La Estructura Y Fin Del Consejo En Thomas Hobbes

La estructura y fin del consejo en Thomas Hobbes

Laura Jhoana Pérez morales.

Haz esto son los términos en que se expresa no solo el que manda, sino también el que da consejo y el que exhorta. Como estas frases y palabras las encontramos en los escritos que ha hecho el hombre, existe la falta de deseo de considerar las circunstancias y a veces se confunden los preceptos de los consejeros.

La diferencia entre órdenes y consejos.

“orden es cuando un hombre dice: haz esto o no hagas esto , sin esperar otra razón de la voluntad de quien formula el mandato. De esto se sigue por modo manifiesto que quien manda pretende con ello su propio beneficio, ya que su mandato obedece solamente a su propia voluntad (…) “1

“consejo es cuando un hombre dice: haz o no hagas esto y deduce sus razones del beneficio que obtendrá aquel a quien se habla. De ello es evidente que quien da consejos pretende solamente el bien de aquel a quien se le da el consejo”2

Si se ha obligado a seguirlo, el consejo adquiere la naturaleza de una orden. Quien solicite un consejo no puede castigar o acusar a su consejero, pues este tiene la total libertad de efectuar dicho consejo del modo que juzgue más conveniente.

Si un súbdito da consejos a otro para hacer algo que vaya en contra de las leyes procede de la mala intención o de la ignorancia, es castigado, pues la ignorancia no exenta de cumplir la ley

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1. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p209.

2. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p209.

Exhortación y disuasión.

Es el consejo que se da y se insiste para que se lleve a cabo. Para cumplir con este propósito se hace uso de la oratoria, de ejemplos y de metáforas. Se puede concluir en este caso que el bien lo busca quien da el consejo para sí mismo por la vehemencia que imprime en sus consejos. En segundo lugar tenemos que este tipo de consejo se da en multitud, pues individualmente habría más oportunidades de ser cuestionadas las ideas que se exponen. Este no es un buen consejero, equiparándolo a otro plano es como si un justiciero pidiera recompensa por sus sentencias. Este consejero siempre vera por su propio interés antes que por el interés del aconsejado.3

En el caso de los jefes de familia o del ejército, los consejos dados como ordenes hacia sus súbditos deberán ser aplicados con dulzura para que sirvan de estímulo a quien se quiere ordenar o aconsejar.4

Es importante diferenciar entre los consejeros aptos y aquellos que son ineptos con referencia a los consejos que dan y como logran su fin. El nivel de persuasión también es fundamental en estos casos.

La persona representativa de un estado tiene fines y pasiones individuales que hacen a sus consejos sospechosos.

La primera condición de un buen consejero es la siguiente: “Que sus fines e interés no sean incompatibles con los fines e interés de aquel a quien aconsejan”5

En segundo término tenemos que el aconsejado debe ser informado de forma veraz y evidente, es decir, con la máxima evidencia para que pueda actuar libremente aunque si, informado.6

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3. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p209.

4. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p209.

5. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p210.

6. Hobbes, Thomas, De cive or the citizen, new york, Appleton Century Crofts. P. 30

La capacidad de aconsejar procede de la experiencia y del prolongado estudio y nadie se presume que tiene experiencia en todas aquellas cosas que deben ser conocidas para la administración de un gran estado: “se presume que puede ser buen consejero, sino en aquellos negocios en los que no solamente está muy versado, sino sobre los cuales ha meditado y consultado largamente”7

Para tener a un estado en paz, se necesita tener en equilibrio los aspectos como la legalidad, la honradez, la fortaleza, los bienes, los lugares, y todo esto solo se puede alcanzar mediante un hombre maduro, con estudios más amplios que los ordinarios8

En cuarto lugar es. “necesario estar informado de los convenios y relatos que vienen de allí y de las noticias de tratados y otras transacciones de los estados entre sí”9

Quienes no son llamados a consejo no pueden confiarse que puedan darlo satisfactoriamente en tales casos.10

Es preferible no oír al consejo reunido pues al escucharlos a todos, las decisiones e ideas no se exponen espontáneamente sino por elocuencia de otros, por temor a desagradar con sus contradicciones.

Las pasiones de os hombres aisladamente son moderadas, pero como el calor de la llama, en asamblea son como antorchas que mutuamente se inflaman11

Escuchando a cada uno cabe la posibilidad de examinar.

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7. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p210.

8. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p211.

9. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p211.

10. Hobbes, Thomas, De cive or the citizen, new york, Appleton Century Crofts, p. 35

11. Hobbes, Thomas, Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil, México, fondo de cultura económica, 2001, p212.

En las deliberaciones que deben ser mantenidas en secreto, los consejos son varios,

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