La Muerte Del Espiritu

El Manifiesto contra la muerte del espíritu y de la Tierra no tiene como propósito denunciar políticas gubernamentales o aspectos de la sociedad con los que no está de acuerdo. El propósito, en cambio, de este manifiesto es expresar el descontento de un grupo de firmantes por el descontento de la pérdida del sentido – aquella cosa que justifica y llena de vida a los miembros de la humanidad hoy en día. Más allá, habla contra la reducción del sentido a proteger y mejorar la vida material de los seres humanos.

Trabajar, producir y consumir son los tres principios a partir de los cuáles se divisa el horizonte a seguir por la humanidad de hoy en día. De dicho horizonte salen lo que se considera importante en la sociedad: el producir al máximo la mayor cantidad de bienes, consumir estos y a la vez incrementar el confort material por medio del esparcimiento de los puestos de servicio. Producir, consumir, y divertirse durante los apropiadamente llamados “momentos de ocio”, es a lo que se ha reducido la “vida espiritual” de los seres humanos.

Cabe reconocer todos los logros y conocimientos científicos que se han alcanzado en esta era. Como también lo son los avances en la sanidad de nuestros hábitos y en el incremento de la longevidad de los seres humanos – que se ha duplicado a lo largo de un siglo-. Es precisamente ese júbilo por los alcances de la humanidad que llamamos la atención a la paradoja que ha surgido; en estos momentos de grandeza, nuestro espíritu se ve reducido a la búsqueda de la conformidad y el incremento del bienestar.

“Nuestro destino es estar privados de destino, es carecer de todo destino que no sea nuestro inmediato sobrevivir”. El carecer de destino es entonces, lo que nos impulsa a tratar de llenar el vacío que nos deja la falta del espíritu con artefactos materiales. Sin embargo, si así lo quisiéramos, de allí también podría provenir la grandeza de la humanidad; seríamos una sociedad libre de todo principio absoluto

El propósito global del manifiesto es mostrar la inquietud de los firmantes del Manifiesto por la falta de interés que existe en la sociedad por la gradual pérdida del espíritu. Por ello, el primer objetivo de este manifiesto es el saber en qué medida las reflexiones presentadas anteriormente, son capaces de crear ecos en la sociedad. A pesar del pesimismo del manifiesto, él tiene como fundamento la esperanza de que aquellos firmantes de este manifiesto no sean los únicos que se preocupen por la pérdida del espíritu. Es por eso que el formato de este mensaje es en forma de manifiesto, porque la única forma de hacer sentir el descontento de un segmento de la población es por medio de una denuncia, porque se ha perdido la actitud crítica de los humanos que tanto caracterizó la edad moderna – por lo menos en sus inicios.

Otro propósito de este manifiesto, es de abrir la oportunidad de que se abra

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