Modernismo

Cap. 2

Los autores de tendencia decadentista en México buscan dar a conocer su literatura desde un espacio propio en el cual puedan expresarse sin ser censurados. José Juan Tablada, uno de los autores más representativos del decadentismo renuncia a su cargo en el periódico El País el 15  de enero de 1893  por publicar su poema “Misa negra” el 8 de enero del mismo año. La sociedad mexicana conservadora censuró el poema por considerarlo “una pieza de erotismo sacrílego y de excesivo sensualismo“^[1]. El escándalo viene después de que Doña Carmen Romero Rubio esposa de Díaz, mujer sumamente devota escuchará del político Rosendo Pineda, con quien Tablada tenía problemas de índole personal, da una versión exagerada del poema logrando que Doña Carmen  condené el retrato que se hace del cuerpo femenino.

Desde el mismo periódico y el día de su renuncia Tablada escribe una carta a sus compañeros Balbino Dávalos, Jesús Urueta, José Peón del Valle, Alberto Leduc y Francisco de Olaguíbel, titulada “Cuestión literaria. Decadentismo” en la cual condenaba a la sociedad mexicana de hipócrita pues rechazaba el nuevo arte pero aceptaba los prostíbulos en la capital. Exhortaba, además, a sus compañeros a crear una revista exclusivamente literaria en la que se defendiera el arte  y las cuestiones estéticas.        

Es así que tomando la experiencia de Revista Azul y Revista América surge el 1 de julio de 1898 Revista Moderna (RM) con el subtitulo “Arte y ciencia”, como órgano de difusión de las tendencias decadentistas y modernistas, la primera etapa finaliza el 15 de agosto de 1903. La segunda etapa de la revista comienza en septiembre del mismo año y termina en junio de 1911 un mes después de la muerte de Jesús E. Valenzuela (20 de mayo de 1911) “mecenas” de la publicación. En este segundo periodo el nombre se amplía a Revista Moderna de México.  Amado Nervo se integra al equipo editorial y la fotografía se vuelve un elemento importante.        

Julio Torri señala que el primer número de la revista estuvo a cargo de Bernardo Couto Castillo, sin embargo los investigadores no tienen información de ese número. Héctor Valdez apunta que la publicación pudiera ser la misma que se conoce por lo que el 1 de julio 1898 es la fecha de nacimiento de la publicación.        

Los editores: redes intelectuales y práctica editorial          

El grupo que conformo editorialmente RM: Juan Sánchez Azcona (13 de enero 1876-18 de mayo 1938) propietario de la revista, Jesús Lujan patrocinador y Jesús E. Valenzuela mecenas de la revista; los principales editores fueron: José Juan Tablada, Balbino Dávalos, Jesús Urueta, Rubén M. Campos, Ciro B. Ceballos, Bernardo Couto Castillo y Valenzuela; algunos críticos como Pilar Mandujano y Adela Pineda Franco sostienen que “Exempli gratia o fabula de los siete trovadores” de Tablada que aparece en el primer número de RM hace alusión a los 7 editores.

José Juan Tablada (México 3 de abril 1871- Estados Unidos 2 de agosto 1945). De clase social alta, influenciado por la cultura francesa se dedico al periodismo, escribió una gran cantidad de artículos para diarios como: El siglo XIX, El universal, El mundo ilustrado, Excélsior; colaboro en diversas revistas: Revista Azul, Artes y Letras, Revista Moderna de México. En 1990 gracias al mecenazgo de Jesús Lujan, Tablada hace posible su viaje a Japón, lugar que lo ejercerá una fuerte influencia en sus trabajos. Al igual que muchos de sus compañeros el periodismo se vuelve su fuente de ingresos.  En 1993 Tablada era el jefe de redacción en la sección literaria del periódico El País.  

Jesús E. Valenzuela (Guanaceví, Durango 1856-México 1911) de clase social alta emigra a la Cd. de México, entre sus maestros destacan Ignacio M. Altamirano, Justo Sierra e Ignacio Ramírez. Sus primeros escritos son publicados en los diarios El iris y La libertad. Se titula como abogado de la escuela de Jurisprudencia. Entre 1840 y 1904 ocupa el cargo de diputado federal. Fue responsable de algunas publicaciones de la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes, lo que le dio práctica en la edición.  Es considerado promotor, mecenas y mediador de la RM y la sociedad porfiriana. Su papel dentro de la revista es de los más importantes pues al estar en contacto con las altas esferas de poder logra darle libertad a una publicación que muchas veces es censurada.

Balbino Dávalos Balkim (Colima, México 31 de marzo 1866-2 de octubre 1951) Jurista de la escuela de Jurisprudencia, aprendió latín y griego. En 1897 ingresa a la Secretaria de Relaciones Exteriores por lo que es enviado a diversos países como: Estados Unidos, Portugal, Alemania y Suecia. Profesor de Lengua y literatura en diversas universidades entre las que destacan la Universidad de Minnesota, la Universidad de Columbia y el City College de New York. Fue crítico, literato, traductor y poeta. Sus primeros poemas aparecieron en Revista Azul, El mundo Ilustrado.           

Jesús Urueta (Chihuahua, México 1867-Buenos Aires, Argentina 1920) Conocido como “El Príncipe de la palabra”, cultiva diversos géneros entre los que destaca: la crónica, la reseña, crítica literaria, poesía y oratoria. Esta última es, según la crítica “donde alcanza sus mejores triunfos”^[2] Colaboró en El siglo XIX. Fue jefe de redacción y consultor artístico de RM.      

Rubén M. Campos (Guanajuato, México 1876-Cd. de México 1945) Reconocido por ser poeta, narrador, folklorista y musicólogo. Sus trabajos más destacados se relacionan con el folklor. Colaborador en distintas publicaciones culturales como: El demócrata, La Gaceta Musical, El Mundo Ilustrado, Nosotros, Vida Moderna, El Universal, entre otros.       

Ciro B. Ceballos (Cd. de México 1873- 1938) de clase alta, decide abandonar  la escuela de Jurisprudencia para dedicarse al periodismo. Claro opositor del régimen de Díaz, escribió diversos artículos en El Universal. Fue el jefe de redacción de RM cargo que dejara en 1899 por problemas con Jesús E. Valenzuela. En 1902 funda el semanario Diógenes. Semanario festivo antiporfirista; sus escritos lo llevan varias veces a la cárcel.  Luz América Viveros Anaya señala que no se tiene ningún ejemplar del semanario sin embargo se tienen referencias. Colaborador de diversas publicaciones entre las que destacan El Universal, El imparcial, El Tilín Tilín. Fue Director de la biblioteca Nacional en 1917, cuando el poder estaba en manos de Carranza.                   

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