ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La esencia singular de lo necesario y la levedad plural de los contingentes


Enviado por   •  24 de Octubre de 2019  •  Ensayos  •  994 Palabras (4 Páginas)  •  182 Visitas

Página 1 de 4

 La esencia singular de lo necesario y la levedad plural de los contingentes

El existencialismo renuncia a Dios y deja a un hombre arrojado al mundo, atormentado a una nada que se circunscribe en las dimensiones del ser, condenàndolo a una muerte vivida. No hay una salvaciòn màs allà de la vida que es una, es por esto que no debe sorprender que los existencialistas reconozcan y promulguen la humanidad en el amor. ¿Quiènes somos nosotros? Quizàs lo ùnico que queda claro es que pertenecemos a la especie humana,. Los existencialistas son un conjunto de hombres y mujeres, que tienen como imperativo categòrico la libertad  que transgreden las creencias, dejando así al ser puro. Asì que desalineando al ser de la divinidad de los dioses y degradàndolo, para algunos, al nivel de especie animal, se sostendrà a un individuo que recobra su lugar en el centro del mundo y que, a su vez, lucha o se rinde ante los instintos animales que se quedaron atrapados en su material genètico.

El surgimiento de la contingencia plural del amor viene dada por la condiciòn humana del ser que no es sòlo alma, sino cuerpo. Es con este aspecto que la mundanidad termina por condicionar la singularidad del necesario que no lucha contra la contingencia, porque su

amor no busca poseer un ser; su fin trasciende a la protecciòn de una libertad.

Sobre los monos y la contingencia

El darwinismo nos revela el lado màs humano de un hombre, que en esencia es animal. El pasado de nuestra especie tiene un sola cara: primates. Segùn el doctor en Psicologìa, Cristopher Ryan, nuestra raza està bioprogramada para la poligamia. Sobre esto señala en su tesis, como en los principios de la humanidad se vivìa bajo el nomadismo y el socialismo, en donde se compartìa desde el alimento hasta las parejas sexuales. Ademàs, nuestra especie es una de las màs sexuales de la naturaleza: los miembros estàn descubiertos y las mujeres deciden tener relaciones sexuales, aùn cuando no estàn ovulando, a diferencia de la mayorìa de seres vivos del reino animal. Esto es consecuencia de que el acto sexual humano no tiene como fin último la reproducciòn, sino tambièn el placer u otros sentimientos como el amor.

No podemos saber quièn somos ahora, si no conocemos nuestro pasado. Para hacerlo debemos reconocer que no sòlo estamos arrojados al mundo y sin dios , ademàs estamos condenados a un infierno, que en palabras de Sartrè: “son los otros”. Es a travès de los otros, por medio del cual configuramos y re-configuramos nuestras caracterìsticas, que ya no pueden seguir sostenièndose como personalìsimas, porque son ellos quienes terminaràn por definir el ser.

En medio de este escenario se otorgarìa la condiciòn de quiènes somos: quien se ha apoderado de la libertad de ser del otro para afirmar la suya o a quien su libertad se le ha arrebatado. En este escenario aparece el amor, donde existe un amante y un amado. Pero si alguien tiene que adquirir la posiciòn de esclavo u objeto ¿serà esto amor? No, porque el amor surge entre seres libres. Es entonces cuando la seducciòn hace posible que se inviertan los papeles de poder, sobre esto Sartre señala que sin importar las concepciones que tengamos sobre el amor este siempre va a estar ligado a este aspecto y  a la dependencia. Seducir es colocar al ser en un punto en donde sea visto, porque es asì como comenzamos a existir y nos mostramos de forma que el otro reconozca su cualidad de no ser nada o su insignificancia, frente al seductor. Cuando pierde su lugar y se reduce a su insignificancia tomarà el papel de esclavo. Para volver a ser libre se deberà volver a retomar el proceso.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.8 Kb)   pdf (72.4 Kb)   docx (9 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com