OBJETO Y RAMAS DE LA ANTROPOLOGIA

OBJETO Y RAMAS DE LA ANTROPOLOGIA

MUÑOZ MUÑOZ, Jairo. Antropología cultural colombiana. Santafé de Bogotá, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, UNISUR, 1.993

Pasemos, ahora, a determinar el objeto de estudio de la antropología y las ramas en que se ha dividido.

Por el significado etimológico, podríamos decir que la antropología es la ciencia del hombre, en cuanto Intenta estudiar lo que ha sido y es el hombre incluyendo sus obras. La antropología es, en consecuencia, la más comprehensiva de las disciplinas que buscan explicar al ser humano, tanto en sus aspectos físico-biológicos como en sus rasgos socio-culturales. Combina, podríamos decir, el enfoque de las ciencias biológicas y de las ciencias sociales. Sus preocupaciones se dirigen tanto al hombre, miembro del reino animal, como al hombre socialmente considerado; y no se limita a un periodo de la historia o a un grupo determinado de hombres; se interesa por el hombre primitivo y su ancestro, por la evolución de la humanidad, por las sociedades ágrafas y por los grupos humanos de la sociedad tecnológica. Realiza estudios comparativos de las civilizaciones, se detiene en las diferencias y semejanzas de la cultura observada en los variados grupos que estudia, e intenta definir leyes que rigen la formación y desarrollo de las sociedades.

Podemos puntualizar señalando que en el estudio del hombre, la antropología se ocupa de:

• Su naturaleza biológica: conformación anatómica, genética, caracteres raciales y sexuales, etc.
• Su historia: origen, evolución, cambios físicos y socioculturales
• Sus productos: técnicas, instrumentos para diversos fines, artes, objetos, etc.
• Sus comportamientos colectivos: costumbres, pautas de conducta, ritos, etc.
• Sus esquemas mentales: creencias, normas, valores
• El hombre como producto y productor de cultura.

Esta complejidad nos permite aproximamos a una primera definición de la antropología como la ciencia que estudia el desarrollo físico y el comportamiento cultural del hombre a través del tiempo y el espacio. Esta definición recoge el enfoque holístico para estudiar la experiencia humana y la perspectiva diacrónica y sincrónica que tiene en cuenta. Además, aclara que no se trata de una disciplina normativa, pues su intención es estudiar qué es y cómo es el hombre en su diversidad cultural y en su unidad como especie y no cómo debe ser el hombre.

Esta primera aproximación posibilita entender a cabalidad afirmaciones como la de que "la antropología busca entender a los seres humanos como organismos totales que se adaptan a sus ambientes a través de una compleja interacción entre biología y cultura"^[1].

Resumiendo: La antropología tiene  un objeto real: el hombre social e históricamente considerado. Este objeto, está atravesado por su realidad biológica-histórica-social y cultural, y, en consecuencia, se nos presenta sumamente complejo y polivalente, lo que ha llevado a una lógica especialización que se expresa en las diversas ramas en que se ha dividido. Podemos hablar entonces de antropologías regionales" o parciales que varían según la nacionalidad de las principales escuelas antropológicas. Tenemos, por ejemplo, que los franceses dividen la antropología en "morfológica" y "filosófica". Pero, la división más aceptada y generalizada es la que distingue inicialmente entre: antropología física y antropología social o cultural.

La antropología física se ocupa del hombre en cuanto es un Organismo físico biológico. Estudia, en este sentido, su proceso evolutivo determinando, con ayuda de la paleontología, los diversos tipos de homínidos que condujeron al hombre actual, diferencia los diversos grupos raciales con ayuda de disciplinas auxiliares como la genética. Investiga los problemas de la adaptación al medio y a los ecosistemas apoyada en la etnobiología y la ecología humana.

Su principal interés es el estudio de la evolución de la estructura corporal del ser humano y su actual naturaleza físico-biológica. Se subdivide en dos grandes ramas; la paleoantropología y la somatología. La primera estudia la evolución humana en los restos fósiles teniendo en cuenta tanto las formas humanas como las formas no humanas que puedan indicamos algo sobre nuestro origen. En síntesis, trata de responder a la pregunta: ¿de dónde venimos? La segunda comprende los aspectos físicos del cuerpo humano en su actual estructura.

La antropología social o cultural: son dos denominaciones equivalentes aunque los ingleses prefieren la primera. Los términos "social" y "cultural" se refieren a un mismo contenido; cuando se insiste en la estructura y funcionamiento social de un grupo, más que en sus obras, creencias y costumbres se acostumbra hablar de Antropología Social; en el otro caso de Antropología Cultural. Nosotros preferimos hablar de Antropología Cultural, ya sea que nos centremos en los aspectos socioeconómicos, políticos o en las relaciones de parentesco; o que disertemos sobre el arte, los rituales, la técnica, los mitos y los objetos materiales, obra del hombre. Y esto en virtud de que el concepto central y articulador de la antropología es el cultural.

Cuando la antropología cultural, se detiene en una sociedad concreta y la estudia exhaustivamente, decimos que estamos ante un estudio etnográfico. Pero, cuando aspira a realizar una síntesis explicativa de diversos grupos a través del método comparativo y extrae, por tanto, conclusiones generales, decimos que estamos en otro nivel epistemológico que denominamos, en nuestro caso, etnología. Y se reserva el término de antropología cultural cuando se logra estructurar un conocimiento aplicable al conjunto de la humanidad que incluya tanto el hombre del pasado como el hombre actual en sus diversos aspectos.

En este sentido, la antropología estudia la evolución de los comportamientos sociales y de las obras del hombre; la estructura y funcionamiento de los mismos.

Resumiendo, podemos afirmar con Beals y Hoijer que "la antropología cultural estudia los orígenes e historia de las culturas del hombre, su evolución y desarrollo y la estructura y funcionamiento de las culturas humanas en todo lugar y tiempo"^[2]. Por tanto, trata de la cultura de los hombres primitivos de la edad de piedra y de los ciudadanos de las urbes modernas, tiene frente a sí una amplia gama de problemas en el tiempo y en el espacio.

Fuera de la diversidad de estudios etnográficos que han permitido el desarrollo de la etnología, la antropología cultural tiene dos ramas fundamentales: la arqueología y la lingüística.

La arqueología busca reconstruir las formas culturales del pasado y señalar su crecimiento con apoyo de testimonios escritos, pero privilegiando otras huellas o rastros dejados por los grupos humanos ya desaparecidos, tales como albergues, utensilios, herramientas, recipientes, pinturas etc., elementos estos que permiten la reconstrucción de la cultura de un pueblo, incluyendo aspectos no materiales, como formas de organización social, o creencias religiosas. Sobre estos aspectos adelanta hipótesis e inferencias teóricas explicativas. En este sentido, la arqueología es el sustento central de la prehistoria en los estudios antropológicos. No sólo nos muestra el pasado sino, además, los modos como cambian y evolucionan las formas culturales.

La lingüística, estudia el origen, composición, estructura y funcionamiento de las lenguas, incluidas las que hoy se hablan, las que sólo se conocen por textos escritos o aquellas que no tienen representación escrita. Reconstruye la historia de las lenguas y de los grupos de lenguas, y a través de comparaciones determina los rasgos comunes entre las lenguas y sus aspectos específicos. La antropología considera que para estudiar una cultura concreta es indispensable conocer a cabalidad su lengua, no sólo para entenderse con los Individuos que la integran, sino por las múltiples relaciones que hay entre la lengua de un pueblo y los demás aspectos de su cultura.

También la lingüística antropológica intenta comprender el proceso del pensamiento y la organización de la estructura conceptual que se expresa en el lenguaje, e interpretar el papel del lenguaje en las sociedades humanas.

El panorama, pues, de la antropología cultural es muy vasto, como vasta y compleja es la empresa humana. Nanda, muy descriptivamente, nos aclara que los antropólogos "estudian tanto los pequeños aspectos de la vida diaria como los eventos dramáticos. Estudian las maneras las madres sostienen a sus bebés, o como se dirigen los hijos a los padres. Desean saber no sólo como un grupo consigue se comida, sino las reglas para comerla. Los antropólogos están interesados en lo que piensan las sociedades humanas sobre el tiempo y el espacio; cómo ven los colores y cómo los nombran. Se interesan en la salud, la enfermedad, en el cuerpo humano y en el significado cultural de la variación física. Los antropólogos están interesados en el sexo, el matrimonio, el nacimiento y la muerte. Se interesan en el folklore y los cuentos de hadas, en los discursos políticos y en la conversación cotidiana. Para el antropólogo, las grandes ceremonias y los rituales ordinarios para saludar un amigo son dignos de ser investigados. Cuando están fuera de su contexto, algunas de las cosas que estudia el antropólogo pueden parecer extrañas o tontas, pero cada aspecto de la humana es significativo como parte del intento de entender la vida humana y la sociedad" ^[3].

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