La Belleza.

LA BELLEZA

Conocemos como belleza la cualidad de las personas, los seres vivos y los objetos de ser hermoso. El concepto de belleza es subjetivo, es decir, varía según los gustos de quien percibe la belleza, pero también existen unos cánones de belleza que son unas cualidades preestablecidas por la sociedad y que suelen concordar con lo que cada individuo conoce como belleza.

La belleza se puede percibir por nuestros órganos sensoriales. Principalmente se suele analizar la belleza por la vista, pero también pueden contribuir los otros sentidos.

Por ejemplo, un hombre puede ser bello porque su constitución física es musculosa y tiene unos rasgos faciales definidos, pero este nos puede dejar de parecer bello si huele mal o si tiene la piel pegajosa de haber hecho ejercicio.

Los cánones estéticos varían a lo largo del tiempo y no son estáticos. Hace cinco siglos las mujeres de piel blanca, cabello rubio y de caderas anchas eran símbolo de realeza y se consideraban más bellas mientras que hoy en día todas las mujeres referentes en el mundo de la moda que se consideran bellas son morenas y más delgadas.

En resumen, como existen cánones de belleza en una sociedad la belleza reside en el cuerpo observado pero que este brilla con más o menos intensidad dependiendo del individuo. Del mismo modo que la Estrella Polar no brilla lo mismo si se observa desde Madrid o un pueblo de Ávila, pero una vez la sociedad cambia e intentar mirar la estrella desde un pueblo de Chile, te darás cuenta que desde ahí se ve la Cruz del Sur.

La belleza siempre ha sido un término conflictivo en la historia de la humanidad. En el siglo V a.C. Jenofonte diferenció entre tres clases de belleza. La belleza ideal basada en la composición, la belleza espiritual que era un reflejo del alma y por último la belleza funcional. Platón continuó desarrollando el concepto de belleza y bebiendo de Pitágoras la definió como armonía y proporción y fusionándolo con la idea de esplendor. Para Platón la belleza no era únicamente una cualidad que complacía nuestros sentidos como señalaban los sofistas, sino también aquello que causa admiración y fascinación. Además Platón señaló como máxima belleza la sabiduría. Platón relacionó la belleza y el bien diciendo que ambos eran exáctamente un mismo término.

“La belleza es el esplendor de la verdad.”

Personalmente pienso que la belleza no es más que una cualidad física que nada tiene que ver con el bien, lo útil o la verdad. La belleza no es más que un conjunto de características que resaltan sobre otras que nosotros mismos consideramos negativas o feas y que nada más que complacen a nuestros sentidos.

Algo bello no es estrictamente pragmático, la belleza en un una manzana por ejemplo puede ayudar a que el frutero venda más por ejemplo, pero por otra parte esta será devorada por los pájaros antes que una con peor aspecto y sabor.

La belleza no tiene porqué ser sinónimo de veracidad, pues al ser cambiante y estar sujeta a unos cánones estéticos y planos puede que hoy sea bello pero mañana no. Una verdad es una afirmación que se corresponde con la realidad. Dos más dos siempre va a ser cuatro, pero una bola de navidad solo luce hasta que cae al suelo y se rompe.

Por último, la belleza nunca representa el bien. Puede que algo sea bello y a la vez bueno como por ejemplo un carrusel de cuna que apacigua los alaridos de un bebé, pero esto no son más que dos características que por casualidad se combinan. Del mismo modo un bolígrafo azul y con tapa puede asimilarse a un rotulador azul con tapa, pero estos a su vez podrían haber sido de color verde rojo o negro.

Por último, pienso que la belleza no es más que una cualidad efímera tan subjetiva que nunca puede alcanzar la perfección y es un error decir que si algo luce especialmente bello

...