Los Cuatro Acuerdos

Los cuatro acuerdos

(Ensayo)

La lectura es una de las practicas mas comunes en la actualidad, a diario realizamos lecturas, ya que la misma ha pasado a formar parte importante de nuestro sistema de comunicación y es una herramienta de inestimable utilidad para la transmisión de información, sin embargo hoy día son muchas la personas que se refugian en la lectura como un medio para la superación y el desarrollo personal, a través de temas o textos relacionados con la autoestima, , la autoayuda, herramientas para la toma de decisiones y la paz interior, como es el caso de “Los Cuatro Acuerdos” un libro de sabiduría tolteca escrito por el Dr. Miguel Ruiz, una lectura llena de magia, de misticismo, una nueva concepción de la libertad espiritual, una nueva forma de nacer, de cambiar y de profesar el amor desde nuestro interior para con nosotros mismos y para con los demás, un libro que propone romper aspectos de nuestras vidas que nos mantienen atados y comenzar a construir nuestra propia felicidad, en el, su autor puntualiza que desde el comienzo de la vida de una persona, desde antes de nacer, todo esta ya establecido, el conjunto de normas éticas y morales de la sociedad, sus creencias, lo bueno y lo malo ya existe en lo que este define como “El Sueño del Planeta” del cual comenzamos a ser parte sin haberlo nosotros decidido, lo que en particular permite deducir que formamos parte de una sociedad y de su costumbres, solo por haber nacido en determinado lugar y en determinadas circunstancias, esto esta ligado a nuestros procesos de educación, responde a que desde un principio, nuestros padres cultivaron en nosotros todas esas normas, todo ese conjunto de actitudes y juicios que determinan lo bueno y lo malo, nuestros padres, nuestra familia, nuestro hogar, nuestra escuela, logró en nosotros lo que el autor define como nuestra “Domesticación” a través del método premio – castigo, desde allí comenzamos a sentir miedo y comenzó el miedo a ser el rector de nuestras vidas, sentimos el miedo a ser castigado y por eso renunciamos a hacer las cosas que la sociedad consideraba malas, de igual forma sentimos el miedo a no ser premiados y por eso comenzamos a esforzarnos por hacer lo que la sociedad, lo que nuestros padres, lo que nuestras familias consideraban bueno, es allí donde comenzamos a desarrollar dentro de nosotros un juez y una victima, aprendimos a sentirnos mal, a hacernos daño siempre que nuestro juez interno determinaba el incumplimiento de lo que para los demás es considerado como bueno y por ende a castigarnos, aprendimos a ser victimas de nosotros mismos. Es por ello que, el autor persigue la liberación de ese juez interior, propone dejar de ser victimas de nosotros mismos, expresa que lo ideal es vivir sin miedo, sin daños emocionales. Hechos como la justicia, la verdad, la belleza suelen ser perseguidos por muchas personas, así como la perfección, pero esto solo existe en nuestras mentes y muchas veces por el hecho de no ser bellos, por no ser justos o perfectos nos dañamos a nosotros mismos, esto sucede por que aprendimos a vivir para los demás, por que aprendimos a tener que agradar a los demás, por que hicimos nuestros los “Acuerdos” del Sueño del Planeta, acuerdos infundados en el miedo. Son muchas las causas que nos pueden hacer sentir mal, problemas familiares, problemas personales, problemas con nuestros compañeros o amigos, pero la mayoría de estos sentimientos nacen de la inconformidad con nosotros mismos, el libro Los cuatro Acuerdos nos muestra la forma de romper con ese miedo, nos invita a desarrollar lo que el autor define como nuestro “Poder Personal” lo que podemos lograr rompiendo todos esos acuerdos infundados en el miedo y estableciendo nuevos acuerdos, acuerdos que surgen del amor por y para con nosotros mismos.

En el mismo orden de ideas, el autor invita al lector cumplir con cuatro pasos fundamentales para la liberación personal, los que denomina, como el titulo del libro lo expresa: “Los Cuatro Acuerdos”. El primer acuerdo consiste en “Ser Impecables Con Nuestras Palabras” desde allí el escritor puntualiza que toda la magia y todo el poder de una persona se concentra en su palabra, en lo que dice

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