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Locke

azul1603Práctica o problema12 de Junio de 2014

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1. Cómo se forman las ideas de substancias particulares

Estando la mente provista de gran número de ideas simples adquiridas por los sentidos, tal como las halla en las cosas exteriores o por la reflexión sobre sus propias operaciones, se da cuenta también de que un determinado número de estas ideas simples van constantemente unidas; y como se presume que pertenecen a una sola cosa y como existen palabras adecuadas para aprehensiones comunes, se las une en un solo sujeto y se las llama por un solo nombre... No imaginamos cómo estas ideas simples puedan subsistir por sí mismas, nos acostumbramos a suponer algún substratum en donde subsisten y a éste lo llamamos sustancia.

2. Nuestra idea oscura de substancia en general.

De manera que si alguien examina su propia noción de sustancia pura en general, encontrará que no posee más idea de ella que la de que es una suposición de no sabe qué soporte de cualidades que son capaces de producir ideas simples en nosotros, cualidades que se conocen con el nombre de accidentes. Si a alguien se le preguntara «cuál es el sujeto en donde el color o el peso están inherentes, sólo podría responderse «que las partes extensas y sólidas»... La idea que tenemos y designamos con el nombre general de sustancia no es más que el soporte supuesto o desconocido de unas cualidades que existen y que imaginamos que no pueden existir sine re substante, sin algo que las soporte, a lo que llamamos sustancia.

3. De las clases de sustancias

Obtenida así una idea oscura y relativa de la sustancia en general, llegamos a formarnos ideas de clases particulares de sustancias, como la de hombre, caballo, oro, etc.; si alguien posee de estas sustancias una idea más clara que la de ciertas ideas simples que coexisten juntamente, apelo a la experiencia propia de cada uno.

4. No tenemos ninguna idea clara o distinta de la sustancia en general

Cuando hablamos o pensamos de cualquier clase de sustancia corpórea, como un caballo, una piedra, etc., aunque la idea que tenemos de ellas no es sino la reunión de varias ideas de cualidades sensibles que acostumbramos a unir en la cosa llamada piedra o caballo, sin embargo, porque no podemos concebir cómo podrían subsistir solas, suponemos que existen en un sujeto común que las sostiene, y a este soporte le damos el nombre de sustancia aunque es cierto que no tenemos tampoco una idea ni clara ni distinta de lo que es ese soporte.

Descartes, contradiciendo a quienes dudan de la existencia del alma, había afirmado que, no sólo tenemos evidencia de la existencia del alma, sino que nuestro conocimiento del alma es mucho más claro y distinto que el de las cosas materiales, cuya existencia nadie duda. Por el contrario, Locke afirma que la noción dealma como sustancia pensante, en general, es tan oscura como la de materia como sustancia extensa en general:

5. Tenemos una idea tan clara de la sustancia espiritual como de la corporal

Lo mismo sucede con respecto a las operaciones de la mente, a saber, el pensar, el razonar, etc.; como no admitimos que subsisten por sí mismas ni aprehendemos cómo pueden pertenecer al cuerpo o ser producidas por él, pensamos que son acciones de alguna otra sustancia que llamamos espíritu. Pero no poseemos una noción más clara de la sustancia de cuerpo; el uno se supone que es el substratum de las ideas simples que tenemos del exterior; y el otro, el substratum de las operaciones que experimentamos dentro de nosotros mismos. Es claro que la idea de sustancia corpórea en la materia está tan remota de nuestras concepciones y aprehensiones como la de sustancia espiritual o espíritu; por lo tanto, no por carecer de la noción de sustancia espiritual podemos concluir su no existencia; y por la misma razón, no podemos negar la existencia del cuerpo.

23. La cohesión de las partes sólidas en el cuerpo es tan difícil de concebir

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