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NATURALEZA HUMANA EN PLATÓN-SÓCRATES


Enviado por   •  19 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  1.411 Palabras (6 Páginas)  •  298 Visitas

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NATURALEZA HUMANA EN PLATÓN-SÓCRATES

 

Carolina Aravena Bellone

IV A

“En consecuencia, el saber siempre proporciona éxito a los hombres. No podría suceder, en efecto, que alguien yerre por saber, sino que necesariamente debe obrar bien y lograr su propósito; de otro modo, no sería saber. Llegamos a estar de acuerdo en que, en resumen, la cosa es así: quien dispone del saber no necesita por añadidura de suerte.”

(Platón, diálogos, Eutidemo 280ª.)

Platón quiso transmitir un mensaje bastante claro con las palabras anteriormente citadas, el cual es que el hombre que tiene saber, jamás obrará mal, debido a que el saber guiará su accionar de manera positiva. Esto denota lo que Platón pensaba sobre el hombre en sí y su naturaleza, tema que se tratará en este ensayo.

El filósofo tenía la convicción de que el hombre era naturalmente bueno, que su naturaleza era buena. De ahí se entiende entonces que se denomina la temática de este ensayo. El confiaba en la bondad y la virtud del ser humano y proponía que si los actos de este estaban amparados por el saber, no serían de ninguna manera equívocos. Que si lo eran, entonces significaba que ese “saber” no era más que una mentira.

Esta, como es posible apreciar, corresponde a una perspectiva bastante optimista sobre la naturaleza humana y nuestra forma de ser, comportarnos, relacionarnos, entre otras acciones que nos involucran. Sin embargo, ¿qué tan cierto podría ser eso? ¿Si disponemos del saber, actuamos de manera correcta?

Hubieron muchos en contra de esta postura, como lo es por ejemplo el filósofo Hobbes, el cual analizaba el estado de naturaleza de los humanos pensándolo anterior a la sociedad. Sus conclusiones llegaban a que el humano era violento y malvado y que la sociedad constaba de un pacto para “contener” esa maldad, y así lograr convivir grupalmente de manera armónica.

Como puede apreciarse, el pensamiento de Hobbes era contrario al de Platón, debido a que él caracterizaba al hombre de manera negativa mientras que el ateniense lo hacía de manera positiva.

Para llegar a mi postura sobre el tema, comenzaré analizando los supuestos, implicancias y consecuencias.

Los nombrados en primer lugar, supuestos, constan de afirmaciones que implícitamente se dan por hecho en un tema. En este caso, cuando se afirma que el saber nos guía a no errar, se asume que como hombres somos seres racionales y nuestras facultades se encuentran en óptimas condiciones como para tener un nivel apto de comprensión. Además, se asume que al hablar de “saber” nos referimos a algo más allá que solo tener conocimientos sobre un tema cualquiera, sino que se enfoca más a un saber moral.

Eso significa que se da por hecho que el saber consta de un conocimiento “bueno”, y que guía al hombre por un sendero virtuoso, y el conocimiento o saber que no lo haga, perdería su calidad de saber.

Por otro lado se encuentran las implicancias, que ocurren de manera simultánea a lo que se afirma.

Una implicancia, sería lo que se nombra anteriormente, que si el hombre actúa de acuerdo a un saber que no lo lleva por un correcto o virtuoso uso de sus facultades, entonces esto no correspondería a un saber. Se menosprecia la acción del hombre según si resulta virtuosa o no.

También, la afirmación puede interpretarse de revés a como se hizo anteriormente: que si no se actúa de acuerdo a un saber, no se actuará virtuosamente. Lo que quiere decir que este saber se vuelve necesario para el éxito, tal y como indica cuando dice “el saber siempre proporciona éxito a los hombres”. Sin embargo, esto deja un bache a que sucede cuando una casualidad lleva al éxito y no hay saber o conocimiento de por medio, entonces lo logrado, ¿se anularía?

En último lugar se encuentran las consecuencias que se desprenden de la afirmación que hace Platón. La más evidente, a juicio mío, sería el juzgar a un hombre y su cometido por el saber, siendo que hay hombres que conscientes de sus acciones, o sea, en condición de conocer y saber, realizan acciones moralmente equívocas o bien no logran el éxito en sus cometidos.

Llegando a mi postura, yo me considero de acuerdo a lo que Platón plantea, debido a que el conocimiento y el raciocinio serían una especie de llave que nos pondría de cara a la realidad, para comprender mejor así nuestro entorno y tener más posibilidad de éxito en los proyectos que se emprendan.

También quisiera detenerme en que si se actúa con saber, se actúa de manera virtuosa.

“A quien no pondere estas cosas puede parecerle extraño que la Naturaleza venga a disociar y haga a los hombres aptos para invadir y destruirse mutuamente ; y puede ocurrir que no confiando en esta inferencia basada en las pasiones, desee, acaso, verla confirmada por la experiencia. Haced, pues, que se considere a sí mismo; cuando emprende una jornada, se procura armas y trata de ir bien acompañado; cuando va a dormir cierra las puertas; cuando se halla en su propia casa, echa la llave a sus arcas; y todo esto aun sabiendo que existen leyes y funcionarios públicos armados para vengar todos los daños que le hagan. ¿Qué opinión tiene, así, de sus conciudadanos, cuando cabalga armado; de sus vecinos, cuando cierra sus puertas; de sus hijos y sirvientes, cuando cierra sus arcas? ¿No significa esto acusar a la humanidad con sus actos, como yo lo hago con mis palabras? Ahora bien, ninguno de nosotros acusa con ello a la naturaleza humana. Los deseos y otras pasiones del hombre no son pecados, en sí mismos; tampoco lo son los actos que de las pasiones proceden hasta que consta que una ley los prohíbe: que los hombres no pueden conocer las leyes antes de que sean hechas, ni puede hacerse una ley hasta que los hombres se pongan de acuerdo con respecto a la persona que debe promulgarla.”

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