La conciencia del amor
bounceknockerEnsayo5 de Octubre de 2015
1.253 Palabras (6 Páginas)193 Visitas
LA CONCIENCIA AMOROSA
Joaquín Xirau Palau en una búsqueda por descubrir que es la conciencia amorosa, al interior del pensamiento nos da una idea esencial de la misma, desarrollando más plenas ideas que habían estado presentes anteriormente, este parte de una percepción un tanto cristiana, trata de darle una explicación a lo que es confuso para el hombre y la mujer en relación con sus sentimientos, tomando en cuenta que el amor Eros no es el único.
¿Qué es la conciencia amorosa?
Para Xirau el amor no es un impulso sexual ni simpatía sentimental, ni contemplación desinteresada, aunque todos y cada uno de ellos puedan acompañar ocasionalmente al amor.
Se destaca al amor, como una conducta radical de la conciencia y la vida, partiendo de esto ahora es importante comenzar a diferenciar entre un proceso empírico y una actitud de la conciencia.
Por un lado el proceso empírico, se refiere a lo que has vivido, a lo que has experimentado, a lo que únicamente te consta, intervienen los recuerdos y la memoria, mientras que la definición de actitud, es la manera de comportarse frente a un hecho o una persona, es más bien como reaccionas ante ello y si pensamos en que es aquello de radical nos dice que afecta a la parte fundamental o al principio de una cosa y es total o completo.
Este es el momento de ubicar proceso, tras proceso, en el aquí y en el ahora, el tiempo y el espacio, desenmarañar lo naturalmente desenmaráñale, y correlacionar que esto del amor, o de la conciencia amorosa, proviene fundamentalmente de dos procesos: el psicológico y el biológico, y así surge el amor y así surge del "amor" el odio, del enervamiento, el entusiasmo, de la indecisión la firme resolución de la voluntad. Es un misterio, una trama casualmente complicadísima y aun destacando la conciencia quizás como uno de los factores más importantes, ninguno de las actividades antes mencionado ha logrado definir hasta ahora lo que es plenamente el amor.
No es el amor en strictu sensu un "contenido" de la conciencia, sino una forma peculiar y permanente del espíritu, una actitud radical de la vida que condiciona los fenómenos y los contenidos y les presta una orientación y un sentido. Así es entonces como definimos al amor puro, no a otra clase de amor, lo que hemos tenido entonces antes como ideas no nos funciona para tratar de adentrarnos y entender, desde el punto de vista de Xirau.
Es necesario ahora, entonces analizar cuatro conclusión es en torno al amor mismo El amor supone, abundancia de la vida interior ; El sentido y el valor de las personas y de las cosas aparece a la conciencia amorosa en su radiación más alta; Hay en el amor ilusión, transfiguración, vita nueva o renovada ;La plenitud del amor supone reciprocidad y, por tanto, en algún sentido, fusión.
Tendríamos que depurar entonces al amor, personificándolo muy aparte ya por lo que es o por lo que intentamos definir que es, de lo que hasta ahora hemos vivido y creemos que es el amor, el amor incluye darle un sentido y un valor a los factores que giran en torno al el, factores como personas, la ilusión que alimenta la esencia de este y la reciprocidad que es como un toque característico, ello exige también, depurarlo de la historia y quizás de la conciencia cultural, ya que la cultura, transmitida a lo largo de la historia, apunta a Eros, como el centro de lo que es el amor o lo que creemos que es el amor, pero en el, la persona, no es el fin pleno del amor, Xirau argumenta que el amor, parece desvanecerse o degradarse a ser definido como un proceso meramente biológico, la ciencia es un fenómeno de la conciencia y no la conciencia es un fenómeno de la ciencia.
Así, defiende la prioridad del amor respecto a lo meramente intelectual. La objetividad que la ciencia cree obtener es una reducción que, al eliminar lo subjetivo, en lugar de explicar el mundo, lo anula. En la conciencia hay dos aspiraciones fundamentales al ser y al valer, pero sin el valor el ser carece de sentido; el amor nos mueve hacia lo valioso, nos hace estimar la vida y por ello tiene sentido pensar. El amor no se define por un contenido de la conciencia, sino que es una actitud de la conciencia y de la vida y se caracteriza: por la superabundancia de vida interior; por revelar el valor y el sentido de personas y cosas; por contener la ilusión que transfigura y renueva la vida personal; por suponer reciprocidad y fusión interpersonal. Xirau se plantea el dilema de si el amor es el origen del valor o a la inversa, pero lo rechaza como un falso problema, producto de una visión intelectualista. En cambio, y a partir de la noción de conciencia, afirma que el ser en sí es un salir fuera de sí: todo es en relación y por referencia y lo esencial del ser es entregarse. El ser no es la objetividad, la realidad es subjetiva. La conciencia, la experiencia personal mediante el amor, constituye para cada cual su mundo; sólo la conciencia amorosa penetra el misterio del ser y entonces las cosas se nos hacen íntimas. Cuanto más sale de sí la persona, más alcanza la plenitud personal. No existe conflicto entre el ser y el valor cuando se deja atrás la lógica intelectualista en la que abstraemos el ser y el valor, con lo que los separamos y creamos el problema de su relación y se pasa a una dialéctica amorosa. Según ésta, ni el ser ni el valer están separados, ni tampoco existe una tabla de valores fijos en abstracto. Se trata de un subjetivismo no relativista, para el que el amor al ser tiene siempre una significación personal. El recorrido de Xirau se cierra al poner al servicio de sus ideales pedagógicos todo lo desarrollado hasta ahora. El amor da sentido a nuestra vida y plenitud al mundo.
...