La Ética En Medicina

La ética es aquello que es moral y justo, es la herramienta a través de la cual el hombre puede aspirar a obtener lo bueno, y llegar a su fin último: la felicidad. Luego la ética funge como la forma de distinguir el bien del mal.

Tiene dos facetas en tanto que a la vez es subjetiva y objetiva. La primera puesto que es experimentada de manera distinta por cada persona y la segunda relativa a que lo que es correcto no lo es por un juicio personal, sino que simplemente lo es.

La ética es, además, la ayudante de la razón para derrocar el egoísmo de las pasiones. Éstas, si no son controladas por las mencionadas aptitudes humanas, vuelven al ser humano una fiera más.

En medicina, observamos a la ética en acción todo el tiempo. Cada decisión que toma el médico debe ser meditada cuidadosamente para poder encontrar la solución más adecuada para obtener el bien del paciente. Lo justo y lo necesario es que el médico haga todo cuanto esté dentro de su alcance para poder ayudar a la mejora del paciente. Los médicos (y en efecto, todos aquellos con una onza de humanidad) derivan gran felicidad de observar cómo, a través de sus acciones (dirigidas por la razón y la ética), la vida del prójimo es mejorada e incluso salvada de las garras del hades.

La ética es la ciencia que ayuda al hombre a definir las reglas que distinguen lo que es bueno de lo que es malo.

Existen dos principales criterios en los cuales se apoya:

Externo/deontológico: aquello que estudia que el hombre debe ser. Son las normas, leyes y reglamentos. De índole social, éste criterio aplica para la población que lo determina sin excepción Su objetivo es obtener estabilidad en la relación de los miembros, no mejorar la calidad humana de los mismos por lo cual decimos que excluye al individuo como persona.

Interno: aquello que observa lo referente al humano. Es lo que se quiere ser, un deseo humano innato, su esencia. Ahora bien, los objetos y animales tienen esencia, la cual es estática y perfecta desde un inicio. El perro no se vuelve más o menos perro por sus acciones, ya que carece de razón y simplemente es.

El hombre, por su parte, no nace siendo realmente hombre. A través de millones de años de evolución, se desarrolló en él la capacidad de la razón. Esta racionalidad por ende, implica una libertad única de la especie, en tanto que la capacidad intelectual nos permite pensar y hacernos responsables de nuestras acciones. Y es a través de estas decisiones que tomamos con las cuales perfeccionamos nuestra esencia humana. A través de la creación continua de nuevas metas, el ser humano obtiene este perfeccionamiento, por ende, mientras que la esencia de objetos y animales es estática, la nuestra es dinámica, evolucionando de acuerdo a dichas metas.

Si nuestra racionalidad y ser libre, implica que desde que nacemos hasta que morimos tenemos que perfeccionarnos. Por una parte compartimos nuestra esencia., en cualquier espacio en cualquier tiempo. Este tipo de esencia es dinámica. La voluntad en el hombre es esencial, es a través de su unión con la razón que cataliza nuestro desarrollo. Esta voluntad debe ser ejercitada, o se atrofia. Existen tres tipos de sistemas de existencia de la voluntad:

Cerrado: Percibe influencias externas pero es incapaz de hacerla suya y regresar al medio.

Abierto: Recibe las influencias externas, y es a la vez capaz de reciprocar al medio. Esto se da con cualquier sistema orgánico, como las plantas.

Libre: Denota una capacidad para interactuar en la intimidad e interioridad

Como todo sistema, los anteriores necesitan encontrarse en equilibrio. El estado de equilibrio del sistema cerrado es la existencia. El punto de equilibrio de un animal o una planta es la supervivencia. En un sistema libre el punto de equilibrio es la felicidad. De esto se deduce que la felicidad es un equilibrio propio del ser racional y uno de los objetivos del perfeccionamiento humano.

En medicina, observamos esto en las dinámicas de cambio de los estudiantes a través del tiempo que dura su estudio. El ser humano es un sistema abierto en tanto que recibe y da, así como libre, porque es capaz de procesar lo que recibe. Este sistema es guiado entonces por la voluntad a seguir metas que perfeccionan su esencia. El primer paso es entrar a la carrera. El segundo es pasar el primer semestre, el tercero es pasar el primer año y así se van dando objetivos progresivamente mayores en la búsqueda de felicidad que caracteriza al ser humano. Como el perfeccionamiento en la persona, el perfeccionamiento del médico en su papel como Galeno es constante. No hay una meta final, sino una serie de éstas que continúa hasta que la mortalidad del hombre lo obliga a retirarse de la práctica, o los hados ponen fin a su existencia mortal

La felicidad es un acto que se renueva constantemente, es un acto “actualizante”, como el placer asociado al dinero: entre más se acumula, mayor es la ambición por el mismo. Sin embargo, se dice que es un placer pues la felicidad no es algo que se obtiene a través de éste. Ya que el dinero, por ser un recurso finito, jamás puede ser obtenido en medidas altas por todos, se dividen entonces las clases en ricos y pobres. Inherentemente, el sistema de distribución es injusto, por lo cual no conduce a la felicidad. Ya que la felicidad es un estado de equilibrio, va más allá de los cambios de ánimo y circunstancias.

El placer no es la felicidad tampoco, pues sólo es algo pasajero. Además es una herramienta de doble despersonalización pues al buscarlo en la otra persona la degradamos a objeto mientras que hacemos lo mismo con nosotros. No debemos ver al prójimo como objeto, sino sujeto.

Entonces, ¿Qué es conducente a la felicidad?

La felicidad en medicina también es actualizante, pero debemos tener cuidado de no caer por sus placeres. Por ejemplo, la búsqueda de la felicidad en esta carrera puede estar basada en la voluntad del ser humano que lo lleva a mejorarse para poder servir a otros. En este espíritu, nosotros buscamos conocimiento,

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