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La felicidad que promete la sociedad de consumo


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2018  •  Ensayos  •  829 Palabras (4 Páginas)  •  72 Visitas

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LA FELICIDAD QUE PROMETE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

De una manera rápidamente espeluznante, en las últimas décadas, las palabras “felicidad” y “consumo” se han acercado tanto, que es difícil concebir la idea de una sin la necesidad de incluir la otra, aunque sea de forma inconsciente.

A primera vista, se me ocurren dos formas distintas de analizar este tema;

-La felicidad que nos da el consumo, y el consumo que conlleva la felicidad,

O

-La felicidad no depende del consumo, y el consumo no nos da felicidad.

Aunque no asumo que no hay gente que pueda evitarlo, veo muy complicado, sobre todo en el tiempo en el que nos ha tocado vivir, que haya personas para las que ambas opciones no sean verdad. Me explicaré;

Hoy en día, es difícil que la felicidad de una persona no dependa en un tanto por ciento del consumo.

Al igual que, desgraciadamente, es más fácil que haya una mayor cantidad cuya felicidad dependa casi en su totalidad de él.

Pero ¿por qué estoy tratando con tan alta estima al consumo? ¿Por qué lo planteo como inamovible? ¿Por qué no simplemente lo quitamos de la ecuación y despejamos?

Porque se ha convertido en un pilar que ni siquiera nos hemos dado cuenta que nos sostiene.

Los primeros hombres, sin saberlo consumían. Ellos lo llamaban sobrevivir. Ellos eran los que buscaban, cazaban e inventaban. Pero también ellos eran los que bebían, comían y usaban. Era su forma de vivir, pero como todo, acabo clasificándose en el cajón de las definiciones en el que todo se encuentra ahora; se podría decir que todo se desmoronó cuando a alguien se le ocurrió inventar ese cajón.

Una definición limita, exige, es lo que es y pide lo que pide. Se construye una barrera que no suele ser bueno intentar traspasar, porque traspasarla abre el cajón que está cerrado con llave.

¿Se me entiende?

Siento que estoy escribiendo un popurrí de ideas.

Bueno, ya es tarde para echarse atrás.

Y, aunque a este extremo se ha llegado con el tiempo, tuvo que comenzar en algún momento. Por lo que en el instante en el que el consumo entró en el grupo de privilegiadas palabras que tenían definición, la sociedad se aferró a ella con desesperación.

Por lo que ahora, los hombres sabían que consumían. Ellos eran los que buscaban, cazaban e inventaban. Pero también ellos eran los que bebían, comían y usaban. Era su forma de vivir, pero ahora lo llamaban consumo.

Y, como todo, evolucionó. Se hizo mas grande, más fuerte más imposible de abandonar. Hasta el punto en que no puedes mirar a tu alrededor sin ver tu consumo o el de otra persona.

Y ¿cómo no va a estar tu felicidad relacionada con el consumo, si vives en él?

Avanzaré punto por punto;

-La felicidad que nos da el consumo: ninguna. El consumo como tal, hoy en día, e incluso en los días en los que consumir significaba sobrevivir, el consumo no aporta ningún tipo de felicidad. Pero es fácil de confundir. Sin embargo, si te fijas, el revoloteo que notas al consumir, no es felicidad. Podría definirse como una satisfacción egoísta. Pero hay quienes no lo diferencian. Muchos. Hablando por ellos, el consumo es una fuente inagotable de felicidad.

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