ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La filosofía de la ética


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2012  •  Ensayos  •  2.606 Palabras (11 Páginas)  •  290 Visitas

Página 1 de 11

Tiene que surgir un nuevo Renacimiento, mucho más grande que el Renacimiento que nos permitió emerger de la Edad Media: el Gran Renacimiento, gracias al cual la humanidad descubrirá que la ética es la verdad más alta y el fin más elevado, y podrá liberarse del miserable sentido de la realidad en que se arrastra actualmente. Quisiera ser un modesto heraldo de ese Renacimiento, y encender como una antorcha en la oscuridad de nuestra época, la fe en una nueva humanidad.

Albert Schweitzer, Cultura y ética

Introducción

La asociación sujeta a una serie de situaciones dadas que deben enfrentar los seres humanos así como sus actos en la manera de hacer las cosas, es por ello que se requieren de un proceso de interacción que vaya adquiriendo solidez para fortalecer la transformación del ciudadano, tomando en cuenta sus valores éticos y morales.

De igual manera, la perspectiva de los importes filosófico va dirigido a defender el ser de su ámbito exterior e interior, con la finalidad de que cada uno sea más persona, reconociendo sus deberes y como ponerlos al servicio y disposición de su comunidad, es necesario resaltar que todo va a depender de la moral y la ética presente en su cultura social.

En relación a la estructura del presente informe se encuentra conformado de la siguiente manera: una ética, la ética profesional, porque es necesaria la ética, la ética como disciplina filosófica, relación con la moral, la metafísica, la epistemología y la axiología.

La ética deriva del griego “etheos”, que significa costumbre; es sinónimo latino es la voz “more” de donde nace el término moral, ella están relacionadas con el comportamiento humano que sostiene lo aceptable, es decir, lo bien o lo mal, dependientemente de la cultura que tenga cada sociedad, también una ética es considerada como una rama filosófica que se encarga de estudiar la conducta del hombre desde su ambiente dinámico donde se desenvuelve, ya que el mismo que gusta acciones que van en contra de la moral y las buenas costumbres, sin importar su naturaleza misma, es por ello que la ética permite regular estas acciones por medio de la razón, aludido a la necesidad de generar acciones positivas que ayuden a su entorno, en otro espacio se presume de personas que no toman en cuenta los valores éticos surgiendo así un desequilibrio social.

Para la filosofía la ética representan la esencia humana de producir los actos, uno de ellos es la libertad de realizar la conducta.

Marco Teórico.

Aristóteles, Ética

No hay acción ni deseo humanos que no miren a un bien, y sólo se puede hablar de bien en sentido práctico si se trata de un bien realizable a través de la acción. Ningún hombre cuerdo actúa para hacerse miserable o desgraciado.

Pero como a la vez es indudable que los hombres realizan a veces acciones de las que después se arrepienten, es más exacto decir que la acción y el deseo humanos miran siempre a un bien o a algo que parece un bien.

Surge así la distinción entre el bien verdadero y el bien aparente, entre lo que en verdad es un bien y lo que parece ser un bien sin serlo en realidad, porque más tarde se comprueba que es un mal.

La posibilidad del error en la realización de la aspiración humana hacia el bien pone de manifiesto que, a diferencia de lo que sucede con otros seres vivos, no hay un instinto natural e impersonal que acomode de modo automático y generalmente infalible las acciones del hombre a los objetivos que le convienen.

El hombre es libre. Por eso es el hombre mismo quien tiene que ajustar personalmente sus acciones, prefijándose sus fines y proyectando el modo de realizarlos.

La realidad que los términos “ética” y “moral” significan directamente es este gobierno personal de las acciones, como se ve en el uso común del lenguaje: de quien renuncia a proyectar personalmente su conducta, abandonándose al vaivén de las emociones o al curso de los acontecimientos, decimos que está “desmoralizado”.

Cabe decir por ello que la ética o moral estudia el modo específico de autogobierno de la libertad humana. Lo moral (en sentido genérico, comprensivo de lo bueno y lo malo) y lo libre tienen exactamente la misma extensión. Todas las acciones libres, y sólo ellas, son morales; todas las acciones morales, y sólo ellas, son libres.

Todo lo que el hombre libremente es y todo lo que deliberada y libremente hace, queda dentro del campo moral.

El hecho de que lo que libremente se realiza sea un comportamiento privado, interpersonal o político no introduce ninguna diferencia sustancial al respecto. Y la razón es la que se ha indicado antes: todo lo que en el comportamiento humano no es determinado por el instinto o por algún tipo de necesidad causal, ha de ser proyectado por la razón práctica y querido por la voluntad personal, y esto es exactamente lo mismo que ser gobernado moralmente.

Manifestaría una notable incomprensión del punto de vista ético, por ejemplo, quien, refiriéndose a su vida privada, quisiera excusarse diciendo: “en mi casa soy libre de obrar como me parece”. La moral concierne a la persona humana precisamente porque ella es libre de obrar como le parece.

Quien se excusa de esa manera está diciendo, en realidad, que es psicológicamente posible evadir las exigencias de lo razonable, lo que evidentemente es verdad. Pero para la ética lo decisivo es que en el mismo instante en que la persona humana decide apartarse de lo razonable, esa decisión suya merece desaprobación, lo que muestra que su capacidad psicológica de “obrar como le parece”, lejos de ponerla fuera del ámbito de la moral, es precisamente lo que la incluye en él.

La responsabilidad moral está inseparablemente unida a la capacidad personal de gobernar el propio comportamiento: el hombre puede y tiene que “responder” (dar razón) sólo de las acciones que ha elegido y proyectado él mismo.

En términos generales parece claro que el bien que constituye el punto de referencia fundamental del autogobierno de la libertad es el bien de la conducta, de algún modo el bien de la vida entera, de la forma de ser que el hombre se da a sí mismo mediante sus acciones, y no el bien que se refiere a la eficacia en la consecución de objetivos particulares, como puede ser la comprensión de las matemáticas o la fabricación de zapatos.

El bien y el mal que interesan a la ética son aquéllos que hacen bueno o malo al hombre en cuanto hombre, en sentido absoluto y sin restricciones, y no bajo un determinado aspecto o en un cierto sentido,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.6 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com