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Mirada Y Modernidad


Enviado por   •  12 de Enero de 2014  •  1.845 Palabras (8 Páginas)  •  206 Visitas

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Mirada y Modernidad

Me propongo realizar un ensayo filosófico atendiéndome al tema que da título al mismo: “mirada y Modernidad”.

A lo largo de la historia del hombre se han dado acontecimientos que destacaron por sí mismos debido a su trascendental influencia en lo que a cambios en la sociedad mundial se refiere. Estos acontecimientos, considero -tal y como expondré a lo largo de este ensayo- que se deben a un cambio en la actitud del hombre frente al mundo que lo rodea, más concretamente, a la perspectiva desde la cual se enfrenta el hombre al mundo, a la mirada con la que el hombre se observa a si mismo en el mundo y al mismo mundo.

La conversión (“con-vertere”, girarse) de la perspectiva, el cambio de postura del hombre para con su enfrentamiento ante el mundo produce asimismo un cambio en la sociedad, que los historiadores reflejan en las lineas del tiempo que describen el desarrollo histórico: edad antigua, edad media, edad moderna...

El tema me interesa es la aparición de la modernidad en la visión del hombre, el cambio de postura entre el hombre tradicional, o simplemente convencional y el hombre moderno, el anti-convencional, el novedoso, para bien o para mal.

No me refiero a la época Moderna en sí, reconocida por la convención historio-gráfica como el estrato temporal comprendido entre el siglo XIII a. C y el XX a. C, aunque haré referencia, preguntándome el por qué de su identificación como época moderna.

Me refiero a la aparición de la modernidad y la identificación de la misma, en el espectro de la intelectualidad del hombre. Haré un estudio epistemológico sobre el concepto de modernidad, basándome en el estudio de una serie de acontecimientos y personajes históricos que tienen relevancia en este tema, considerándolos como “estandartes” de modernidad.

Cuando hablamos de moderno, en el habla tradicional y convencional, se suele referir a aquel que vive acorde a las modas estéticas, artísticas, de comunicación etc., aquel que no está anticuado, que sigue el canon social y es aceptado globalmente. En cambio, me refiero aquí a moderno, como el sembrador de la moda en sí. El que no sigue el canon establecido sino que lo crea él mismo por su capacidad inusual de ver mejor que el resto, de tener una mirada más profunda, más amplia, aquel emprendedor, tal vez, o aquel intelectual que produce un cambio, un salto en la costumbre, creando un nuevo modo de vida. Moderno es aquel que produce un cambio de sociedad, de época.

El filósofo de la liberación latinoamericana Enrique Dussel, habla del inicio de la época moderna con el descubrimiento del Atlántico por las naves Españolas, y la conquista de América iniciada por Colón en 1492.

Se trata, ciertamente, de un cambio realmente trascendental en el progreso de la historia occidental, pues la apertura del mundo conocido propone un cambio en la postura del hombre -no cabe duda- frente a él. Con el nuevo mundo aparece un nuevo hombre, el salvaje. Y aparece también un nuevo planteamiento del hombre occidental universal como superior al salvaje de las indias. La incorporación del salvaje en la estructura social produce un movimiento de unión entre occidentales en busca de la separación de dignidades respecto a los salvajes: ya las clases sociales dejan de estar marcadas, con la aparición de colonos y virreyes, apartados de las ciudades europeas, fundiéndose en una sola clase: la de hombre blanco, frente al salvaje. Este es el primer cambio abismal, que diferencia al hombre antiguo del moderno: la creación de un hombre universal, aunque ésta idea se refiriera únicamente al hombre blanco occidental.

Esta nueva perspectiva del hombre blanco para consigo mismo como superior -legalmente- que el hombre salvaje se vio superada por la acción de un hombre: Bartolomé de las Casas, que tras mucho luchar consiguió que Carlos I dictara las “Nuevas Leyes” aboliendo la esclavitud de los indios. Anteriormente otro hombre, Humanista modélico, uno de los intelectuales que renovaron el saber occidental, y produjeron un cambio en la sociedad, cambiando la tradicional educación por una nueva: “studio humanitatis”, había hablado ya de la universalidad del hombre -sin distinción de razas- y su igualdad en derechos y méritos de dignificación.

A partir del s. XIV, o Barroco, aparece en el hombre un nuevo cambio en la perspectiva: los “studio humanitatis” son sustituidos por una mirada vertical y maquínica. Con Leonardo Da Vinci, todavía humanista, aparece el inventor y el científico, que se preocupa por el mundo desconocido. Francis Bacon aporta el giro de la vista del hombre de los libros y el espiritualismo, a la observación de la naturaleza y la experimentación. Galileo Galilei, Johannes Kepler, Isaac Newton, Reneé Descartes, representan una nueva élite que se preocupa por un saber científico y empírico, que revele los entresijos del mundo de una forma exacta, abandonan las creencias tradicionales para encontrar nuevas leyes independientes a las leyes de Dios. Y es este punto otro tema importantísmo del cambio de perspectiva del hombre: la fe. Pues aunque la mayoría de los intelectuales barrocos pretendían enlazar sus descubrimientos con sus vidas piadosas, y hacerlas compatibles con la religión, un acontecimiento como es el fin de la última guerra religiosa en Europa: la Guerra de los Treinta Años, produce una nueva forma de entenderse el hombre a sí mismo: la tolerancia religiosa, y con ella la secularización.

Esta secularización tiene como principal herederos a los intelectuales ilustrados, que impugnan la salida del hombre cultural de su niñez, y su independización de la religión.

El cauce que adquiere la Ilustración en los siglos

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