

Lo anterior muestra las semejanzas entre segmentos y suprasegmentos. Pero entre esos dos elementos hay también una diferencia de grado, que hace que haya que considerarlas como unidades distintas. La diferencia entre dos fonemas no es gradual. Por ejemplo, /p/ se diferencia de /t/ en que una es labial y otra dental. Y o es una o es otra. De igual manera, /p/ se diferencia de /b/ por el rasgo de sonoridad. Y un sonido es sonoro o no lo es. Por su parte, el acento, por ejemplo, es gradual: una vocal átona tiene más "fuerza" que una átona, pero no posee ninguna cualidad distinta.

Por último, existe una tercera razón para distinguir los segmentos y los suprasegmentos como pertenecientes a dos clases separadas: la función lingüística. La función de los fonemas es distintiva: son unidades que en un contexto dado se excluyen mutuamente (/'pipa/ - /'pepa/ - /'papa/ - /'popa/ - /'pupa/).

La función de los suprasegmentos es contrastiva, ya que no pueden alternar en el mismo contexto. En la oposición "amo-amó" lo distintivo es el esquema acentual /'_ _ / frente a /_ '_/, pero no el acento en sí. El suprasegmento necesita la presencia contrastante de su opuesto en la misma secuencia.

LOS RASGOS SUPRASEGMENTALES DEL ESPAÑOL A NIVEL DE PALABRA:

Tras caracterizar, tanto articulatoria como acústicamente, los segmentos del lenguaje, corresponde ahora caracterizar estos suprasegmentos como lo son cantidad, acento y tono.

CANTIDAD O DURACIÓN

La duración es también un fenómeno segmental, puesto que cada sonido posee una duración propia. Así por ejemplo, es sabido que las fricativas son más largas que las oclusivas, que las sordas son las más largas que las sonoras, etc.

Algunas lenguas poseen pares de fonemas en función de la duración. Por ejemplo, el italiano distingue entre ciertas consonantes breves y largas o "dobles". El latín clásico distinguía entre vocales breves y largas.

Articulatoriamente, la duración se basa en el mantenimiento por más o menos tiempo de una determinada configuración articulatoria. Por el fenómeno de la coarticulación, dicha configuración (y, consiguientemente, la duración) se ve alterada en función del contexto. Como elemento suprasegmental, tanto las sílabas tónicas como las pertenecientes al tonema suelen ser más largas.

EL ACENTO

Es un rasgo suprasegmental que recae sobre una sílaba de la cadena hablada y la destaca o realza frente a otras no acentuadas (o átonas).

“El acento es un rasgo prosódico que recae sobre la sílaba; depende de la fuerza de espiración y, en consecuencia, de la velocidad de expulsión del aire. Se puede definir como la prominencia de una sílaba en contraste con las circundantes. Tradicionalmente se ha hablado de acento de intensidad, pero es un fenómeno más complejo…“ El acento puede ser distintivo (diferencia significados, como los rasgos fonológicos pertinentes, caso del español y el catalán) o demarcativo (establece el limite entre unidades léxicas; por ejemplo, en francés todas las palabras son agudas, en checo todas se acentúan en la primera sílaba).

El paso del latín a las LLRR supone un cambio en el uso acentual, ya que casi todas las palabras latinas son llanas (penúltima sílaba); estos cambios explican por ejemplo algunas diptongaciones del español.

“Acento: Sensación perceptiva que pone de relieve una sílaba sobre el resto de las sílabas de la palabra”

CARACTERIZACIÓN FONÉTICA DEL ACENTO

Esta prominencia silábica se ha solido interpretar tradicionalmente como reflejo de intensidad; por eso, se ha solido hablar de "acento de intensidad". La realidad, sin embargo, es más compleja: la prominencia resulta de la conjunción de varios factores articulatorios:

• Una mayor fuerza espiratoria, que genera una mayor intensidad.

• Una mayor tensión de las cuerdas vocales, que genera una elevación del tono fundamental.

• Una mayor prolongación en la articulación de los sonidos, que supone un aumento de la duración silábica.

Así pues, la sílaba tónica, habitualmente, es más intensa, más alta y más larga que las sílabas átonas adyacentes. En español, el índice acústico primario del acento es el tono, aunque los otros dos índices (intensidad y duración) también colaboran en la acentuación, en proporciones variables.

TIPOS DE ACENTO

La mayoría de las palabras poseen una sílaba tónica y otra u otras átonas. Sólo algunos monosílabos pueden considerarse palabras átonas. Cuando las palabras son más largas, una sílaba posee el acento principal y otra el acento secundario. Dentro de una frase, el último acento principal se denomina acento de frase.

En cuanto a la posición que la sílaba acentuada ocupa dentro de la frase, algunas lenguas son de acento libre, es decir, no hay manera de prever en qué sílaba recae el acento; otras, por el contrario, son de acento fijo, es decir, la posición del acento es siempre previsible.

Un ejemplo del segundo tipo lo constituye el francés, donde prácticamente todas las palabras son agudas.

Muchas lenguas no corresponden exactamente a ninguno de esos dos tipos; por ejemplo, el español es de acento libre (pueden incluso presentarse oposiciones del tipo "cántara / cantara / cantará"), pero tiene una marcada tendencia hacia la acentuación llana (casi el 80% de sus palabras se acentúan en la penúltima sílaba).

FUNCIONES DEL ACENTO

• En las distintas lenguas del mundo, el acento puede tener las siguientes funciones lingüísticas:

• Contrastiva: distingue sílaba tónicas/átonas en el eje sintagmático. Ej.: "El libro es de él".

• Distintiva: distingue unidades en el eje paradigmático (en lenguas con acento libre). Ej.: "amo"/"amó".

• Demarcativa:

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