La Republica EE.UU

Al comienzo, yo no podía creer lo que veía. De hecho tuve que reenfocar y parpadear un par de veces antes de leer el email otra vez, pero aún decía la misma cosa: “Benjamin Franklin dijo, “Les hemos dado una república democrática .. .. si pueden conservarla”

¡No!. ¡No es verdad!

Luego caí en cuenta: Un lector de mi columna “Hablando Claro” había sido víctima sutil de 100 años de lavado de cerebro. Lo que él decía era una burda tergiversación de la verdad – y la diferencia es relevantísima para recuperar aquellas libertades que hemos ido perdiendo. Espero vuestra indulgencia para contarles una pequeña anécdota sobre lo que aprendí esta semana

Si Uds. recuerdan las clases de historia acerca de la fundación de este país (EEUU), ustedes sabrán que fue motivo de una gran controversia el tipo de gobierno que crearían estos nacientes estados independientes.

El primer esfuerzo, los “Artículos de la Confederación”, iban derecho al fracaso. Pero qué los vendría a reemplazar? Cada estado envió a un grupo de representantes a Philadelphia y generaron un nuevo acuerdo. Las deliberaciones de la Convención Constitucional en 1787 se llevaron en un estricto secreto. Consecuentemente, los ansiosos ciudadanos se amontonaban afuera del Hall de la Independencia cuando los procedimientos terminaban, ávidos de conocer exactamente que se había generado tras aquellas puertas.

Mientras los delegados salían del recinto, Mrs. Powell de Philadelphia preguntó a Benjamin Franklin: “Bien, Doctor, ¿qué hemos creado?

Sin vacilar, Franklin respondió, “Una república ... si son capaces de conservarla”. No una democracia, no una república democrática... Una república, si pueden conservarla.

En las pasadas 4 décadas, yo he contado esta historia cientos de veces. Por muchos años recorrí el país dando conferencias acerca de los desafíos de nuestra República. Siempre disfruté de la oportunidad de hablar con jóvenes estudiantes si podía extenderles la invitación. Cuando lo hice, me sentí feliz de explicarles la diferencia entre una república y una democracia.

“Un linchamiento es una democracia en acción” yo diría. Mientras que si usted cree que alguien es inocente hasta probar lo contrario, que ellos merecen un juicio justo donde sus pares decidan su destino, entonces ustedes creen en un estado de derecho, no sólo en el desenfreno de una turba

Otra línea que yo usaba a menudo era, “democracia es cinco lobos y una oveja votando que almorzarían”. Si usted fuera la oveja, ¿dónde preferiría vivir, en una democracia o en una república?

Yo destacaba que, mantener limitados a los hombres con las cadenas de una Constitución era lo relevante. Que era la única manera segura de proteger su libertad. Y que todos los que pretendían trasformar esta república en una democracia eran unos enemigos de la libertad.

Hace uno o dos siglos no habría sido necesario explicar ésto, ni tampoco saber si alguien lo hizo. Si se regresa a los siglos 18º y 19º, veríamos que cada estadounidense que pudiera leer y escribir (y probablemente también la mayoría de los que no podían) sabían que éramos una república. La campaña para convencernos que éramos una democracia no comenzó hasta hace unos 100 años (comienzos del siglo XX). Hoy, si Ud. hace una encuesta a estudiantes de enseñanza media, la inmensa mayoría le dirá a usted que somos una democracia.

Por favor, no se deje arrastrar a la idea de que ésta es una mera disquisición semántica. Entender la diferencia entre 2 sistemas de gobierno es absolutamente vital. Yo no exagero cuando le digo que nuestras libertades dependerán de que más estadounidenses se den cuenta de la importancia de ésta aparentemente inútil (sólo para iniciados) precisión.

Nuestro Padres Fundadores temían y odiaban la democracia

La mayoría de los estudiantes que me oían declarar tal cosa se sorprendían y conmocionaban. Ellos habían sido enseñados que Estados Unidos era, y había sido siempre una democracia. Que la “regla de la mayoría” era la más justa de todas las formas de gobierno posible. ¿Quién era este tipo para decirles que habían

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