Las incertidumbres del saber- Wallerstein.

Las Incertidumbres del Saber-Wallerstein

Las ciencias sociales en el s.XXI

Aquí se analiza la construcción histórica de las ciencias sociales, sus desafíos actuales y las alternativas para el tiempo venidero. A cerca del futuro de las ciencias, se plantea como un segmento de la realidad más amplia, a cerca de las estructuras del saber del mundo moderno.

Esta construcción histórica se da a través de tres marcos temporales: la construcción histórica, los desafíos actuales y las posibles alternativas futuras; para las tres se trataran tres cuestiones: las estructuras del saber en general, la evolución del sistema universitario y el carácter particular de las ciencias sociales.

Todo el saber se consideraba unificado en el nivel epistemológico. Lo que caracteriza al sistema-mundo moderno es que es una estructura del saber donde hay dos culturas; la construcción histórica de las ciencias sociales se dio dentro de estas dos culturas. Primero debían crearse las dos culturas:

 Y Antes la ausencia de límites era doble hasta los años entre 1750 y 1850, donde se divorciaron la ciencia de la filosofía, produciendo así dos formas del saber completamente antagónicas. Esta división se reflejó de dos maneras en el sistema universitario; una fue la reorganización de las facultades (cuatro facultades en Europa, medicina, derecho, teología y filosofía).

A la facultad de filosofía le ocurrieron dos cosas; en el s. XVII se crearon nuevas casas “especializadas” de altos estudios, dentro y fuera de la facultad. Se incorporaron una serie de especializaciones denominadas actualmente como disciplinas, separando a la facultad en dos: la de artes y otra de ciencias.

En segundo lugar, se institucionalizó una división entre filosofía y ciencia y acrecentó el prestigio cultural de la ciencia a expensas de las humanidades/filosofía.

Las ciencias sociales se institucionalizaron a fines del s. XIX a la sombra de la ciencia newtoniana. Se pueden distinguir las humanidades que se inclinaron por la epistemología ideográfica, la particularidad de los fenómenos sociales, la utilidad ilimitada de las generalizaciones y la necesidad de empatía para comprender su objeto de estudio. Los otros, se inclinaron por las ciencias naturales y recurrieron a la epistemología nomotética, centrándose en el paralelismo lógico y utilizaron los métodos de la física para encontrar leyes universales simples.

La disciplinarización de las ciencias sociales se evidenció hacia 1945 donde se dividió en historia, economía, ciencia política, sociología y antropología, luego esta división comenzó a desintegrarse.  Pero luego, con la diseminación mundial del sistema universitario condujo a una expansión de cientistas sociales que produjo un cruce de disciplinas provocando un desdibujamiento de límites. Esto provocó que en los 70 se incluyan nuevos grupos y creen nuevos programas de estudios interdisciplinarios en las universidades.

La división de las ciencias en ciencias naturales, humanidades y sociales ha provocado muchas críticas, provocando dos movimientos nuevos de saber; uno son las ciencias de la complejidad (Cs. Naturales) otro el de los estudios culturales (humanidades). Estos dos tomaron el mismo objeto: la modalidad dominante de las ciencias naturales a partir del s. XVII, la ciencia que se basa en la mecánica newtoniana.

Desde los estudios culturales se atacó el determinismo y el universalismo, este último se apoyaba en la idea de que las afirmaciones sobre la realidad social que se hacía en su nombre no eran universales. Estos atacaron al modo tradicional de abordar los estudios humanísticos; se sostenía que los textos son fenómenos sociales, creados y leídos o evaluados en un determinado contexto.

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