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marims12325 de Febrero de 2014
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Desarrollo histórico de la formación social mexicana
La formación del estado mexicano fue un proceso lento e incompleto. No fue logrado de una manera definitiva durante el periodo concluido en 1867. El triunfo liberal de 1867 y la restauración de la república no llevaron este proceso a su culminación, como lo demostraron los conflictos constitucionales y políticos de la década siguiente. Sin embargo, México había sobrevivido a una serie de profundas crisis poscoloniales y había mantenido no solamente su soberanía como estado independiente, sino también su integridad territorial interna.
La inestabilidad política del periodo desde 1821 hasta 1867 se debió en gran parte a los problemas financieros que ningún régimen, cualquiera que fuese su orientación ideológica podía resolver. En muchos aspectos, México continuaba siendo un país rico y con gran potencialidad pero con una Estado nacional desprovisto de los recursos que pudieran fortalecerlo. Tenía hombres de talento y originalidad, pero poca experiencia del sistema republicano representativo. Sin embargo, no se pudieron evitar la subversión de la constitución de 1857 ni la construcción de la dictadura.
La formación del régimen porfirista resultó no de la debilidad de las instituciones, aunque recién formadas, ni tampoco de la ausencia de hombres de talento y de ambición política, sino del deseo insaciable del General Díaz desde el triunfo republicano de 1867 de apoderarse del poder. Durante el periodo entre la independencia y la consolidación del régimen porfirista, la política estuvo más abierta que en los periodos anterior y posterior. Además, la debilidad del estado y la división de la autoridad entre muchos centros de poder hizo posible una mayor presión popular a varios niveles. Por esta razón, la política no fue únicamente una lucha entre facciones o personalidades de la elite. Al contrario, las acciones de grupos sociales más allá de la elite podían retrasar o frustrar la realización de los objetivos de los gobernantes.
Época prehispánica
Es el período de la historia de ese país anterior a la conquista y colonización española a partir de 1519. Es necesario aclarar que México es un Estado moderno cuyas fronteras fueron fijadas a mediados del siglo XIX. Por lo tanto, la historia mexicana de la época prehispánica es la historia de los pueblos que vivieron en ese territorio, no la historia del estado mexicano en la época precolombina.
La historia prehispánica de México comienza con la llegada de sus primeros pobladores. Sobre el poblamiento de América se han propuesto numerosas hipótesis, pero la que cuenta con mayor aceptación y evidencia de apoyo señala que los humanos entraron al continente a través de Beringia durante la época de las glaciaciones. Esta teoría está demostrada por estudios recientes de ADN basados en los haplogrupos del cromosoma Y (ADN-Y) y los haplogrupos del ADN mitocondrial (ADNmt). La época en que esto ocurrió es motivo de debate entre quienes defienden la teoría del poblamiento temprano y la del poblamiento tardío. En el caso de México, algunos autores han querido ver evidencia que apoya la primera, como los hallazgos de El Cedral (San Luis Potosí), a los que se atribuye una antigüedad de 33 mil años.
Con la llegada de los primeros habitantes comenzó la Etapa Lítica —correspondiente con el período paleoamericano— durante el cual los grupos humanos eran nómadas, sobrevivían de la recolección, la cacería y la pesca y contaban con una tecnología lítica que fue mejorándose constantemente a lo largo de milenios. De esta época data la invención del molcajete, el metate y otros instrumentos asociados al aprovechamiento de las semillas; así como el desarrollo de armas de sílex y obsidiana entre las que destacan las puntas clovis, que supusieron un gran adelanto tecnológico por su eficacia.
La interacción de diversos factores ambientales, sociales y culturales fue uno de los elementos que tomaron parte en la diversificación de las sociedades indígenas que vivieron en lo que actualmente es México. Un hito fundamental en este proceso fue el descubrimiento de la agricultura, que tuvo lugar entre los años 8000 y 2000 a. C. La domesticación de diversos vegetales —como la calabaza (Cucurbita sp.), el maíz (Zea mays), el frijol (Phaseolus vulgaris) y el chile (Capsicum annuum), entre otros— supuso condiciones que propiciaron la sedentarización humana en el sur del actual territorio de México y América Central.
De acuerdo con la propuesta de algunos antropólogos y arqueólogos como Julian Steward y Paul Kirchhoff, las sociedades prehispánicas de México forman parte de tres grandes superáreas culturales. El norte de México, aproximadamente hasta la línea del trópico de Cáncer, se encontraban los pueblos nómadas organizados en formaciones sociales poco complejas. Esta gran área cultural es llamada Aridoamérica, y se extiende hacia los Estados Unidos por el territorio de Texas, las montañas Rocosas y California. De estos pueblos se conservan escasos testimonios, pero de ninguna manera debe pensarse que carecían de cultura.
En el sur de México y el noroeste de América Central se desarrolló la civilización mesoamericana. Mesoamérica fue un mosaico étnico y lingüístico compuesto por pueblos que compartían varios rasgos culturales, entre ellos la formación estatal, la arquitectura monumental, la escritura, el uso de calendario civil y ritual, y una economía basada en la agricultura del maíz. Las culturas mesoamericanas son las mejor conocidas del México prehispánico porque la evidencia arqueológica de su desarrollo ha sido investigada más intensivamente que en el caso de las otras áreas. Se toma generalmente como hito inicial de la historia mesoamericana la invención de la cerámica, que ocurrió aproximadamente alrededor del año 2500 a. C. La conquista y colonización española supuso el fin de esta civilización, y los pueblos mesoamericanos fueron sometidos desde entonces a un proceso de aculturación que prosigue en la actualidad.
Oasisamérica es la tercera de las superáreas culturales del México prehispánico, formada por la progresiva sedentarización de algunos pueblos aridoamericanos en el noroeste de México y la Gran Cuenca del suroeste de los Estados Unidos. Los pueblos de la región oasisamericana tuvieron una relación muy intensa con Mesoamérica desde épocas muy antiguas, pero fue alrededor del siglo VII de la era cristiana cuando se establecieron las comunidades sedentarias y la organización social compleja que las caracterizó. Los oasisamericanos también eran pueblos agricultores, pero sólo unos pocos cultivos fueron domesticados por ellos, entre ellos el frijol tépari (Phaseolus acutifolius). Una mezcla de factores ambientales adversos y la crisis social propició la ruina de las civilizaciones oasisamericanas, en algunos casos antes de la llegada de los españoles.
La historia de las sociedades que vivieron en el México prehispánico básicamente es conocida a partir de la investigación arqueológica por varias razones. En primer lugar, porque no todos los pueblos habían desarrollado la escritura, que es uno de los rasgos que distinguen a Mesoamérica del resto de las culturas y civilizaciones americanas. En segundo lugar, porque cuando se retomó el interés en sus resgitros escritos —monumentos, estelas, códices, cerámica— se había olvidado el modo de leerlo, por lo que hubo que esperar a los avances en el campo de la arqueología, la historiografía y la lingüística para poder interpretarlos. Finalmente, porque muchos documentos indígenas fueron destruidos en las primeras décadas después de la Conquista.
A los escasos registros documentales y los descubrimientos arqueológicos se suman los documentos escritos después de la Conquista. Estos registros comprenden las crónicas de conquistadores y evangelizadores, la investigación realizada por algunos clérigos con información de personas que vivieron en la época precolombina, la obra de autores indígenas que aprendieron a escribir en el alfabeto latino y los códices históricos que emplearon algunas comunidades indígenas para reclamar la posesión legítima de sus tierras ante el rey de España.
Época colonial
El periodo conocido como la Colonial o Virreinato en México empieza en el siglo XVI, cuando los españoles, Tenochtitlan. Aprende más en torno a él...
Para la historia de México el periodo conocido como la Colonia o Virreinato empieza en el siglo XVI, cuando los españoles, al mando de Hernán Cortés conquistaron la antigua México-Tenochtitlan. Así fundaron la Nueva España, nombre que los conquistadores le dieron a la actual ciudad de México. También se conoce esta etapa con el nombre de virreinato porque el país, durante el tiempo que duró, fue gobernado por un representante del rey de España que tenía el título de virrey.
Es muy raro que haya épocas que abarquen exactamente una cifra decimal redonda, pero en nuestra historia colonial así es, ya que se considera que esta etapa empieza estrictamente en el año de 1521, cuando cayó en poder de los españoles la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, y termina en 1821, año en el que se declaró la Independencia de México.
Así pues el periodo de la Colonia abarca 300 años y está usualmente dividido en tres periodos: el primero, y más antiguo el que corresponde al siglo XVI y abarca todo lo que pasó en la Nueva España desde 1521 hasta 1600; el segundo, el del siglo XVII , que comprende lo sucedido entre 1601 y 1700, y finalmente, el tercero y último, el del siglo XVIII mexicano y que va de 1701 y 1800.
Los 21 años que faltan para llegar a 1821 ya pertenecen al siglo
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