La libertad según filosofía

 Análisis de texto

A continuación se ofrece un extracto de “El hombre en busca del sentido” de Victor Frankl, precedido de una introducción que expresa el valor de la libertad de pensamiento. Léalo y discuta con sus compañeros las siguientes preguntas

1. ¿Qué es para V. Frankl la libertad?
2. ¿De qué manera se resuelve la disyuntiva entre lo dado o no elegido y la libertad?
3. ¿Le parece que la experiencia de V. Frankl es posible de extrapolar a otras circunstancias de la vida cotidiana? Ejemplifique
4. Relacione la frase nietzscheana (quien tiene una meta por qué vivir siempre sabrá cómo) con la idea de Savater relativa a que la libertad es una fuerza que se enfrenta a otras fuerzas independientes del sujeto.

La libertad interior

La incomprensión teórica y práctica del verdadero sentido de la libertad humana procede del acostumbrado reductivismo que se aplica a ella y que nos hace entenderla exclusivamente como libertad de arbitrio. En esta actitud segada suele soslayarse las distintas dimensiones que configuran precisamente la autonomía humana, especialmente la más importante, a saber: la libertad constitutiva o de pensamiento.

La libertad de pensamiento evidencia que el hombre es una interioridad con un conjunto de creencias, sentimientos, convicciones y valores que han de constituirse en nuestra forma particular de ser y estar en el mundo. Asimismo esta forma de estar en el mundo irá concretándose tanto en elecciones particulares como en la configuración de su proyecto de vida. La prerrogativa humana de disponer su forma de comprender el mundo y de asentarse reflexivamente en él nos refiere la existencia de un mundo interior intransferible, en el que nadie puede penetrar si es que nosotros no lo consentimos.

El psiquiatra Victor Frankl descubrió la importancia de la libertad constitutiva en su experiencia como prisionero en Auschwitz. Según su testimonio, los hombres poseedores de una rica vida interior tuvieron la fortaleza para enfrentar la crudeza de la experiencia constrictiva en el campo nazi. En esta profunda comprensión antropológica, el psiquiatra retoma la frase de Nietzsche “Quien tiene una meta por qué vivir, siempre sabrá cómo” para explicar que sólo aquel hombre que piensa la vida y ordena las prioridades de la misma sabrá cómo salvar las dificultades que las circunstancias del devenir ofrecen.

El hombre en busca del sentido (extracto)

Tras este intento de presentación psicológica y explicación psicopatológica de las características típicas del recluido en un campo de concentración, se podría sacar la impresión de que el ser humano es alguien completa e invariablemente influido por su entorno (entendiéndose por entorno en este caso la singular estructura del campo de concentración, que obligaba al prisionero a adecuar su conducta a un determinado conjunto de pautas). Pero ¿Y qué decir de la libertad humana? ¿No hay libertad espiritual con respecto a la conducta y a la reacción ante un entorno dado? ¿Es cierta la teoría que nos enseña que el hombre no es más que el producto de muchos factores ambientales condicionantes, sean de naturaleza biológica, psicológica o sociológica? ¿El hombre es solo un producto accidental de dichos factores? Y, lo que es más importante ¿las reacciones de los prisioneros ante el mundo singular de un campo de concentración son una prueba de que el hombre no puede escapar a la influencia de lo que le rodea? ¿Es que frente a tales circunstancias no tiene posibilidad de elección?

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