Lo Inmanente Y Trascendente En Un Mundo Antropocéntrico

Primero que nada hay que definir que significa inmanente, según el diccionario de la real academia Española. La palabra Inmanente significa: Que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella.

Trascendente: Que está más allá de los límites de cualquier conocimiento posible.

Antropocentrismo: Teoría filosófica que sitúa al hombre como centro del universo.

Una vez definidos nuestros tres conceptos básicos, comenzaré a hablar de nuestro primer tema a estudiar " Inmanencia versus trascendencia”. Al hablar de inmanentismo, hablamos de que el hombre se niega a reconocer la posibilidad de la existencia de trascendencia espiritual, sólo piensa en el aquí y en el ahora, sin preocuparse o interesarse en lo que está más allá; sus únicas preocupaciones son sus bienes materiales, el estar bien consigo mismo y con las personas que lo rodean pero únicamente pensando en el presente. Por ejemplo, tengo un novio y sólo me importa que estemos bien ahorita, si el día de mañana ocurre un disgusto entre ambos fuerte a tal grado que terminemos nuestra relación, ni siquiera me ha pasado por la mente tal situación, y si así fuera no tengo ni idea de que haría, así que mejor no pienso en nada más que en el momento y ya. Esa es una mentalidad inmanentista, no le doy la importancia que debería al resto de las cosas que puedan desarrollarse a futuro y que por supuesto me afectarían muchas de las veces. Centrando este concepto en el tema de la religión, si sólo creó en lo que quiero y en lo que me pasa ahorita, mucho menos me va a importar Dios ni nada que tenga relación con él; la persona inmanente es una persona atea.

Ahora bien, tenemos el lado contrario de la moneda, lo "trascendente". Y como ya lo definimos previamente, lo trascendente es aquello que va más allá de mi presente y de la realidad que vivo y que para mí es la única verdad. Una persona trascendente, es aquella que no sólo disfruta el momento y lo que vive con las diferentes personas que la rodean, sino que también

se preocupa y pone a pensar en ¿qué hay más allá de mi presente? ¿Qué hay más allá de la vida? Estos son ejemplo de interrogantes que la persona trascendente se va a cuestionar con demasiada frecuencia.

La persona trascendente es la que siempre estará al pendiente de su futuro, es aquella que no es conformista y se podría decir hasta mediocre a diferencia del inmanente, pues no acepta la realidad que tiene como su todo o universo, no se conforma con lo que posee ahora, siempre está interesado en saber que hay más allá de su verdad, que hay más allá de su toma de decisiones y de acciones por supuesto.

Sin embargo, ahora abarcaré el resto del texto en un tema de primera importancia: "Consecuencias antropológicas del “antropocentrismo". Pues como ya sabemos, el antropocentrismo se basa solamente en el hombre como el centro de un todo. Se dice que no tiene un anclaje en la realidad sobrenatural, que es una persona meramente inmanente pues carece por completo de un sentido trascendente en su existencia, y al no poder sostener una verdad y valores absolutos solamente se aferrará en cosas tangibles, materiales, que al final de cuentas son lo que menos pasa a importar.

El antropocentrismo vuelve al hombre individualista, ateo, totalmente desinteresado de lo que le pase a los seres que lo rodean, lo cual quiere decir que vive su realidad fuera de sintonía. Y si nos ponemos a pensar, es muy similar al ejemplo de inmanentismo que cité con anterioridad en este texto, sólo me importa lo que viva ahora, qué voy a andar pensando en lo que pasará mañana o en dos años, ¿para qué? yo sólo quiero estar bien en el presente y conmigo mismo. Pues bien ahora me centraré en el tema de la "antropología cristiana"

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