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jesusgaytan21 de Diciembre de 2012

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Introducción a la

Filosofía

Javier Sánchez-Collado

javiersco@gmail.com

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Presentación 4

1. ¿Qué es LA FILOSOFÍA? 5

2. LA VERDAD Y SU CONOCIMIENTO 10

2.1 ¿A qué nos referimos con “verdad”? 10

2.2 ¿Cómo puedo estar seguro de algo? 14

2.3 El progreso como mito 16

2.4 El error y la certeza 18

2.5 Lo que la verdad exige 21

A. La verdad requiere esfuerzo. 21

B. La verdad supone humildad. 22

C. El amor a la verdad: la verdad como aventura 22

3. MÉTODOS CIENTÍFICOS 24

3.1 La construcción del objeto científico 25

3.2 De la hipótesis a la experimentación: el momento deductivo 29

3.3 De la experimentación a la ley: el momento inductivo 31

3.4.Los límites de la inducción. 32

A. ¿Son seguros los conocimientos científicos? 32

B. El problema de la falsabilidad en la actividad del científico: ¿cómo verificar con certeza una

teoría? 34

C. ¿Es la ciencia una búsqueda sin término de la verdad? 35

4. El mundo físico 37

4.1 Lo material 37

4.2 Lo inmaterial 38

5. La vida. 41

5.1 Seres vivos y seres artificiales 41

5.2 Lo inmaterial en lo vivo y en lo inerte. La génesis de las máquinas y de los seres

vivos. 42

6. Los grados de vida: el conocimiento. 46

6.1 El conocimiento 46

6.2 Conocer no es una captación física del objeto 47

6.3 Lo que se capta en el conocimiento es una información. 47

6.4 Un modo distinto de poseer la información. Tipos de actividades. 49

7. El conocimiento sensible 53

8. Tendencias, pasiones y sentimientos 60

9. El CONOCIMIENTO INTELECTUAL 65

9.1 Los sentidos y la inteligencia 65

9.2 La inteligencia de los animales 66

10. EVOLUCIÓN Y HOMINIZACIÓN 69

10.1 La capacidad innovadora del ser humano 69

3

10.2 Cuerpo animal y cuerpo humano. 70

10.3 Comparación cibernética: ¿quién es quien? 74

10.4 Medio y mundo: la libertad fundamental 79

11. LA LIBERTAD 83

11.1La libertad de elección 83

11.2 La libertad como logro: la libertad moral 85

A “Libertad de” y “libertad para” 85

B La relación con el proyecto 90

C El sentido del límite: el consecuencialismo 93

D El aumento de poder: Los hábitos. 95

12. ¿Y Dios? 98

12.1. El cosmos que imaginamos 98

12.2 El caso de los alumnos copiones 103

2.3 Recapitulación (para no irse por las nubes) 105

Bibliografía 107

4

PRESENTACIÓN

Esos apuntes mantienen el tono informal y didáctico de las clases de

filosofía que he impartido durante muchos años. De ahí han surgido las

comparaciones y ejemplos, que me parece que son lo más valioso de estas

páginas. Casi no hay citas; al final ofrezco una corta bibliografía con los

principales libros que he empleado.

He buscado tratar con rigor algunos problemas filosóficos, acercándolos al

lenguaje actual, buscando que sean amenos y comprensibles para quien quiera

introducirse en la Filosofía.

Espero haberlo conseguido, y que esta sea una “pequeña introducción a la

Filosofía”, que anime a filosofar, y no más bien una “extroducción”.

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1. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

Filosofía significa “amor a la sabiduría”.

Pues vaya.

Seguramente hasta ahora no te has topado con ninguna asignatura a la

que se te pide que le tengas cariño. Las matemáticas son matemáticas, no

“amor a los números”; no existe la asignatura de “amor a la literatura”, sino

simple y llanamente literatura. Y en química se estudia la tabla periódica, sin

que a nadie le importe si el estudiante o el químico tienen aprecio por los

elementos alcalinos.

Nos encontramos ahora con una disciplina que consiste en “amar la

sabiduría”. Más bien promete ser lo contrario, y es posible que acabemos

odiando a la dichosa sabiduría esa, y nos convirtamos en fobósofos, en lugar

de filósofos. Al fin y al cabo, podemos decir, “yo quiero a quien me viene en

gana y a lo que me da la gana. ¿Está claro?”.

Parece que no ha sido un buen comienzo. Vamos a intentarlo de otra

forma.

¿Qué eso de la “Filosofía”? O por lo menos ¿qué es eso de “sabiduría”?,

porque no parece fácil que pueda tener ningún aprecio a algo que no conozco

en absoluto. ¿Ser filósofo es ser sabio? ¿Es conocer de memoria todas las

respuestas que puedan hacer en cualquier concurso de televisión? ¿Ser el rey

del trivial? ¿No fallar nunca ninguna pregunta en ningún examen?

Basta de preguntas, y vamos a intentar dar alguna respuesta. Podríamos

decir que la dichosa Filosofía de la que estamos hablando es algo así como

una modo distinto de ver las cosas, una manera diferente de ver la realidad. No

como algo normal, sino como algo asombroso, tan asombroso como el mundo

de los cuentos, en el que todo es extraordinario y puede uno cruzarse con un

conejo que va hablando (como en “Alicia en el país de las maravillas”) o con

calabazas que se convierten en carrozas, o... O a lo mejor se descubre que es

un mundo de magia, en el que las cosas son así pero podrían ser de otra

forma, y no todo el mundo se da cuenta de ello (somos capaces de

acostumbrarnos a cualquier cosa), y por eso existen los muggles y los magos

(Harry Potter).

También cabe que haya quien descubra que a lo mejor las cosas no son

tan maravillosas como estamos diciendo, sino que a lo mejor estamos en un

mundo que es una trampa, en el que nos están engañando de alguna forma, tal

y como descubre el protagonista de Matrix (que reproduce el problema que se

plantea ya el Mito de la Caverna, La vida es sueño, Descartes y su “demiurgo

maligno”, el de 1984, el de...)

Pues bien, tanto unos como otros tienen en común que no se conforman

con ver lo que todo el mundo ve, o con verlo como todo el mundo. Son

capaces (desde Harry Potter hasta el fulano de Matrix) de “asombrarse” ante la

realidad. Lo que para otros es normal, para ellos es asombroso, bien porque

sea algo mágico o maravilloso, o bien porque no “se fían” sin más de lo que los

demás se fían.

6

“Pero eso sucede sólo en los cuentos o en las películas." Eso es lo que

diría cualquier smugle, o cualquier “conectado a Matrix”.

En realidad, todos hemos tenido esta capacidad de asombro en nuestra

infancia. Los niños miran todo con asombro, hasta su propio pie. Nada les

parece rutinario o aburrido, al menos mientras son suficientemente pequeños.

Todo es sorprendente para un niño: un perro, una cafetera, que las cosas se

caigan al suelo, una luz... Por eso los niños viven en una continua interrogación

(¿por qué esto?, ¿por qué lo otro?) que poco a poco van perdiendo, quizá

debido a que siempre se les responde con un “porque sí”, que termina por

aburrirles y hacerles creer que las cosas son así porque es de buena

educación que sean así. En esa situación sólo resulta asombroso lo aparente

Pero no sólo los niños son capaces de asombrarse. Lo propio de los

científicos, de los grandes sabios, es mirar con asombro lo que los demás ven

y contemplan como lo más natural del mundo. La leyenda de Newton y la

manzana es muy ilustrativa al respecto, pues a lo largo de la humanidad miles

y miles de manzanas han golpeado a los incautos paseantes que se tumbaban

al pie de sus árboles, pero a casi ninguno de ellos se le ocurrió asombrarse

ante ese hecho. Pero mientras que la mayoría sólo fue capaz de obtener de

ese golpe nada más que un chichón (y una manzana), Newton -según la

leyenda- empezó a reflexionar sobre la gravitación universal. Pues bien, esta

misma actitud, ese modo de ver las cosas con un asombro que nos lleva a

preguntarnos su porqué es algo propio de los filósofos.

Es preciso hacer una aclaración importante: no es lo mismo el asombro

(a veces también se llama admiración: “quedarse admirado o asombrado de

algo”) que el estupor. El asombro es propio de los sabios, de los niños, de

artistas, de los que no tienen una mirada rutinaria del mundo; el estupor es lo

que define al estúpido. El estupor abunda y el asombro escasea, y hay que

saber distinguirlos, pues uno y otro podrían parecer lo mismo a los ojos de

muchos.

Ambos, el asombro y el estupor se producen ante algo que nos supera,

que sentimos que se nos escapa de alguna forma. Cuando estamos

asombrados de algo o ante algo nos preguntamos ¿cómo es posible que...? O

¿por qué...? Nos encantaría saber más de lo que estamos viendo, porque

sabemos que hay más (como decíamos antes, lo mágico o misterioso que

existe en las cosas) y vale la pena descubrirlo. Pero el estupor no tienen nada

que ver con esto. El estupefacto se halla igualmente con algo que le supera,

que siente que se le escapa; se encuentra boquiabierto ante una pizarra llena

de números o de palabras que le resultan ininteligibles... pero no quiere saber

...

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