Me Vale Monky

Fueron muchas las dificultades que se presentaron a Charles Robert Darwin mientras realizaba y desarrollaba su teoría sobre la evolución, una teoría que pondría en duda la fe de una civilización gobernada por ideales religiosos.

Darwin, un naturalista inglés del siglo XIX se recluyo de la civilización para trabajar en su teoría de la evolución, se estableció en un lugar donde podía estar con su familia y al mismo tiempo tendría tiempo para reflexionar sobre los fenómenos biológicos que ocurrían a su alrededor y que le ayudarían a comprender como los organismos adaptaban para sobrevivir, lo que describió como una guerra constante por la vida, y que los más fuetes o mejor preparados con herramientas o capacidad de adaptarse serían los ganadores.

Su teoría explicaba que las especies evolucionan con el tiempo mediante la selección natura, para convencer a cualquier persona que leyera el libro incluyo muchos ejemplos que probaban su teoría de que las diferentes especies surgieron de una descendencia común a través la evolución, que explico como una rama comienza con un tronco común y después se diversifica.

Le parecía interesante como en un mismo ambiente podía haber tantas especies muy diferentes y otras con características muy similares pero todas dependían unas de otras. La teoría aceptada en ese tiempo decía que todas estas especies provenían de una creación divina, y pensaba en el hombre como una creación superior independiente de todos los demás seres vivos. Darwin comenzó a pensar que tal vez los organismos provenían de un antepasado en común que evoluciono según la necesidad que el ambiente le propiciaba. Vio a su propia familia como parte de la familia humana, a la familia humana como parte de la familia mamífera, y así consecutivamente, así lo llevo a creer que la humanidad era una parte intrínseca de todos los seres vivos y no una creación aparte, idea que contradecía radicalmente los ideales religiosos que decían el hombre era una creación especial de dios. Darwin pensaba en esto como un producto del egoísmo del hombre al creerse una creación perfecta ajena al mundo y que la realidad humilde es que proveníamos de otros animales. Darwin mantuvo ocultas estas ideas sobre su teoría “alterna” durante 20 años solo por miedo a que la sociedad a la que pertenecía y en donde era considerado como un gran pensador, lo juzgaran por contradecir los ideales religiosos que en ese entonces parecían muy sólidos para todos. Esta situación lo llevo a ser más cauteloso al hacer sus conclusiones ya que si quería convencer a las personas no debía dejar ninguna variable al azar, debía elaborar una explicación muy compleja para cambiar los ideales milenarios que las personas tenían. Existieron otros autores que realizaron teorías que contenían ideas iguales a las de Darwin, teorías que fueron violentamente rechazadas y criticadas por los científicos y religiosos, este tipo de situaciones aumentaban la inseguridad de publicar su teoría.

Para poder concluir su trabajo y hacerlo público se dedicó a cubrir toda falla posible en la teoría con ejemplos que respaldaran sus ideas, para así asegurar de que no sería rechazado, tras la muerte de una de sus hijas junto el coraje para publicar su libro de más de 500 páginas done desarrollaba sus ideas con analogías y ejemplos simples. Justo como temía hubo personas que desaprobaron su teoría por cuestionar los ideales religiosos. Con los años esta teoría se volvería y es actualmente la mejor aceptada por la comunidad científica.

Es difícil imaginar que hubo un tiempo en que el potencial de sabiduría se veía limitado por ideales religiosos, que no actúan por si solos si no por la necesidad egoísta del hombre de explicar lo que le parece inexplicable. Debió ser una tarea muy difícil el cambiar la manera de pensar de todas las personas sobre un tema que jamás habían cuestionado.

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