Los Mandamientos

I MANDAMIENTO. Existe un solo Dios, Creador de todas las cosas. El primer deber del hombre es reconocerlo como su Dios y Creador, darle gloria y el culto debido, amarlo. Amamos a Dios sobre todas las cosas cuando le obedecemos sin condiciones y estamos dispuestos a perderlo todo antes que ofenderlo. Este es un mandamiento del cual poco nos confesamos y no obstante, ¡cuántos desamores cometemos! Hay que amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma, como corresponde a nuestra condición de hijos de Dios. Nos manda a: 1. Creer, confiar y amar a Dios sobre todas las cosas. 2. Adorar a Dios, alabarle, darle gracias, hacer sacrificios en su nombre, cumplir las promesas, los votos. 3. Derecho a dar culto a Dios individual y socialmente (el Estado no puede impedir por ej.: las procesiones, las manifestaciones de fe) y el derecho de profesar la religión en público y en privado. Pecados contra el primer mandamiento Contra la fe en Dios: 1. La incredulidad (no creer en Dios, ya sea por educación, ignorancia, etc.) 2. Herejía (verdad parcial, error doctrinal) 3. Apostasía (renegar de la propia fe), cisma (Lutero, Enrique VIII, Lefevbre) Contra la confianza en Dios: 1. Presunción (no necesito de Dios, me valgo por mí mismo, yo con mis propias fuerzas hago todo, pero al final no avanzamos nada) Ej.: las sectas 2. Desesperación (Dios no puede conmigo, es tan grande mi pecado que es imposible convertirme, tomamos a Dios como impotente, pero debo experimentar a Dios omnipotente que nos tiene en sus manos, nos cuida) Contra el amor: 1. La indiferencia (no me interesa ir a misa, leer la Biblia) 2. La ingratitud (no dar gracias a Dios por lo que somos, lo que tenemos, etc.) 3. La tibieza y la pereza (ese gris espiritual, ser híbrido) 4. El odio frontal II MANDAMIENTO. El segundo Mandamiento, ordena respetar el nombre del Señor, sobre todo, regula de manera más particular el uso de nuestra palabra en las cosas santas. Dios confía su Nombre a todos aquellos que confían en Él, el don de su Nombre pertenece a la confidencia e intimidad, es por esto que el hombre no puede usar mal de él. Para jurar es necesario :1.Que haya razón suficiente:Nunca debes de poner a Dios de testigo de tonterías, de cosas sin importancia. 2.Que lo que jures sea verdadSi juras algo que es falso y sabes que lo es, ese pecado es mortal poner a Dios por testigo de una mentira es una deshonra grave que le haces. | III MANDAMIENTO. Dios nuestro Señor quiere que cada semana le dediquemos un día de fiesta para darle gloria y para nuestro bien y descanso. Ese día ya no es el sábado como en el Antiguo Testamento, sino que la fiesta es el domingo, porque es el día en que Jesucristo resucitó gloriosos del sepulcro. Los Apóstoles comenzaron a celebrar este día de la Resurrección y

la Iglesia ha puesto en este mismo día la obligación de oír Misa entera todos los domingos y feriados religiosos de precepto juntamente con el descanso dominical. Cuando no hay sacerdote o existe algún impedimento grave

para asistir a la Santa Misa, se ha de procurar participar en una liturgia o en oraciones especiales al Señor; además que hay que santificar y observar el descanso dominical. IV MANDAMIENTO El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres. Se refiere también a las relaciones de parentesco con los demás miembros del grupo familiar. Finalmente se extiende a los deberes de los alumnos respecto a los maestros, de los subordinados respecto a sus jefes, de los ciudadanos respecto a su patria, etc. Este mandamiento implica y sobreentiende también los deberes de los padres y de todos los que ejercen una autoridad sobre otros (cfr. Catecismo, 2199). V MANDAMIENTO. Este mandamiento se presenta en negativo, pero detrás de él se defiende, promueve y ama la vida. Sólo Dios es dueño de la vida humana. Los hombres debemos respetarla. Deberes del quinto mandamiento: 1. Respetar la vida desde el inicio de la concepción hasta la hora de la muerte. No, al aborto y a la eutanasia. Somos administradores de la vida y debemos ser fieles. 2. Defender toda vida humana porque defendiendo a un hombre se defiende

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