Meditaciones metafisicas Rene Descartes

Meditaciones Metafísicas

Rene Descartes

Edición electrónica de www.philosophia.cl

Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.

53 pp.

Por: Luis Felipe Gil Sánchez

     Reconocido como el progenitor de la filosofía moderna, Rene descartes nace el 31 de marzo de 1596 en Turena en La Haye en Touraine y tras haber obtenido sus grados de bachiller y su licenciatura en derecho, se enlista en el ejército al servicio de Maximiliano de Baviera. Más tarde  renuncia a su carrera militar y se enfoca en  realizar copiosos aportes a las matemáticas  creando la geometría analítica, posteriormente  logra establecer su sólida doctrina enmarcada en la aprehensión del auténtico conocimiento de la naturaleza humana y divina. Fallece  el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad, legando maravillosos tratados como lo son “El Discurso Del Método” (1637), “Meditaciones Metafísicas” (1641), entre otras.

Destacando los aspectos más relevantes de  las seis meditaciones de Descartes, se tiene: que en la primera meditación se aprecian  argumentos muy sólidos que conllevan a la duda metódica, según la cual es menester tomar por falso todo aquello sobre lo que se tenga la menor duda. En la segunda meditación, se fundamenta el conocido “Cogito, ergo sum” del cual ya habían hablado filósofos anteriores  según este principio, la existencia depende del pensamiento por cuanto solo se es mientras se piensa.  La tercera, defiende la existencia de Dios basándose en un argumento epistemológico según el cual la idea de algo infinito no puede haberse originado en algo finito. En  la cuarta, se realiza que cuando se busca distinguir entre lo verdadero y lo falso se usa el entendimiento y la voluntad; el entendimiento  permite captar el entorno pero no afirma ni niega nada, la voluntad, realiza juicios sobre cosas que no conoce y  es allí donde se origina el error. La quinta, plantea otro argumento -esta vez ontológico- que demuestra la existencia de Dios, según éste, la idea de que existe Dios, es necesariamente inherente a su existencia. La sexta plantea una acérrima defensa del dualismo, pues en ella se demuestra a través del argumento de la sensibilidad, que  existe lo material, según este, La sensibilidad es una facultad pasiva, que necesita de otra activa que la ponga en marcha, la cual reside en cosas corporales existentes fuera de sí.

En efecto, Descartes distingue  tres substancias que constituyen la realidad, estas son Extensión, Pensamiento y Dios, en este orden de ideas se llega a la conclusión de que existe cierto racionalismo dualista que configura la base de la metafísica cartesiana.

Por lo anterior, resulta evidente que descartes marca una notoria inflexión en la epistemología renacentista ya que desafía en cierta forma disimulada  los preceptos que la Escolástica  emplea  para impartir el conocimiento (analogías y semejanzas) a causa de que éstos no se fundamentaban en bases sólidas o reales. “Si Descartes rechaza la semejanza, no la hace excluyendo del pensamiento racional el acto de comparación, ni tratando de limitarlo, sino por el contrario universalizándolo y dándole con ello su forma más pura” (Foucault, 1966, p.59). Esto contribuyo enormemente a la revolución científica que finalmente hizo  desmoronar el monopolio inquisitivo de la iglesia oscurantista de antaño.  

Como quiera que Descartes tuvo muchos aliados que aplaudían su pensamiento (Malebranche, Hegel y Looke), resulto inevitable que otros lo rechazaran, tal es el caso de TomasHobbes acérrimo  impulsador de la corriente  materialista, quien invirtió mucho de su tiempo rebatiendo los principios del dualismo cartesiano aduciendo que no existe Dios en forma de  espíritu, así,  el universo solo se rige por leyes mecánicas procedentes únicamente de la naturaleza material de las cosas (Hobbes, 1651). Esta posición configuro un bando filosófico enfocado en la política y la filosofía de la sociedad dejando relegado el ámbito de la teología y en parte el de la metafísica.

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