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La fragilidad de un corazón


Enviado por   •  1 de Marzo de 2022  •  Tareas  •  885 Palabras (4 Páginas)  •  84 Visitas

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La fragilidad de un corazón

Érase una vez en un pueblo muy pequeño, vivía una familia muy conocida en aquel lugar, pues ellos se dedicaban a la fabricación de zapatos. La única en aquel pueblo.

Esta familia contaba con cinco integrantes, el señor y la señora Bingley quienes tenían tres preciosos tesoros, sus tres hijas. Arlette la mayor quien contaba con 19 años, Amelie de 17 años y Annalise, la más pequeña con tan solo nueve años.

Amelie era una joven hermosa que con tan solo verla quedarás maravillado. Ella era una joya para su familia, incluso para el pueblo entero. Hasta que un día una familia muy rica visitó la zapatería.

Los Walton entraron al lugar.

-Buen día -saludó la pareja.

-Buenos días, ¿qué es lo que necesitan? -pregunto Amelie educadamente.

La pareja le comenzó a dar indicaciones de lo que querían, mientras ella tomaba nota de cada cosa que le decían.

Cuando le terminaron de explicar lo que querían ella fijó sus ojos en el joven rubio que se encontraba a un metro de distancia, la observaba fijamente. Era guapo, sumamente atractivo, pensó.

- ¿Qué zapatos quiere? -sonrojada por la tontería que acababa de pronunciar intentó volver a hablar, pero fue interrumpida por su padre quien acaba de ingresar al local.

-Disculpen a mi hija –pide mientras se dirige al lado de su hija y toma el pequeño cuaderno- ¿necesitan alguna otra cosa? -pregunta al terminar de leer el pedido.

-No, eso es todo, gracias –contesta el señor Walton.

Y mientras el señor Bingley explica cuándo estará su pedido listo los dos jóvenes no hacen más que mirarse. El lleno de interés decide preguntarle su nombre.

-Me llamo Amelie –responde ella sonrojada- ¿y usted?

-Edward –mientras sonríe se gira hacia los adultos que por fin han terminado su conversación y están listos para retirarse- señor Bingley –exclama, ganado la atención de los adultos.

- ¿Sí? -pregunta este.

- ¿Me daría usted su permiso, para cortejar a su hija –pide Edward, haciendo que los presentes se queden perplejos?

El señor Bingley voltea a ver a su hija antes de responder. Amelie nerviosa por la respuesta de su padre comienza a morderse las uñas.

-Claro que sí -es su respuesta sacándole una sonrisa al joven.

Edward se gira hacia Amelie, ella sonrojada sonríe, y él toma su mando plantando un beso en esta.

-Nos veremos pronto querida Amy –se despide con un asentimiento de cabeza, abandonando en local junto con sus padres.

Ya han pasado dos semanas desde el acontecimiento en la zapatería local, y Amelie ha recibido diferentes tipos de flores, todas las mañanas a la misma hora siempre.

Así que

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