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¿Las acciones de Hamlet lo convierten en un redentor social, o, por el contrario, se basan ellas únicamente en pasiones egoístas, lo cual lo haría de él un vengador narcisista? ¿Existe un trasfondo político que impulsa dichas acciones?


Enviado por   •  16 de Junio de 2017  •  Apuntes  •  1.388 Palabras (6 Páginas)  •  228 Visitas

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Miluska K. Ccopa Camus      

Código  20162125

Prof. Fernando Aguirre

Jefe Pract. Pedro Gónzales

¿Las acciones de Hamlet lo convierten en un redentor social, o, por el contrario, se basan ellas únicamente en pasiones egoístas, lo cual lo haría de él un vengador narcisista? ¿Existe un trasfondo político que impulsa dichas acciones?

Cuando Claudio envenena a su hermano, el rey Hamlet, y él muere no habiendo confesado todos sus pecados, el verdadero envenenado es el príncipe Hamlet. Él descubrirá toda la verdad por parte de un fantasma, que solo pena de noche porque de día sufre en el infierno. Esa verdad trastocará toda su realidad y afectará totalmente su existencia. Es decir, Hamlet está envenenado por la palabra de su padre. Dinamarca para él se convierte en una prisión, está podrida y solo queda la disyuntiva del "ser o no ser".  Ante ello el protagonista, desde la perspectiva de este ensayo, toma las riendas que un vengador narcisista tomaría. En las siguientes líneas se defenderá el por qué Hamlet antepone su ser frente al mundo.

El narcisismo más agudo se caracteriza diferentes patrones que acompañan la vida de Hamlet. En primer lugar, la deshumanización del prójimo. Asesina a Polonio de manera directa. Manda a matar a Rosencrantz y Guildenstern a través de la carta que envía al rey de Inglaterra. Está cometiendo homicidios colectos, pero no tiene consciencia sobre ello. El único señalamiento que cuenta es lo hace ver como el afectado. En segundo lugar, encontramos la gran orden que Hamlet crea en su mente. Para él, el vengar a su padre es una hazaña para la cual estaba predestinado. Cuando dice "Oh suerte maldita, que haya nacido yo para poner orden" lo único que intenta es dar una perspectiva de víctima. No lo es. Es más, según Girard, para que la venganza de una persona se llegue a cumplir esta debe ser libre de todo tipo de culpa. Shakespeare deja entrever que el rey muerto había asesinado al rey de Noruega. La venganza de Hamlet iba a ser nula y circular (1995).

Existen dos líneas que pueden limitar la vida de Hamlet. La primera, asesinar a Claudio y recibir el honor de la venganza de su padre. La segunda, huir del mundo, de su realidad, a través del suicidio. Es decir, todo se resume a ¿Es mejor soportar todas las cosas terribles que la vida lanza contra nosotros, o simplemente poner fin a todo esto?  ¿es mejor dormir o quedarse despierto? De hecho, estar muerto es como dormir, y dormir suele ser bueno, pero también puede llegar a ser una pesadilla. Sí, es posible que cuando dormimos terminamos con la angustia y los dolores inmediatos; pero, cuando dormimos, soñamos. Este es el quiebre. Los sueños cuando morimos también pueden ser muy malos. Esa es la fuerza impulsora que nos mantiene tratando de vivir el mayor tiempo posible. La lucha no dista tanto de las cosas terribles que suceden en esta vida, pues se puede terminar con todo lo que uno encuentra horroroso menos con la incertidumbre de que lo que viene después de la muerte que puede ser mucho peor. Por lo tanto, uno no termina por decirdirse por la opción que más se apegue a sus convicciones, acabar con el sufrimiento de raíz, sino que el miedo hacia el más allá limita las decisiones. Él no llega a suicidarse por miedo, porque antes de un posible no sentir, antepone el eximirse de un posible dolor eterno (infierno).

La supuesta locura que él se autoimpone es, según Lacan, una pared de defensa hasta que logre encontrar una salida para concretar su acto. A Hamlet no lo enloquece la duda, sino la verdad. Ingresar a un uso manipulativo de la realidad, en el que se pasa de forma abrupta de una ocultación hacia una exhibición no es solo una simple simulación. Esa actuación lo vuelve vulnerable ante una locura no premeditada, una real. De hecho, solo alguien que, probablemente, no está loco totalmente, pero claramente tampoco totalmente cuerdo haría eso. El engaño consciente y deliberado solo se halla en su ser alienado que busca obtener una meta, en este caso encontrar el momento más propicio para vengar la muerte del rey. Es necesario precisar que Hamlet simula solo cuando quiere y cuando le conviene (Claramunt 1988).

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