La moral errónea del utilitarismo
Jorge SantistebanEnsayo9 de Junio de 2023
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La moral errónea del utilitarismo
La moral involucra distintos aspectos y puede ser definida de muchas maneras. El padre del utilitarismo moderno, Jeremy Bentham, considera que consiste en maximizar la felicidad de las personas en la medida en la que el placer sobrepuje al dolor. No obstante, para nosotros la moral va mucho más allá de esto, y no creemos que se debe de justificar el sufrimiento a cambio de una utilidad mayor. A partir de esto, surgió nuestra duda: ¿El razonamiento utilitario es un principio válido para la moral?. Ante esta pregunta, sostenemos que el razonamiento utilitario no se debe considerar como un principio válido para la moral.
En el presente ensayo, se explicará porque para nosotros el razonamiento utilitario no es un principio válido para la moral, a través de distintos argumentos. El cuerpo del ensayo se dividirá en tres párrafos, en el primero se hablará de la falta de respeto a los derechos individuales en el utilitarismo; en el segundo, sobre la imposibilidad de medir la felicidad en un cálculo de mayor cantidad de bienestar como lo propone el utilitarismo, y por último, el porqué no todos los actos deben involucrar una mayor cantidad de bienestar.
En primer lugar, el utilitarismo no reconoce, ni protege la dignidad de los seres humanos, pues atenta contra los derechos individuales de las personas. El criterio utilitario tan solo se preocupa en obtener la mayor satisfacción, sin darle importancia a los individuos. Su trato hacia las personas viola las normas de decencia y respeto que deberían ser fundamentales en una sociedad. Por ejemplo, en la antigua Roma, se echaba cristianos a leones para hacer feliz a la multitud, esto era una masacre con la justificación de que se mueran unos cuantos por la felicidad de cientos. ¿Es que acaso el sufrimiento de algunos está justificado porque hará felices a más gente?, por supuesto que no, de ninguna manera esto se pueda considerar una acción moral, ya que van en contra de la dignidad humana. El utilitarismo exige que se deben cometer acciones injustas en ciertas ocasiones, como es en el caso previamente expuesto. Es por esto, que algunas acciones nunca se deberían realizar, y se debe ser indiferente de las consecuencias positivas que se podrían obtener de esta.
En segundo lugar, es imposible medir la felicidad en un cálculo de mayor cantidad de bienestar como lo propone el utilitarismo. Esto se debe a que la felicidad es subjetiva de cada individuo, además, no existe un juicio realmente válido o científico que permita medir lo que alguien siente internamente, hay personas que sienten más y otras menos. Todos tenemos diferentes felicidades, por lo tanto, no hay forma de que el utilitarista pueda hacer una medición cuantitativa de felicidad. Asimismo, si hubiera una manera de realizar esto, se dejarían de lado las opiniones y valores de cada persona, tan solo enfocándose en un punto de vista social e ignorando la medida en la que las creencias y formas de sentir felicidad de un individuo puede causar problemas en otro, ya que al imponer la felicidad de la mayoría sobre los demás, se puede llegar a oprimir a las minorías de una manera injusta, asemejándose a manifestaciones terribles como la segregación y separación.
Por último, Jeremy Bentham considera que la felicidad debe ser maximizada y el placer debe sobrepujar al dolor basándose en una mayor utilidad y bienestar en todo momento. Esto es erróneo, ya que este punto de vista similar al hedonista pasa por alto la manera más común para progresar y mejorar como persona, la cual se basa en aprender sobre los errores y tomarlos en cuenta para el futuro. Al promover acciones sin ningún tipo de consecuencia negativa, además de velar por una imposibilidad humana, se deja de lado todas las enseñanzas atribuidas por estas equivocaciones, las cuales sirven para una experiencia personal y un mejor manejo del área en concreto, eliminando la autocrítica y el progreso. Además, esto no solo puede ser visto desde un punto de vista personal, sino también desde uno social. Por ejemplo, el crack del veintinueve causó una gran depresión y no brindó ningún tipo de bienestar general en aquel momento; sin embargo, su utilidad a largo plazo no puede ser descartada, ya que dio los principios para invertir y causar una reflexión social sobre el manejo del dinero en la bolsa de valores, dejando así una enseñanza y convirtiendo las consecuencias negativas en positivas, con su respectivo tiempo.
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