ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Sabiduria


Enviado por   •  22 de Octubre de 2013  •  1.770 Palabras (8 Páginas)  •  257 Visitas

Página 1 de 8

LA IGNORANCIA Y LA SABIDURIA

Ensayo escrito por: Iván Alberto Gutiérrez López

IGNORARE A SOPHIE

Se puede referir a muchas acepciones pero en general la ignorancia simplemente es no conocer algo. Si bien es cierto la infancia es la etapa más filosófica del ser humano; y lo es porque el niño a esa edad entre 3 o más años pregunta el por qué de todo, esas preguntitas que dan dolor de cabeza a los grandes, que en cierto modo deberían contestarles con una respuesta satisfactoria, pues se supone que saben más que ellos. Pero en medida que los humanos crecemos, menos nos interesa aprender, pero para dejar en claro que esto no es para criticar a los adultos, sino dar una luz a la verdad que es la de la ignorancia, parece ser que entre más conocemos mas ignoramos porque vamos creciendo y aprendemos lo que debemos aprender, y es que se nos inculca lo que debemos aprender, que aprender algo por nuestra voluntad ya no es deseable, sino tedioso y raro.

El asombro es una propiedad que los adultos pierden al crecer, al adquirir convicciones, que son creencias fuertemente arraigadas en ellos. Así, cuando se enfrentan a algo que debería causarles sorpresa lo que manifiestan es aburrimiento y hastio.

Por otro lado debemos hacer hincapié en el sentido en que el niño pregunta, que pregunta? , o mejor dicho, para que pregunta?. Este pequeño ser casi santo tiene una percepción del mundo muy estrecha pero se puede hacer tan amplia y grande como sea posible. El quiere aprender a saber en sí. No es del otro mundo que un adulto ante una situación de preguntitas de un mocoso se ponga histérico, pero el adulto, por que también no se asombra como el niño?.

Entonces el asombro es la puerta de salida de la ignorancia, necesitas estar asombrado para que quieras saber qué. Los factores de la vida cotidiana, el humor, la antipatía, la vida reglamentaria e impuesta por pautas, destruyen a una mente y espíritu que se asombra ante algo. El egoísmo sobre todo induce a ese espíritu libre a refugiarse y privarse del mundo, por qué? porque los demás así lo imponen y quieren vivir en armonía y no les importa más que la pereza.

Por último vemos la duda que funciona para separar la verdad de la mentira, es decir, hace las veces de un colador dejando solo la verdad y retirando la mentira, como hacían los buscadores de oro sus cribas. Las instituciones que exigen obediencia ven esta característica como un verdadero peligro, pues cuestiona, a través de las preguntas, el saber recibido de manera ritual por las tradiciones. Está claro que alguien que no conoce el valor de una respuesta puede pedir explicaciones, pues de lo contrario, se le llamara crédulo, y solo es crédulo aquel que cree ciegamente en las respuestas que recibe.

Al respecto Cristóbal Pérez (2010) nos dice que: No es posible dudar que uno duda, esa es la sugerencia de un filosofo como Descartes, con lo que, de ser cierto lo anterior, entonces la filosofía tiene que reconocer que hay verdades autenticas. Si uno duda de que uno duda, esta dudando, lo que implica que entonces de eso no puedo dudar: así, si dudo de que dudo, dudo de que dudo, con lo que es posible dudar de que dudo, y ahí no hay duda, a pesar de que si hay duda. Entonces, puesto que dudo, no hay duda de que dudo, y puesto que no hay duda de que dudo, hay duda. Sócrates busca la verdad, por lo que es filosofo por excelencia, pregunta, y tiene la capacidad de revelar lo que está detrás del sabio: el falso sabio, por lo que en última instancia no es un ignorante común. Este gran hombre interrogaba a pesar de su madura edad todo lo que le asombraba. Ponía a grandes autoridades del pueblo a tal grado que ocurriera un asesinato en potencia, y es que, su pregunta entraba en lo interior de la falsa repuesta que le daban y la hacía ahondar mas y mas profundo que, después de horas, la persona, harta, fastidiada era humilde y reconocía que no sabía la respuesta y que no quería continuar.

Desde tiempos ancestrales la pregunta, asombro y duda ya existían. Tal es el caso del génesis en la biblia:

Y dijo Dios: ¿Quién te enseño que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol que yo te mande que no comieses?

Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera me dio a comer del fruto prohibido del árbol, y yo comí (Génesis 3:11-12).

Ya sabemos la historia: Yahvé castigo a ambos y los expulso del paraíso. A la gente común de hoy en día parece el relato de un Dios injusto y malo, pero… ¿ Y si no es cierto?¿ Acaso la justicia se hace correctamente y nosotros no podemos percibirla? Adán ya había comido del árbol del bien y el mal, o sea, que ya tenía todo el conocimiento y sabia lo que para Dios agradaba,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.6 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com