Lo Bello, Lo Sublime, El Entusiasmo En Emmanuel Kant

Kant dedicara sus reflexiones a buscar en que ocasiones surge el sentido de lo bello y lo sublime, y por tanto los toma como sentimientos.

Considera que hay determinaciones que tienen que ver con lo geográfico, racional, cultural (etnográfico), con la época u historicidad, el sexo, la sensibilidad de cada ser, y demás factores que atraviesan al ser humano influenciando el surgir del sentir de lo bello y lo sublime, los determinan.

La mujer tiene una sensibilidad mas especializada en lo bello y el hombre mas propicia para apreciar lo sublime.

Estos sentimientos no pertenecen al objeto, sino al que lo experimenta y por tanto es una cuestión subjetiva.

Cuando una característica dispara en uno ese sentimiento, cuando algo nos impacta generando ese sentimiento, entonces no es atribuible al objeto esa característica, sino más bien es subjetivo.

El distingue condiciones que hacen surgir uno u otro.

Dirá que lo bello estará asociado a algo pequeño y engalanado, algo que esta a la mano, como podría ser una flor, una joya, una estatuilla, etc.

Vinculado a la representación (no el objeto en si), que puede hacer aparecer ese sentimiento de belleza.

Lo sublime aparece en nosotros ante la representación de un fenómeno de gran magnitud y simplicidad.

Gesta majestuosidad y a la vez abismo, por que genera el miedo a lo incontenible, lo inconmensurable, va de la mano del saber de la imposibilidad de lo absoluto.

Lo sublime noble puede ejemplificarse con la tarea de Gandhi que deja una estela en su hacer y nos imprime un sentimiento sublime y elevado, lo sublime terrorífico estaría vinculado con el estar aterrorizados, acorralados.

Ejemplos de aquellos que podrían despertarnos el sentimiento de lo sublime podría ser una tormenta, sintiendo la fuerza inmensa de la naturaleza, un terremoto, el cielo estrellado o la ley moral ante mí. El imperativo categórico, que nos pide actuar por el deber mismo más allá del interés propio; un mandato de tipo moral con tal carga que lo podemos poner a la par de cualquier maravilla de la naturaleza.

La diferencia entre lo bello y lo sublime, es que este último es asociado a una gran idea como podría ser una inmensa inteligencia, la bondad, la idea de dios, la libertad, etc.

Lo sublime conmueve, lo bello encanta, cambiando las determinaciones culturales por ejemplo, se verá afectado que llegue a cautivarme.

Para dar nuestra opinión de que algo es bello o sublime antes de ello hay un “antes de todo”, una experiencia a-priori al juicio del gusto, que es el Sentimiento (facultad del sentir). No podemos pretender que lo que decimos sobre el sentir tenga la categoría

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